A lo largo del año
que ahora termina se han producido, al menos, dos intentos de que -por parte de
las Instituciones Europeas- se tomen acciones en materia de Salud Sexual y
Educación Sexual
nuevatribuna.es
| Por Marlis González Torres | Psicóloga y Sexóloga | Coach | 22 Diciembre 2013 -
00:00 h.
A
lo largo del año que ahora termina se han producido, al menos, dos intentos de
que -por parte de las Instituciones Europeas- se tomen acciones en materia de
Salud Sexual y Educación Sexual. La primera fue en octubre cuando se examinó el
Informe sobre Salud Sexual y Reproductiva, conocido como Informe Estrela; la
segunda estos últimos días cuando fue bloqueada por segunda vez ante el PE. En
ambos casos el intento fracasó. Y lo hizo por la misma causa que no es otra que
la oposición y el voto negativo de los partidos que conforman el Grupo Popular
Europeo que supuso la devolución y el rechazo del citado Informe
Se
demuestra con ello que, aquí como allí, nuestros representantes políticos
agrupados en el PPE son tan ciegos como insensibles, intolerantes,
acientíficos, incultos, injustos, ultrarreligiosos, oscurantistas,
discriminadores, etc.
¿Se
pueden utilizar en este caso términos tan duros? No solo se puede, en ejercicio
de la libertad de expresión de quién esto escribe, sino que resultan correctos
para resaltar lo inadecuado del comportamiento de sus señorías.
Veamos:
si una persona pertenece a una determinado grupo o país lo primero que
querrá y necesitará será aprender el lenguaje y pautas que le permitan
desenvolverse como miembro de los mismos tanto dentro como fuera del ámbito de
pertenencia. Nuestras señorías, si bien son mujeres, hombres o
transexuales, intersexuales, homosexuales, lesbianas o bisexuales -todas
estas condiciones pueden darse en un grupo tan grande- creen que no es
necesario aprender sobre su propia condición de seres humanos sexuados y
sexuales. De ahí que les denomine ciegos.
Del
mismo modo está justificado calificarlos de insensibles puesto que
ignoran o pasan por alto que el desconocimiento de ciertas cuestiones
relacionadas con la sexualidad, como son la identidad sexual, la orientación
sexual así como las múltiples formas de expresión sexual, son fuente
inagotable de sufrimiento humano y discriminación. Debido, precisamente, a la
falta de formación y de conocimiento.
Además
de ello puede tildárseles de incultos. Y lo son porque la sexualidad en
toda su amplitud es objeto de estudio científico desde hace al menos un siglo
cuando en 1925 -precisamente en Europa- nació la Liga Mundial para la
Reforma Sexual sobre bases científicas de la que formaban parte los
científicos más relevantes de entonces (Bloch, Hirschfeld) que tuvo una sección
española y que solo la II guerra mundial pudo parar. Estos representantes
políticos ni son cultos -desconocen la brillantez de los trabajos europeos en
esta materia- ni respetan el conocimiento al pretender sustituir todo un
Corpus científico por creencias irracionales y, lo que es peor aún ,
ideológicas.
Asimismo,
nuestros representantes son injustos y actúan de una manera que ronda,
peligrosamente, la ilegalidad. Injustos porque rechazando intervenir mediante
su trabajo legislativo en esta materia son cómplices de situaciones injustas
que se producen en la vida de los ciudadanos europeos quienes, aún
deseándolo, no puedan acceder a la formación adecuada. Es decir: no estarían
garantizando el derecho a la educación en lo que se refiere a la sexualidad. Y
conviene recordar que el derecho a la educación es un derecho fundamental en
nuestra constitución y en las de nuestro entorno.
Pero
no bordean la ilegalidad tan solo porque estén limitando un derecho
fundamental como es el de la educación sino porque están dejando de aplicar
tratados internacionales (1) de la ONU e, incluso, la carta de Derechos
Fundamentales del la UE. Los Tratados internacionales se convierten en ley para
aquellas partes que lo firman. España los ha firmado y muchos países europeos
también por lo que implica que su contenido es ley que deben aplicar en su
territorio. Luego, si muchos países en Europa están obligados a aplicar estas
normas… ¿no sería conveniente armonizar las actuaciones en la materia y
situarse de lleno dentro de la legalidad?
Asimismo,
no es menor la cuestión de la discriminación. Es sabido que la UE tiene
varias Directivas para evitar la discriminación, tiene muy tasados jurídicamente
los motivos de discriminación contra los que luchar y, entre ellos, se
encuentran la discriminación por razón de sexo, género y orientación sexual.
Como se puede comprender todos estos son conceptos de los que trata la
Educación Sexual y la Salud Sexual.
Por
último hablaré de la insolidaridad que puede serles achacada porque ¿de
qué otro modo podría denominarse el hecho de que cada uno de ellos, sea hombre,
mujer, transexual, homosexual, lesbiana o bisexual, sea incapaz de ponerse en
la piel de las personas que demandan saber más o tomar sus propias decisiones
en lo relativo a sexualidad?
Dejo
al terminar una pregunta ¿Cual es el problema para ir en contra de aquello que
la ciencia, la humanidad, la solidaridad, la justicia, la legalidad internacional
les indican.
(1)
Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948. Art 3: derecho a la vida,
libertad y seguridad.
Pacto
sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales, 1966. Art 1: derecho al más
alto nivel de salud física y mental; art.3: derecho a la educación.
Pacto
internacional por los derechos civiles 1966.
Convención
para la eliminación de discriminación contra la mujer, 1981. Art 12: derecho a
la atención sanitaria incluida la planificación familiar.
Fuente: www.nuevatribuna.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario