Publicado
en 23 diciembre, 2013 por victorjsanz
Hoy me he despertado sintiéndome menor de edad,
incapacitada por el Estado para tomar decisiones sobre mi cuerpo y mi vida. Hoy
me he levantado sintiéndome un ser bajo la tutela de las instituciones; jueces,
psiquiatras, médicos o políticos; una persona de segunda clase, caminando otra
vez de la mano de la autoridad competente, siempre por el recto camino de lo
que algunos dictan que debe ser mi sexualidad, mi fecundidad. Hoy me he
detenido a observar mi cuerpo, y lo he sentido parte extraña de mí misma, como
un territorio de piel sustraído, violado, invadido y pisoteado por la falsa
moralidad de algunos hipócritas niños-bien, que solo merecen mi desprecio por
este atropello a mis libertades. Hoy me he despertado asqueada de este gobierno
del PP que cada semana nos impone un nuevo y aterrador retroceso social, en su
intento imposible de regresarnos al franquismo, a cuando las mujeres eran
clasificadas en dos categorías: madre-esposa o prostituta.
Hoy me he despertado sintiéndome menor de edad, incapacitada por
el Estado para tomar decisiones sobre mi cuerpo y mi vida, hoy me he levantado
tutelada.
Porque si fuera verdad que les preocupara la suerte de los
nonatos verían inaceptable la implantación de cuatro o cinco embriones en el
útero, de los que en el mejor de los casos solo uno o dos serán viables,
mientras se malogra o desecha el resto, durante los procesos de fecundación
asistida. Porque si de verdad les preocupara la familia, no permitirían que las
eléctricas cortaran la luz y la calefacción a ancianos y a niños en invierno,
legislarían para que no pudieran ser desahuciadas familias enteras, no podrían
soportar que los padres rebuscaran en la basura para dar algo de comer a sus
hijos, ni apoyarían horarios comerciales infernales, ni el despido libre, ni
los empleos basura, ni los sueldos de miseria que no permiten llevar una vida
digna. Porque si de verdad les preocuparan las personas no recortarían en
prestaciones sociales, en sanidad, en educación, en pensiones, en dependencia,
sembrando el país de desolación, mientras regalan millones de euros a los
bancos.
Porque lo que esconde de verdad esta contrarreforma oscura
y cercenadora de derechos es el propósito de matar la libertad de las mujeres,
su independencia, sus ganas de volar. Pero eso jamás lo conseguirán sus
miserables leyes.
María Vacas Sentís
Fuente: http://bandociudadano.es/
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