El prelado afirma que fomenta un clima de
violencia y critica el divorcio 'exprés'
Lorena Ortega Castellón 27 DIC 2013 - 19:18 CET971
Casimiro López, obispo de
Segorbe-Castellón en una imagen de archivo. / Ángel Sánchez
El obispo de
Segorbe-Castellón, Casimiro López, considera que el matrimonio homosexual
fomenta un clima violento en la familia y provoca el aumento de hijos "con
graves perturbaciones de su personalidad". Así lo ha manifestado en su
última carta parroquial que dirige a los fieles cada viernes. Bajo el título La
buena noticia del matrimonio y de la familia, López critica la legislación
en materia de matrimonio y las uniones entre parejas del mismo sexo.
Según el
prelado, los efectos del matrimonio gay "son, entre otros, el
debilitamiento del amor duradero entre los esposos, del amor materno y paterno,
del amor filial, el notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su
personalidad y el desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la
violencia".
El obispo
defiende en su carta el matrimonio como unión "única e indisoluble de un
hombre y una mujer". "Ese es el proyecto de Dios, obscurecido por
nuestra dureza de corazón", prosigue. Casimiro López critica el cambio
"sustancial" en la legislación porque, asegura, afecta gravemente a
la familia. Sostiene que en el Código Civil el matrimonio ya no es una
institución de vida común entre un hombre y una mujer "en orden a su mutuo
perfeccionamiento y a la procreación". Y critica que el matrimonio ha
derivado en una institución "de convivencia afectiva entre dos
personas" cuya unión puede ser disuelta "unilateralmente por una de
ellas, con tal de que hayan pasado tres meses desde la formalización del
contrato matrimonial". La carta prosigue afirmando que con "la
exclusión de toda referencia a la diferencia entre el varón y la mujer, se da
vía libre a las uniones entre personas del mismo sexo", y que "de
este modo, se han puesto las bases para la destrucción del matrimonio y de la
familia".
Para el
prelado, la crisis del matrimonio y de la familia, no solo es reflejo de una
sociedad "enferma", sino que esta situación "va minando" la
conciencia de los católicos.
La carta del Obispado termina
haciendo una referencia al supuesto conflicto entre progreso social y a la
Iglesia para preguntarse: "¿Son de verdad un progreso humano el divorcio
exprés, las uniones de hecho, el número creciente de familias rotas o el
sufrimiento de los hijos que lo padecen?".
Fuente: www.elpais.com
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