Nace el cinco de
marzo de 1871 en Zanosc, cerca de Lublin en Polonia, siendo en esta época
territorio ocupado por el imperio ruso. Su origen es judío. Su padre fue Elias
Luxemburgo III, un industrial de la madera y su madre Line Lowenstein.
26 Diciembre 2013 - 18:12 h.
| Edmundo Fayanas Escuer |
Nace el cinco de marzo de 1871 en Zanosc, cerca de Lublin en Polonia, siendo en esta época territorio ocupado por el imperio ruso. Su origen es judío. Su padre fue Elias Luxemburgo III, un industrial de la madera y su madre Line Lowenstein. Dicho matrimonio tuvo cinco hijos, los cuatro primero fueron hombre, y la quinta fue Rosa.
Esta nació con un defecto en su desarrollo, que la incapacitara físicamente toda su vida. Esto le hizo estar postrada por una dolencia en la cadera, a la edad de cinco años, consecuencia de ello, tuvo una cojera permanente.
Su familia disfrutaba de un nivel económico alto y se desenvolvía en un ambiente culto. Rosa estudia en los mejores institutos polacos, conocían todo el mundo intelectual europeo, especialmente la cultura alemana. Destacaba por su inteligencia, lo que le permitió estudiar, a pesar de los prejuicios, que imperaban contra las mujeres de esa época y pese a la creciente discriminación antisemita que recorría toda Europa contra los judíos.
“La libertad no es nada cuando se convierte en un privilegio”
Su familia se trasladó a vivir a Varsovia en el año 1880, asistiendo a clase en un reconocido instituto femenino. A la edad de quince años se afilia al partido polaco izquierdista “Proletariat”, participando en la organización de una huelga general, que ocasionará una fuerte represión contra este partido, la cual provocó su desaparición. Siendo condenados a muerte cuatro de sus dirigentes.
Rosa termina su educación secundaria, en el año 1887, con un buen expediente académico, pero tiene que huir en 1889 a Suiza para evitar ser detenida por la policía polaca. Estudia en la universidad de Zurich, distintos campos del conocimiento como la filosofía, historia, política, economía y matemáticas, especializándose en “la teoría del Estado”, “la Edad Media” y “las crisis económicas”. Trabajó como periodista. Destacaba por el hecho de que hablaba once idiomas, algo realmente excepcional y que nos indica su gran capacidad intelectual.
En el año 1893, fundó junto a Leo Jogiches y Julián Marchlewski el periódico “La causa de los trabajadores”, donde se oponía a las políticas de tinte nacionalista, que por entonces desarrollaba el partido socialista polaco. Rosa pensaba, que sólo era posible una Polonia independiente si surgía una revolución comunista en Alemania, Rusia y Austria.
Defendía que la lucha obrera debía centrarse en el capitalismo y no en una Polonia independiente, lo que le llevaba a negar el derecho de autodeterminación bajo el socialismo, planteamiento este, que le lleva a enfrentarse a Lenin.
En el año 1898, Rosa Luxemburgo se casa con el alemán Gustav Lubeck, por lo que obtuvo la ciudadanía alemana. Participa activamente en el Partido Socialdemócrata alemán, al mismo tiempo que apoya al partido socialdemócrata de Polonia y Lituania, siendo su principal teórica.
Rosa Luxemburgo denunció el conformismo de la socialdemocracia alemana, ante el peligro de que hubiera una guerra. Insiste en las diferencias entre el capital y el trabajo, proponiendo que los trabajadores deben de tomar el poder para producir un cambio en los medios de producción.
El debate en el interior del Partido Socialdemócrata Alemán fue muy intenso. Al principio, se asoció con Kautsky para defender la ortodoxia marxista frente al revisionismo imperante en gran parte del partido que Bernstein encabezaba este sector.
Participa en debates con los socialistas franceses, que desarrollaban prácticas reformista, como las que estaba planteando Bernstein en el Partido Socialdemócrata alemán, bajo el lema ”el movimiento es todo, el fin es nada”. Para este sector reformista de la II Internacional, lo importante era la obtención de conquistas prácticas, ya que el fin de cualquier socialista es lograr una sociedad sin explotadores ni explotados.
Para Rosa Luxemburgo el papel que debe de jugar la socialdemocracia en la sociedad capitalista es el de la oposición y sólo debe ser gobierno, cuando el Estado burgués esté acabado. Es decir, solo debe ser poder por la vía revolucionaria y no a través del Parlamento. Rosa Luxemburgo dice que no se trata de conseguir reformas, sino con que métodos estas se consiguen. Si estas se logran a través de la lucha obrera, eso fortalece al partido, pero si se obtienen por métodos parlamentarios, o acuerdos entre partidos burgueses, esto sólo favorece al capitalismo
Más tarde se distancia también de Kautsky y de la mayoría del partido, a medida que estos se inclinan hacia los métodos parlamentarios, pasando a ser reconocida como la líder principal del SPD.
Rosa Luxemburgo plantea que el partido socialdemócrata alemán debe hacer agitación para la consecución de la huelga general política. Pero Kautsky se opone, argumentando que si el partido hace agitación dentro del parlamento sobre la huelga general política significaría, que se busca el derrocamiento del poder burgués. Para este dirigente era peligroso para la supervivencia del partido y para las conquistas ya logradas. Para el sector reformista era mejor seguir con la estrategia de desgastes y seguir organizando a la clase obrera en los sindicatos, aumentando el peso del partido en el Parlamento y seguir consiguiendo mejoras para la clase obrera
Creía en una opción internacional alejada de particularismos y nacionalismos, en la que las masas obreras, solidariamente, tomaran el poder hasta entonces en manos del capital, verdadero enemigo a combatir.
Son frecuentes sus críticas al militarismo e imperialismo alemán. Para ello, plantea la organización de una huelga general de los trabajadores para así evitar la guerra. El líder socialdemócrata alemán, Kautsky se opone y no se desarrolla tal huelga, acabando con la ruptura entre ambos.
Rosa Luxemburgo plantea que la II Internacional incluya en su proyecto político el objetivo de “Huelga general política” y que la pueda llevar a cabo cuando surja el momento adecuado. Este proyecto nunca es aceptado y anticipa su reformismo político y su posterior posición en torno a la I Guerra Mundial.
La socialdemocracia europea siempre limitaba sus objetivos huelguísticos a huelgas parciales de corte económico. Para Rosa Luxemburgo es la clase obrera rusa la que demuestra la potencia de la huelga general como método de acción, que se puede ir mucho más allá de la lucha económica parcial, ampliándola a huelgas generales y revolucionarias, permitiendo que sectores sociales más atrasados se puedan unir a estas acciones.
La clase trabajadora rusa con el uso de la huelga general y la sublevación armada a través de los soviets de diputados obreros, marcan el camino para los sectores de la socialdemocracia europea más revolucionaria
A lo largo de los años 1904-1906, padeció tres encarcelamientos, debido a su actividad política. En 1907, participó en el V Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso celebrado en Londres, donde tuvo un largo encuentro con Lenin.
A finales de la primera década del siglo XX, impartió clases de economía y marxismo, y fue alumno suyo Friedrich Ebert (socialdemócrata), que fue el primer presidente de la República de Weimar, fue bajo su gobierno cuando la mataron las fuerzas que él dirigía.
En su obra “La acumulación del capital” hace una crítica profunda a Karl Marx y su argumentación parte de las predicciones de éste acerca de las crisis cíclicas del capitalismo. Marx pensaba que el capitalismo, como sistema económico y político basado en el crecimiento y la búsqueda constante del beneficio, debía colapsarse en algún momento por saturación.
Sin embargo, mucho después de la muerte de Marx, se da cuenta de que las crisis periódicas del capitalismo parecen aplazarse o se solventan sin producir grandes sobresaltos en el sistema. Rosa Luxemburgo explica que esto se debe a la existencia del colonialismo tan de boga en ese momento histórico, hallando que el crecimiento de las potencias capitalistas encontró una vía de expansión en las colonias, que al mismo tiempo les daban una gran cantidad de materias primas a muy bajo coste y servían también de mercado donde colocar sus productos manufacturados.
[Lo más notable de esto es que todos los afectados, el conjunto de la sociedad, consideran y tratan a la crisis como algo fuera de la esfera de la voluntad y el control humanos, un golpe fuerte propinado por un poder invisible y mayor, una prueba enviada desde el cielo, parecida a una gran tormenta eléctrica, un terremoto, una inundación. (Rosa Luxemburgo)]
También trabajó en las primeras teorías sobre el imperialismo, que posteriormente también serían desarrolladas por Lenin. Pero lo que planteó Lenin sobre el imperialismo provocó fuertes críticas de Rosa Luxemburgo, sobre todo en aspectos como la democracia en el partido y la dictadura del proletariado. Este proponía un menor dirigismo y una mayor integración de las bases en la dinámica partidista. Plantea una feroz crítica a la concepción centralista y autoritaria del partido de revolucionarios profesionales, que defendía el comunismo ruso y Lenin a su cabeza
Tras el atentado de Sarajevo, del 28 de junio de 1914, donde fallecieron el archiduque Francisco Fernando y su esposa, la guerra parecía ya inevitable. Rosa Luxemburgo llama a los trabajadores a la objeción de conciencia al servicio militar y a no atender los llamamientos a filas del ejército. Esta propuesta le costó un año en las cárceles alemanas.
El 28 de julio de 1914, comienza la primera Guerra Mundial. Alemania declara la guerra, el 3 de agosto, siendo aprobada está declaración de guerra por unanimidad en su Parlamento, contando con el apoyo del Partido socialdemócrata alemán, el cual prometió abstenerse de declarar huelgas generales, mientras durase la guerra. Esto supuso un gran fracaso personal para Rosa Luxemburgo, que se oponía frontalmente a la guerra pues sabía perfectamente las consecuencias que esta tendría.
Junto con otros dirigentes socialdemócratas fundó, en agosto de 1914, el grupo político Internacional, que llevaría posteriormente a la creación, en enero de 1916, de la Liga Espartaquista.
En la constitución de la Liga Espartaquista pronuncia estas palabras: “La historia es el único maestro infalible, y la revolución la mejor escuela para el proletariado. Ellas aseguran que las pequeñas hordas de los más calumniados y perseguidos se conviertan, paso a paso, en lo que su visión del mundo les destina: la luchadora y victoriosa masa del proletariado socialista y revolucionario”.
Esta constante lucha por detener la Primera Guerra Mundial provocó, que en junio de 1916, fuera detenida, permaneciendo dos años y medio en la cárcel. Al principio en la cárcel de Poznan y posteriormente fue trasladada a la cárcel de Breslau. Este tiempo de reclusión fue aprovechado por Rosa para escribir varios artículos que serían su referencia doctrinal. De ellos destaca “La revolución soviética”, donde critica ampliamente el modelo bolchevique advirtiendo, que este modelo acabaría en una dictadura. En este artículo, cabe destacar la frase “la libertad siempre ha sido y es la libertad para aquellos que piensan diferente”.
También cabe mencionar el artículo “la crisis de la socialdemocracia”.
A raíz de la intervención de los Estados Unidos en la primera Guerra Mundial en el año 1917, la situación bélica cambia de forma radical. La Liga Espartaquista de Rosa Luxemburgo pasa a formar parte del Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania. Momento en que se produce la abdicación del Kaiser Guillermo II.
En su obra “El comienzo”, empieza a agitar a las masas para una revolución social “la abolición de la ley del capital, la implantación de un orden social socialista, esto y nada más, es el tema histórico de la presente revolución. Es una formidable empresa, que no puede desarrollarse en un abrir y cerrar los ojos simplemente mediante decretos desde arriba. Sólo puede llevarse a cabo a través de la acción consciente de las masas trabajadoras en la ciudad y en el campo, sólo mediante la más alta madurez intelectual y un inmarchitable idealismo puede ser conducida seguramente a través de todas las tempestades hasta arribar a buen puerto”.
El 4 de noviembre de 1918, se produce la llamada “revolución de noviembre”, que tiene su centro en la ciudad costera de Kiel, donde 40.000 marineros e infantes de marina toman el control del `puerto por negarse a que se produzca un nuevo enfrentamiento de la marina alemana con la británica, cuando la guerra se encuentra totalmente pérdida.
El 8 de noviembre de 1918, se crean Comités de trabajadores/soldados que controlan la mayor parte del oeste de Alemania y siguen con un modelo organizativo parecido a los sóviets rusos, creando la República de Consejos. En esta fecha, sale liberada de la cárcel Rosa Luxemburgo, que vuelve a reorganizar la Liga Espartaquista. Se edita el periódico “Bandera Roja”, que tiene como objetivos inmediatos la amnistía para los presos políticos y la eliminación de la pena de muerte.
Esta unión en torno a la República de Consejos se rompe rápidamente por la postura del Partido Socialdemócrata alemán. Esto hace, que diversos grupos políticos formados por socialistas, comunistas y entre ellos la Liga Espartaquista, crearán el Partido Comunista de Alemania, el uno de enero de 1919, jugando un papel muy importante Rosa Luxemburgo.
En enero de 1919, vuelve nuevamente un proceso revolucionario, al que Rosa Luxemburgo se opone porque es consciente de que va a fracasar. Así sucedió e hizo que la República de Weimar practicara una fuerte y cruel represión dirigida por el líder socialdemócrata Friedrich Ebert, que provocó grandes redadas contra el Partido comunista alemán. Rosa Luxemburgo es detenida, el 15 de enero de 1919, siendo asesinada el mismo día, cuando un soldado le destroza el cráneo con un culatazo de su fusil.
Las últimas palabras conocidas de Rosa Luxemburgo, escritas la noche de su muerte, fueron sobre su confianza en las masas, y en la inevitabilidad de la revolución:
«El liderazgo ha fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota.' ¡El orden reina en Berlín!' ¡Estúpidos secuaces! Vuestro 'orden' está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!»
Su cuerpo fue arrojado aun canal. El 31 de mayo su cuerpo es encontrado y se le entierra el 13 de junio de 1919. Rosa Luxemburgo es conocida como “la Rosa Roja”.
Entre sus obras de referencia cabes destacar el libro de 1899 ¿Reforma social o revolución? Publicó “La acumulación del capital” en el año 1913 y posteriormente “La revolución rusa”. También hay que mencionar su activa participación en la prensa de la época, con numerosísimos artículos, que marcaron todo su pensamiento revolucionario.
Rosa Luxemburgo fue una de las pocas mujeres, que jugó un papel dirigente muy importante en la Segunda Internacional. Fundadora de la III Internacional, en un momento que lo masculino era lo dominante en estos instantes históricos, recordándonos como la misoginia, que era tradicional en movimientos burgueses y en todo tipo de instituciones también se daba en el movimiento obrero de aquella época.
Rosa es un personaje ya histórico muy reivindicado desde distintos sectores, porque su vida es de una total entrega y sacrifico. Nunca buscó su beneficio personal o una posición segura. Tiene convicciones y no las abandona ante los obstáculos. Se le identifica como una libertaria o una persona romántica, pero la realidad es que era una militante consciente. Así, cuando estalla la revolución rusa, se emociona, período que se encontraba encarcelada y reivindica el movimiento bolchevique como aquel que se atrevió a poner fin a la Primera Guerra Mundial y a tomar el poder por métodos revolucionarios.
Mujer de vasta influencia en el ámbito del socialismo, sus aportaciones teóricas, su lucha personal y su dramática muerte contribuyeron a hacer de ella uno de los referentes de la izquierda del siglo XX.
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