La merma en el poder de compra de los
jubilados será una constante con la nueva ley del Gobierno, que desliga la
actualización de las pensiones de la inflación
JAIRO VARGAS
Madrid 28/12/2013 08:22 Actualizado: 28/12/2013 08:22
El colectivo 'Yayoflautas' se encadena en la Puerta
del Sol en protesta por la nueva ley de Pensiones del Gobierno.- JAIRO VARGAS
En 2010 la
presión de los mercados obligaba al Gobierno de Zapatero a aplicar la primera
batería de recortes sociales para reducir en 15.000 millones el déficit
público. Una de esas medidas fue la congelación de las pensiones para 2011, de
las que se excluían las no contributivas, que aumentaron un 1%.
Rajoy,
durante la comparecencia del entonces presidente del Gobierno en el Congreso,
criticaba "el mayor recorte social de la historia". Solo habría que
esperar un par de años para que él mismo superase a su antecesor.
Ese año,
2011, Zapatero hizo perder a los pensionistas un 1% de poder adquisitivo,
ya que subió un 1,3% las prestaciones de todos los jubilados para compensar la
desviación de la inflación del año anterior. El IPC se situó en noviembre de
2010 -fecha de referencia para calcular la compensación- en el 2,3% mientras
que las pensiones sólo crecían un 1,3%, algo de lo que sólo las pensiones
mínimas se libraron por el aumento del 1% que anunció Zapatero.
Sin embargo,
en 2012, ya con Rajoy y su mayoría absoluta en el Gobierno, los jubilados -esta
vez todos- perdían más poder de compra que en las dos legislaturas del PSOE.
Rajoy, para evitar titulares incómodos, anunció una subida del 1% en todas las
pensiones. Sin embargo, en noviembre de 2011 la inflación fue del 2,9. El
Gobierno debía compensar esa subida de los precios, pero decidió saltarse la
ley en aras de hacer frente al déficit público, dejando a los pensionistas con
una merma del 1,9% en su poder adquisitivo. Ya eran 2,9 puntos
los que los jubilados, sostén de la mayoría de familias con todos sus miembros
en paro, perdían.
"La
necesidad de cumplir con el objetivo del déficit público, obliga con carácter
de extraordinaria y urgente necesidad a dejar sin efecto la actualización de
las pensiones en el ejercicio 2012 [...]", decía el Boletín Oficial de
Estado el 1 de diciembre de 2012, es decir, que echaba por tierra el artículo
48 de la Ley General de la Seguridad Social, vigente desde 1994. Una medida "sensata" para la
ministra de Empleo y Seguridad Social.
Pero la
devaluación del nivel de vida de los mayores no se iba a quedar ahí. El Real
Decreto que dejaba sin efecto la actualización de las pensiones proponía otro
método para hacerles frente en 2013. Para paliar la falta de compensación por
desviación de la inflación, Báñez anunciaba que en 2013 las pensiones subirían
a dos velocidades: un 1% las mayores a mil euros y un 2% las menores.
Esta subida
no iba a compensar la bajada que en términos reales supuso no actualizarlas en
los dos años previos. El IPC anticipado de noviembre se situó en el 0,2%, por
lo que los pensionistas habrían aumentado su poder de compra un 0,8% en el caso
de las prestaciones mayores a mil euros y un 1,8% en las inferiores. Una subida
que no compensa los 2,9 puntos perdidos en 2011 y 2012. De hecho, las
previsiones hablan de un 0,7% de inflación a cierre de este año, por lo que la
pérdida sería mayor.
Nueva ley, nuevas pérdidas
La
aprobación de la ley 23/2013, que regula el Factor de
Sostenibilidad y el Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la
Seguridad Social, una norma que garantiza que las pensiones siempre
aumentarán, pero será una subida desvinculada totalmente de lo que
aumente el coste de la vida. Así, el próximo año, éstas subirán un
0,25%.
Los
analistas privados españoles estiman que en 2014 el IPC cerrará entorno al
1,3%, lo que su pondría una merma de más de un punto en el poder adquisitivo.
Esta subida
que se mantendrá estable hasta que la Seguridad Social deje de estar en números
rojos, algo que el Gobierno no contempla hasta dentro al menos cinco años. Una
vez que eso ocurra, para lo que se necesita una activación real de la economía
y creación de empleo, las pensiones subirán conforme al IPC más un 0,5%
adicional.
Pero en 2019
entrará en vigor el nuevo Factor de Sostenibilidad, que unido a la
revalorización actual podría suponer una merma del poder de compra de los
jubilados de entre el 14,8% y el l 28,3% según un informe de CCOO.
Hasta que
lleguen años de bonanza, los pensionistas tendrán cada año más dificultades
para mantener a sus hijos en paro y a sus respectivas familias.
Fuente: www.publico.es
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