- La inversión española en paraísos fiscales se incrementó en un 205% en el último año
- En los últimos siete años la recaudación por impuesto de sociedades cayó un 56% en España
- El número de personas viviendo en riesgo de pobreza y exclusión se incrementó en dos millones
nuevatribuna.es
| 05 Marzo 2015 - 13:07 h.
Las empresas
del IBEX 35 tenían 810 empresas registradas en territorios de baja tributación
en 2013
Este incremento
de la actividad en territorios opacos y de baja tributación contrasta con los
datos de recaudación del impuesto de sociedades que entre 2007 y 2014 cayó un
56% suponiendo una reducción de 25.000 millones de euros, suficiente para
duplicar las prestaciones de desempleo
En un solo año
las empresas del IBEX35 incrementaron el número de filiales en paraísos fiscales en un 44%, pasando de
561 en 2012 a 810 en 2013. Los flujos hacia paraísos fiscales suponen
ya el 24% del total de las inversiones de nuestro país en el extranjero y más
del 26% de la inversión que realizan las grandes empresas fuera de nuestras
fronteras son préstamos entre filiales del propio grupo. Este
incremento de la actividad en territorios opacos y de baja tributación
contrasta con los datos de recaudación del impuesto de sociedades que entre
2007 y 2014 cayó un 56% suponiendo una reducción de 25.000 millones de euros,
suficiente para duplicar las prestaciones de desempleo de este año. Durante ese
mismo período de tiempo, la población española en riesgo de pobreza y
exclusión creció en dos millones, pasando del 23,3% de la población en 2007 al 27,3% en 2013.
Estos son sólo
algunos de los datos contenidos en el informe “La ilusión fiscal” que está basado en una
investigación de dos años sobre la tributación de las empresas del IBEX35 a
partir de la información que éstas hacen pública.
“Que sea legal,
no significa que sea moral. En la mayoría de los casos las empresas no están
cometiendo ilegalidades, sino utilizando mecanismos que están a su alcance para
no pagar impuestos"
El informe, que
subraya la responsabilidad de los gobiernos en la lucha contra la evasión y la
elusión, detalla el maremágnum de vericuetos fiscales por el que algunas
empresas optan para ocultar sus beneficios y reducir al mínimo su contribución
fiscal, lo que tiene tremendas consecuencias sobre las arcas de los Estados y
sobre la ciudadanía que ve como retroceden los derechos sociales. Según la
Agencia Tributaria, el tipo efectivo de las grandes empresas en España es del
5,3% (en lugar del 30% nominal que les hubiera correspondido hasta ahora),
mientras las pymes pagan un 16% sobre su resultado contable. Si las grandes
empresas hubieran pagado al menos tanto como las pymes, se hubieran recaudado
8.227 millones de euros más, suficiente para financiar 6 veces el presupuesto
de dependencia para todos las personas que lo necesitan (1,2 millones).
“Que sea legal,
no significa que sea moral. En la mayoría de los casos las empresas no están
cometiendo ilegalidades, sino utilizando mecanismos que están a su alcance para
no pagar impuestos. Pero no es posible seguir hablando de la responsabilidad
social sin tener en cuenta su responsabilidad fiscal. Es uno de los impactos
más claros y directos de la actuación de una empresa allí donde opera, y la
expresión más directa de su compromiso con la sociedad”, afirma Jaime Atienza,
director del departamento de campañas y ciudadanía de Oxfam Intermón.
Principales
territorios por número de filiales utilizadas por 34 empresas del IBEX 35 en
2013
Los países
en desarrollo, los más perjudicados
“Los líderes
mundiales no pueden plegarse ante los intereses de algunos grandes países o
colosos empresariales, deben dejar a un lado los discursos de buena voluntad y
construir de una vez por todas un sistema fiscal internacional más justo"
El informe
resalta que si bien el sistema fiscal internacional es un verdadero coladero
por el que se fugan recursos vitales para todos los países, el coste es
particularmente sangrante para los países en desarrollo. Según cálculos
conservadores de Oxfam los países en desarrollo pierden cada año cerca de
100.000 millones de dólares por abusos fiscales de grandes transnacionales,
cifra suficiente para garantizar la escolarización de todos los niños del
mundo.
Las salidas de
flujos financieros ilícitos, principalmente por los abusos de las grandes
empresas, han tenido como consecuencia que África haya perdido cerca de 1,8
billones de dólares entre 1997 y 2008 y continúe dejando de ingresar unos
50.000 millones cada año. Chad, uno de los países más pobres del continente
pierde anualmente el equivalente al 20% de su Producto Interior Bruto. Esto
implica que en las condiciones actuales tardará 104 años en alcanzar el
objetivo de reducción de la mortalidad infantil en dos terceras partes, tiempo
que se reduciría a 12 años sin el lastre que suponen los flujos ilícitos de
capitales.
La recaudación
que podría generarse por gravar los rendimientos de capital que los ricos
latinoamericanos esconden en paraísos fiscales, sería más que suficiente para
que 32 millones de latinoamericanos salieran de la pobreza monetaria. Es decir,
todas las personas que viven en pobreza en Bolivia, Colombia, Ecuador, El
Salvador y Perú juntos.
“Las artimañas
fiscales cuestan vidas y suponen una pérdida del bienestar social para la
mayoría de las personas del mundo. La evasión y elusión fiscal es un problema
sistémico y por tanto necesita soluciones globales. Los gobiernos tienen la
obligación de promover una reforma del sistema fiscal internacional de más
largo alcance que la puesta sobre la mesa por la OCDE y el G20, que no refleja
una participación democrática de todos los países en su diseño, y deja fuera
cuestiones vitales que afectan principalmente a las economías menos avanzadas”,
afirma Susana Ruiz, responsable de Justicia Fiscal en Oxfam Intermón.
“Los líderes
mundiales no pueden plegarse ante los intereses de algunos grandes países o
colosos empresariales, deben dejar a un lado los discursos de buena voluntad y
construir de una vez por todas un sistema fiscal internacional más justo. No
nos podemos conformar sólo con defender las políticas de cooperación. También
es vital corregir las deficiencias de los sistemas fiscales nacionales que
privan a los países de los recursos que genuinamente les corresponden”,
concluye Ruiz.
Una Ley
contra la Evasión Fiscal
Con este fin,
Oxfam Intermón lanza una petición para que los partidos políticos que concurran
a las próximas elecciones incorporen en sus programas electorales la puesta en
marcha de una Ley Contra la Evasión Fiscal, que ayude a generar ingresos para
todas las personas y que garantice financiación para las políticas públicas
como la sanidad, la educación, la protección social y la cooperación.
Esta ley tiene que contribuir a cerrar todos los resquicios de la elusión
fiscal.
Esta petición
será parte, también, de una campaña global de Oxfam que impulsa la celebración
de una Cumbre Fiscal Mundial en Etiopía el próximo mes de julio auspiciada por
Naciones Unidas, en el marco de las terceras negociaciones de financiación del
desarrollo. Sin representatividad en igualdad de condiciones no se podrá
avanzar.
Fuente: www.nuevatribuna.es
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