Ara
Güler, célebre fotógrafo de Magnum, sostiene que la famosa imagen fue tomada
por una joven asistente del fotógrafo
ÁNGEL GÓMEZ
FUENTESabc_cultura / CORRESPONSAL EN ROMA
Día 29/03/2015 - 18.40h
ABC
La legendario fotografía «Muerte de un miliciano», la más simbólica
de la Guerra Civil, no fue obra del célebre fotógrafo Robert Capa, sino de una joven asistente, que creó una
de las imágenes más icónicas del siglo XX.
Así lo sostiene el fotógrafo turco de origen armenio Ara Güler, de 93 años, quien trabajó durante largo tiempo
para la agencia Magnum, fundada por Capa, Cartier-Bresson y otros monstruos sagrados del arte
de la fotografía. «Capa no era completo. Tenía siempre una pila de mujeres
alrededor de él. La famosa foto del soldado que muere, por ejemplo, no la hizo
él, sino una joven que estaba con él. De Capa no se sabe qué fotos son
originales y cuáles son las atribuidas», afirma Güler, quien cuenta con 56
libros de fotografía y está considerado como el más grande fotógrafo vivo de la
generación Cartier-Bresson, Capa, y de Magnum.
En cualquier caso, «Muerte de un miliciano»,
considerada una obra maestra del fotoperiodismo de guerra al recoger de forma
estremecedora la muerte en directo, sirvió para convertir también en un mito a
Capa, agigantado con el tiempo. Pero la foto ha sido centro
de polémicas, a causa de las dudas sobre la autenticidad: muchos dudaron
que fuera un montaje y no una toma casual. En su libro «Sombras de la
fotografía» (2009), José Manuel Susperregui
escribe que la imagen fue tomada con una Rolleiflex y no con la Leika, que era
normalmente utilizada por Capa.
Foto tomada a ciegas
Hace años ya se planteó la «duda razonable» de que la foto
hubiera sido tomada por Gerda Taro, compañera de Capa, en septiembre de 1936, en
Cerro Muriano (Córdoba), según algunos autores, o en Cerro Ventorrilo, en la
misma provincia, según otros estudiosos. Capa contó que se encontraba en una
trinchera y fotografió los asaltos de milicianos a una ametralladora
franquista, siendo en el cuarto asalto cuando alzó el brazo y a ciegas tomó
la célebre foto del miliciano que cae herido en la cabeza mortalmente. Se
convertiría para siempre en la imagen más difundida
de la Guerra Civil española, un símbolo con cierto enigma y misterio que
siempre suscita interés.
Fuente: http://www.abc.es
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