"Miguel
renace constantemente entre su propia gente"
Lunes, 30 de marzo de 2015
Hace hoy 73 años, el 28 de marzo de 1942, dejó de
soplar el Viento del Pueblo, Miguel Hernández, en una celda
franquista.
Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y
recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor.
Seguramente no sabría entonces Pablo Neruda, al endeudarnos de
esta manera con Miguel, que ese deber de amor aún palpita entre los de su
clase, que aún el Compañero del Alma arranca emoción y se cuela en los
corazones de su pueblo.
Este poema está escrito por un obrero de metal, un hombre de campo que un día
tuvo que dejar su tierra y sus cabras y ponerse el “mono de astilleros”… Y la
lucha cotidiana y la conciencia de clase le acercaron irremediablemente al
Poeta. Pero este obrero que no quiere presentarse ni introducir su poema porque
“no sabría hacerlo…” sólo sabe que, cuando lee a Miguel Hernández, “me harto de
llorar con él… con sus cosas, su resistencia, su don y su bondad.”
Será por eso que Miguel renace constantemente entre su propia gente… porque
sigue teniendo que “hablar de muchas cosas” con sus compañeros del alma.
LUZ MIGUEL
Tu queja de
néctar
tu lápiz de trigo
tus manos de hierba
corazón de
pan
de acerada veta
en profunda fosa
mortaja de tierra
y de la
locura
se queja y te besa.
Se sublima
el polvo
recorres las eras
pastoreas
los prados
por pueblos paseas.
Siento las
calles
de duelo cubiertas…
tu pisada
rotunda
junto a la acequia
irriga mi
alma
con tu presencia.
Serás
inmortal
esa es tu esencia.
Por Andrés Ñil
Fuente: http://canarias-semanal.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario