El ex ministro de Defensa afirma en su libro que el
general Mena llegó a decir ante el Consejo Superior del Ejército: “Si el rey no
actúa en el Estatut, tendrá que tomar las maletas e irse de España, y los
militares actuaremos en consecuencia"
José Bono,
cuando era presidente del Congreso.
MANUEL
SÁNCHEZ
MADRID.- El
ex ministro de Defensa José Bono ha desvelado que España estuvo en “una
situación pregolpista” durante la tramitación del Estatut de Catalunya en 2006,
que le llevó a él y al entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, a estar “realmente intranquilos”.
Así lo cuenta en su segundo libro de memorias, José Bono, diario de un ministro (Planeta), donde relata los días más importantes de su vida política desde el 11-M hasta que dimite del cargo, precisamente, por sus diferencias con Zapatero en la aprobación del Estatut.
Bono, al igual que hizo en su anterior libro, utiliza para su relato el diario personal que escribió cada día desde 1992 hasta que dejó de ser presidente del Congreso, donde apuntaba todas las conversaciones que había tenido en cada jornada.
Ahora, Bono relata que aunque se supo muy poco públicamente del ruido de sables que hubo por las tensiones con la negociación del Estatut, asegura: "Hubo riesgo de que “algunos salvapatrias quisieron darnos un susto”, aunque el movimiento “era más de lengua que de tropas”.
Así lo cuenta en su segundo libro de memorias, José Bono, diario de un ministro (Planeta), donde relata los días más importantes de su vida política desde el 11-M hasta que dimite del cargo, precisamente, por sus diferencias con Zapatero en la aprobación del Estatut.
Bono, al igual que hizo en su anterior libro, utiliza para su relato el diario personal que escribió cada día desde 1992 hasta que dejó de ser presidente del Congreso, donde apuntaba todas las conversaciones que había tenido en cada jornada.
Ahora, Bono relata que aunque se supo muy poco públicamente del ruido de sables que hubo por las tensiones con la negociación del Estatut, asegura: "Hubo riesgo de que “algunos salvapatrias quisieron darnos un susto”, aunque el movimiento “era más de lengua que de tropas”.
Lo que
alertó al entonces ministro de Defensa fue conocer que el general Mena
—antes del incidente conocido durante la Pascua Militar donde ya abogó por que
los militares debían hacer cumplir el artículo octavo de la Constitución—,
había estado aún más duro en una reunión interna del Consejo Superior del
Ejército, donde llegó a afirmar: “Si el rey no actúa en el Estatut, tendrá que
tomar las maletas e irse de España, y los militares actuaremos en
consecuencia”.
Mena, que fue el primer teniente general arrestado desde la guerra civil, tenía más seguidores en estos planteamientos, lo que puso aún más nervioso al Gobierno. Bono afirma en el libro, que Zapatero le llegó a decir: “No puedo imaginar que a nosotros nos esté ocurriendo una cosa así… a los socialistas nos ha tocado, en 2006, afrontar una situación pregolpista”.
Mena, que fue el primer teniente general arrestado desde la guerra civil, tenía más seguidores en estos planteamientos, lo que puso aún más nervioso al Gobierno. Bono afirma en el libro, que Zapatero le llegó a decir: “No puedo imaginar que a nosotros nos esté ocurriendo una cosa así… a los socialistas nos ha tocado, en 2006, afrontar una situación pregolpista”.
También
desvela que el Gobierno se movió, con el permiso judicial correspondiente,
empezó a realizar escuchas, y a tener controladas las reuniones internas
que se producían de altos mandos militares. Con algunas actuaciones internas,
poco conocidas, el peligro se fue diluyendo.
En el libro, además, también desvela datos desconocidos hasta ahora sobre el 11-M, con los que pretende denunciar que José María Aznar “utilizó la mentira esos días como arma de destrucción masiva” porque, asegura, que en todo momento supo que no era ETA.
Bono relata que dos meses antes la Policía detuvo a un magrebí que declaró: “Nos vamos a vengar en Atocha… todo está preparado”. Y, además, que sólo tres días antes del 11-M, el Ministerio del Interior fue alertado de un atentado islamista inminente, “por ello, el error de culpar a ETA del atentado era disculpable para todos los españoles, menos para el ministro del Interior”, dice autor.
Asimismo, cuenta que el propio Rouco Varela, la víspera de las elecciones, mandó un sms con este texto: “Todos a votar.Perdemos. Pásalo”. En el libro, además, analiza lo ocurrido con el Yakolvlev, sus gestiones sobre la retirada de las tropas de Irak, las discusiones (que no deliberaciones) del Consejo de Ministros, etcétera.
En el libro, además, también desvela datos desconocidos hasta ahora sobre el 11-M, con los que pretende denunciar que José María Aznar “utilizó la mentira esos días como arma de destrucción masiva” porque, asegura, que en todo momento supo que no era ETA.
Bono relata que dos meses antes la Policía detuvo a un magrebí que declaró: “Nos vamos a vengar en Atocha… todo está preparado”. Y, además, que sólo tres días antes del 11-M, el Ministerio del Interior fue alertado de un atentado islamista inminente, “por ello, el error de culpar a ETA del atentado era disculpable para todos los españoles, menos para el ministro del Interior”, dice autor.
Asimismo, cuenta que el propio Rouco Varela, la víspera de las elecciones, mandó un sms con este texto: “Todos a votar.Perdemos. Pásalo”. En el libro, además, analiza lo ocurrido con el Yakolvlev, sus gestiones sobre la retirada de las tropas de Irak, las discusiones (que no deliberaciones) del Consejo de Ministros, etcétera.
Fuente: www.publico.es
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