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González Muntadas | Etica.Org.SL| 05 Marzo 2015 - 14:47 h.
Este año podría
ser muy especial para el avance de los derechos de igualdad de las mujeres en
el trabajo y en la sociedad
Se acerca el
día 8 de Marzo, Día de la Mujer Trabajadora, y comienzan a ser destacadas,
incluso en primera plana, las noticias acerca de los informes, estudios,
reportajes, discursos y debates que tratan sobre la discriminación y los
déficits en igualdad de oportunidades que padecen amplios colectivos de
mujeres en la sociedad, en la familia y el trabajo. Conoceremos, de nuevo y a
todo color, las estadísticas y gráficos que describen la realidad de las
condiciones de trabajo y la doble carga de esfuerzo y responsabilidades en la
que viven muchas mujeres en nuestro país. Volveremos a leer y escuchar los
porcentajes de la injusta brecha salarial que padecen las mujeres en relación a
los hombres en trabajos de igual valor, en muchas empresas y sectores
económicos. Y comprobaremos, otro año más, que las mujeres cargan cada día más
con el empleo precario, ahora agravados por los efectos de la crisis económica,
como denuncian los índices de contratos a tiempo parcial involuntario de las
mujeres, debido a la falta de empleo a tiempo completo y estable, por lo que no
tiene nada que ver las comparaciones interesadas con los países del centro y
norte de Europa.
Este 8 de Marzo
leeremos páginas enteras de opinión y veremos documentales y reportajes donde se
explican y denuncian las inaceptables dificultades, a veces difusas, pero
reales e implacables, que padecen muchas mujeres para progresar
profesionalmente en sus empresas, donde tienen que soportar la maternidad como
un estigma y con una clara e insalvable desventaja a la hora de asignar
responsabilidades y a la hora de acceder a la formación, aunque la igualdad de
oportunidades esté escrita en “letras de oro” en las leyes, los convenios
colectivos, o en los códigos éticos de las empresas. Seguiremos conociendo
cifras y estadísticas que nos mostrarán la clara desproporción en el reparto de
los cargos directivos y ejecutivos entre hombres y mujeres en todos los ámbitos
y niveles, algo que, además de injusto, es una permanente rémora para la mejora
de la competitividad y eficiencia de nuestra economía y de las empresas.
Pero también
vale la pena resaltar que este 8 de Marzo de 2015 nuestros sindicatos defienden
con fuerza la potente campaña de movilización mundial ¡CUENTE CON NOSOTRAS! que
ha promovido la Confederación Sindical Internacional (CSI) de la que
forman parte los sindicatos españoles. Este año 2015 podría ser muy especial
para el avance de los derechos de igualdad de las mujeres en el trabajo y
en la sociedad. ¡CUENTE CON NOSOTRAS es la invitación y el ofrecimiento -pero
también la exigencia- de conquistar un mayor protagonismo de las mujeres. Es un
grito que confirma la fuerza del lenguaje como primer paso de la acción, y su
enorme poder capaz, en tan solo una frase de tres palabras, de recoger con más
fuerza el contenido que pueda dar un discurso de 100 páginas.
¡CUENTE
CON NOSOTRAS! Es un grito que debería ser oído en todos los rincones del
planeta, una reclamación a todas las estructuras de poder, y al conjunto de la
sociedad. Un grito que debería oírse en todos los centros de trabajo,
ofreciendo la participación y el compromiso -pero también exigiendo
protagonismo- de las mujeres sindicalistas de todo el mundo, dirigido los a
gobiernos, a los responsables políticos, a los medios de comunicación, a los
empresarios, y dirigido también a sus propias organizaciones. Una reclamación
del cambio cultural que empuje a superar esas arraigadas convenciones sociales
y creencias y cambiar esos patrones de pensamiento, pero también esos intereses
económicos que generan y se sirven del mantenimiento de las desigualdades. Este
año nos vuelve a recordar que este 8 Marzo debería impulsar el compromiso de
todas las personas, mujeres y hombres en las empresas, para afrontar el reto de
atender, remover y mejorar las relaciones laborales, la acción sindical y la
negociación colectiva, para superar los conocidos obstáculos laborales,
sociales, convencionales y familiares que impiden en tantas ocasiones ir mucho
más allá de las buenas palabras y las buenas intenciones cuando se habla de
igualdad de oportunidades y de derechos en el trabajo.
Este 8 de marzo
podría ser especial si las organizaciones y las personas responsables de esta
valiente e inteligente campaña promovida por el sindicalismo internacional
asumen en serio que se trata de algo más que unas páginas de internet en
decenas de idiomas o en miles carteles. Y podría ser especial, si ese grito es
traducido en acción, iniciativas y propuestas que de verdad hagan avanzar la
igualdad real de derechos[MS1] .
Fuente: www.nuevatribuna.es
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