La dictadura franquista no puede difuminarse con el paso del tiempo. Es una
etapa fundamental de nuestra Historia que es preciso dar a conocer a las nuevas
generaciones. Ibáñez Salas ha escrito
un libro para hacerla más accesible. La divulgación al servicio de la memoria
colectiva.
nuevatribuna.es 22 de Marzo de 2015 (22:44 h.) UN LIBRO DE JOSÉ LUIS IBAÑEZ SALAS
Franco saluda a Fraga Iribarne
José Luis
Ibáñez Salas nació en
Madrid en 1963. Editor e historiador, fue responsable del área de historia de
la Enciclopedia Encarta y dirigió la colección Breve Historia de la editorial
Nowtilus. Actualmente es promotor de nuevos proyectos en Sílex ediciones,
dirige la revista Anatomía de la Historia (anatomiadelahistoria.com),
es editor en Santillana Educación y uno de los padres de Punto
de Vista Editores. Tiene a punto de entregar a su editor en Sílex
ediciones su segunda obra histórica, dedicada a la Transición, una de sus
grandes obsesiones desde el punto de vista de la experiencia colectiva de nuestro
país.
Recientemente
ha publicado El franquismo (Sílex ediciones, con versión
digital en Punto de Vista Editores), un libro que tiene la virtud de poner a
disposición del lector una visión rigurosa y a la vez sintética de tan decisiva
y dramática etapa histórica de España. Para José Luis Ibáñez Salas “el
franquismo fue una dictadura unipersonal de carácter ultraconservador que
aglutinó y arbitró durante décadas las corrientes de una coalición ganadora de
una guerra civil.”
Y en eso
consiste su libro dedicado a la dictadura franquista, un libro de divulgación
del que Ángel Viñas afirma en su prólogo:
“En base a
la literatura, especializada o de síntesis, Ibáñez Salas ofrece al público
generalista esta breve obra como quintaesencia de sus muchas lecturas sobre la
evolución política, económica y social española entre 1931, fecha de
establecimiento de la Segunda República, y 1975, cuando muere el general
Francisco Franco. […]
La
divulgación no tiene solo que ver con el conocimiento del pasado. Es un
elemento de formación cívica, de espíritu crítico y de concienciación moral.
Debemos saber de dónde venimos para saber adonde vamos. Cuantos más sean los
ciudadanos que estén informados sobre el pasado mejor estarán dispuestos a
establecer continuidades y discontinuidades en la evolución de la política y de
la sociedad. En este sentido, el libro de Ibáñez Salas muestra con lucidez las
muchas sombras, y los pocos claros, de un régimen como el pasado sobre el cual
siguen pesando las apisonadoras de la desmemoria y de la manipulación.”
A
continuación reproducimos una parte significativa del epígrafe titulado
“Crecimiento económico de una monarquía tradicional”, perteneciente al
tercer capítulo (“El desarrollismo: un régimen viento en popa. El segundo
franquismo”) de El franquismo. Si tenemos en cuenta que el
desarrollismo económico, sobre todo a partir de los años sesenta, fue decisivo
paa que la dictadura adquiriera ciertos aires de "modernidad"
mientras la represión y el secuestro de las liberatades más elementales se
mantenían intactas, es necesario desmitificar la idea, extendida en algunos
sectores, de que el tardofranquismo fue una suerte de "dictablanda",
parece más que conveniente, reproducir fragmentos del capítulo en el que José
Luis Ibáñez Salas se extiende sobre ese período, como pórtico a la lectuira
íntegra del texto, cuyo enlace insertamos al final. En él se analiza su
evolución económica y jurídica y se resalta cómo el llamado "milagro
económico" se sustentó en la emigración forzosa de un millón y medio de
españoles. He aquí los fragmentos.
"No
debemos olvidar que pese a que España iba tomando trazas de ser un país normal
del occidente europeo, insertado aparentemente en el tiempo que le tocaba
vivir, el franquismo no dejaría nunca de defender enérgicamente la base sobre
la que se asentó durante la Guerra Civil en la que venció: la idea de una
patria indivisible identificada casi telúricamente con el catolicismo,
gobernada por una monarquía tradicional que se remonta a los estertores
de la Edad Media y que no necesita de un rey en tanto tenga un caudillo que articule
el Estado por medio de la democracia orgánica que le proporciona el
corporativismo de apariencia, solo de apariencia, nacionalsindicalista.
"Se
produce en este periodo desarrollista la consumación del proceso de
institucionalización de lo que da un poco de pereza conceptual tachar de Nuevo
Estado, tantos años después de la década de 1930 donde comenzara a
fraguarse. La última de las Leyes Fundamentales tan parsimoniosamente generadas
para dar apariencia constitucional a lo que es una autocracia se promulga el
primer mes de 1967, es la Ley Orgánica del Estado, que modificaba el Fuero del
Trabajo, la Ley Constitutiva de las Cortes Españolas, el Fuero de los Españoles
y la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado.
"El
crecimiento económico español fue espectacular entre 1960 y 1974. Solo Japón,
entre los países desarrollados, consiguió superarlo. España pasó de ser un país
agrícola a ser un país industrializado, pasó de tener un 40% de su población
activa dedicada a tareas agrarias en 1960 a que solo las llevaran a cabo en el
año 1981 un escuálido 14%; de manera que, como afirma por ejemplo el
historiador británico Nigel Townson, la dictadura franquista gobernó “durante
el periodo de mayor expansión económica de la historia española”. El crecimiento
se apoyó en la propia bonanza económica del mundo occidental y, a su vez, en
tres pilares: la emigración (interna y externa), las inversiones extranjeras y
en un subsector especialmente, el turismo."
Fuente: www.nuevatribuna.es
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