El supervisor eleva al
2% el recorte de los sueldos en el pasado 2012
Llega a esta
conclusión tras corregir la pérdida del empleo de peor calidad
Miércoles, 26 de febrero de 2014
Por Álvaro
Romero / El País
Un grupo de personas hacen cola en
una oficina del INEM de Madrid. / EFE
El Banco de España ha comprobado
que los salarios han caído el doble de lo que dice la estadística porque, tal y
como explican los expertos del supervisor, los datos oficiales no tienen en
cuenta que la crisis se ha cebado con el empleo de peor calidad. En un capítulo
especial del boletín económico de febrero, el organismo que dirige Luis María
Linde pone negro sobre blanco lo que muchos hogares
españoles ya percibían por sus crecientes dificultades para llegar a
fin de mes.
Tal y como reconoce el supervisor,
la larga crisis económica se ha llevado por delante un mayor número de puestos
ocupados por trabajadores peor cualificados y de menor experiencia, que eran también
los que tenían sueldos más bajos. Por este motivo, el Banco de
España reconoce que "la evolución salarial agregada" del mercado
laboral español se ha visto inflada de forma artificial por la pérdida de peso
relativo de quienes menos cobraban.
A modo de ejemplo, el supervisor
recuerda que, entre 2008 y 2012, un periodo en el que la economía española
atravesó dos recesiones y en el que la tasa de paro subió del mínimo del 8%
hasta el récord del 26%, los trabajadores de menor nivel educativo han pasado
de representar el 14,8% del total de ocupados al 10%. Asimismo, añade el texto,
la participación de los trabajadores de menor antigüedad en la empresa se
redujo con intensidad porque los temporales han sido los primeros en ser
despedidos con la llegada de los problemas. En concreto, los empleados con más
de tres años de experiencia pasaron de representar un 61,7% del empleo en 2008
a un 73% en 2012. La tercera variable relevante para el análisis, la edad, el
peso de los jóvenes se ha reducido en nueve puntos porcentuales.
Todos estos "cambios tan
pronunciados en la composición del empleo", comentan los autores del
capítulo, han causado "efectos estadísticos realmente
significativos". De hecho, reconocen que explican "una parte del
incremento de los salarios reales que se observó en las fases iniciales de la
crisis". Por este motivo, sostienen que "es preciso tener en cuenta a
la hora de hacer un diagnóstico preciso sobre la evolución de los costes
laborales". Para ello, han recurrido al análisis de lo sucedido durante
los años de la crisis con los sueldos de un mismo grupo de trabajadores a modo
de muestra representativa del conjunto.
Tras este ejercicio teórico, la
conclusión a la que han llegado los expertos es que tras venir subiendo desde
2006, los salarios "iniciaron una progresiva moderación", algo que
por otra parte coincide con lo que indicaban los datos de remuneración de la
Contabilidad Nacional. A partir de 2008, los cambios en la composición del
mercado laboral fueron tan intensos que empezaron a trastocar la estadística
hasta ocultar que en 2010 los sueldos ya estaban cayendo cuando los datos oficiales
aseguraban que se quedaron estancados. "El proceso de moderación salarial
que comenzó en 2010 podría ser algo más intenso de lo que indican las
estadísticas agregadas sobre costes laborales", indica el Banco de España.
En los gráficos con los que
acompaña el informe, el Banco de España calcula que frente al descendo medio de
los salarios reales de 2012, que fue del 1%, el recorte corregido el llamado
"efecto composición" fue ligeramente superior al 2% en las bases de
cotización de los trabajadores.
Según el INE y su encuesta de
costes laborales, considerada como una de las estadísticas más fiables para
analizar la evolución de los sueldos, los salarios cayeron en España por
primera vez en el cuarto trimestre de 2012. Y lo hizo con fuerza con un recorte
del 3,6% interanual arrastrada por la supresión de la paga extra a los
funcionarios. El último dato publicado corresponde al tercer trimestre y arroja una caída
mucho más moderada del 0,2% y, a buen seguro, volverá a tasas
positivas en los últimos meses de 2013.
Pese a la evidencia, el Gobierno ha
tardado en reconocer la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores hasta
el punto de que el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llegó a decir el
pasado octubre en el Congreso que los salarios no bajaban. Entonces,
la dureza de la crisis y el ajuste laboral ya habían acabado con cualquier
resistencia por parte de la estadística a mostrar la realidad que, desde muchos
meses antes, ya vivían día a día los hogares españoles. Sin embargo, tras
asumir el recorte de salarios como un efecto de la necesaria devaluación
interna, ahora el Ejecutivo se ha colocado en el extremo opuesto y no duda en
presumir de la mejora que presenta desde el punto de vista de la competivididad
la rebaja de salarios.
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