ÉVOLE Y EL BILLAR A TRES BANDAS
“En La Sexta se juega por la izquierda mientras la pelota va hacia
a la derecha… Évole no se atrevió a dejar “en pelota” al
Rey”
"Évole optó por
'legitimar' la versión monárquico-franquista"
26/2/2014 Carlos Tena
Parece ser que el espacio
“Salvados” ha emitido un programa de esos que baten récords de audiencia.
Un falso documental que no
llega ni a ser la sombra de “Zelig” (lo mejor de Woody Allen), pero se queda en
“Inocente, inocente”, aunque sin Alex de la Iglesia.
Se trataba de manipular
aquel fracasado golpe conocido como 23-F, inventando una supuesta reunión de
responsables políticos y militares (además de algunos periodistas), que tuvo
lugar en el Hotel Palace, semanas antes del asalto al Congreso.
Lo chusco fue que el
entrevistador dedicó su tiempo a jugar con la candidez de la audiencia. Para
ello, nada más creíble que entrevistar a personalidades de todas las áreas
sociales, culturales y políticas, a quienes iba formulando preguntas
intercaladas con testimonios variopintos sobre un supuesto complot, del que el
Rey saldría beneficiado.
Al final del espacio, el
inventor del exitoso cacharro confesaba que todo había sido un cuento de
Calleja. Y no era 28 de diciembre, sino 23 de febrero. Ni hubo reunión en el Hotel,
ni estratagema. Todo había sido una broma en alta definición.
No se trataba de un nuevo
Orson Welles alucinando a la audiencia con un golpe de estado terrícola a manos
de extraterrestres, pero casi. Lo avalaban Gabilondos, Ansones, Serras y
Leguinas, agentes y otras gentes cuasi alienígenas.
Évole, que debía ser un
niño en aquella fecha, sabe que el 23-F fue una añagaza y no un golpe tal y
como le habrán contado las lenguas oficiales, o como se dice en las
publicaciones de época o como habrá visto en algunas de las películas
realizadas a mayor gloria del ahijado de Franco, en las que se colocaba al
monarca Borbón poco menos que a la altura de un verdadero demócrata.
Pero tal vez, Évole haya
oído hablar (e incluso conozca de cerca) de “La CIA en España” (que un servidor
tuvo el honor de presentar en la Feria del Libro de La Habana) o de “Crónicas
de la Transición“, ambos del excelente investigador y periodista Alfredo
Grimaldos (y erudito flamencólogo), la máxima autoridad en el campo de la
investigación sobre ese oscuro y tenebroso tiempo.
Es entonces cuando se
enciente la bombilla y salta la chispa de la vida en la cabeza del “incisivo”
reportero.
Jordi, que juega siempre a
tres bandas, arma el taco y golpea sobre la bola amarilla: la versión oficial,
pero manteniendo en vilo a los personajes cercanos a la asonada.
El impacto lo recibe la
amarilla: una adaptación sobre el asalto, amañada con la teatralidad exigible
en la TV para un programa que buscaba audiencia.
Tras el choque, logra la
carambola al alcanzar a la roja: el silencio sobre esa otra realidad que
Grimaldos demuestra, aportando toda clase de documentación, con rigor, gracia y
objetividad, virtudes condenadas en el periodismo español desde hace decenios.
Apostar por el más que
evidente “autogolpe” de Estado, tal vez era pedir peras al olmo del simpático
Jordi, que ha querido poner en solfa, indirectamente, a quienes han tenido el
valor de denunciar los tejemanejes ocultos de la transición.
Évole optó por “legitimar”
la versión monárquico-franquista, bromeando sobre una intervención real en el
golpe, ratificada por los informes derivados de los cientos de horas de
investigación que Grimaldos y otros admirables autores han plasmado en sus
obras.
Jordi ha tirado por la
calle de en medio, tomándole el pelo a tirios y troyanos con una burla nacional
para la que contó con la flor y nata de la impostura. Su majestad habrá reído
con la chanza de Évole.
En La Sexta se juega por la izquierda mientras la pelota va hacia a la derecha… y que sigan marcando goles desde esa banda. Évole no se atrevió a dejar “en pelota” al Rey.
En La Sexta se juega por la izquierda mientras la pelota va hacia a la derecha… y que sigan marcando goles desde esa banda. Évole no se atrevió a dejar “en pelota” al Rey.
Évole ha hecho un
estupendo regaló de aniversario al monarca: un traje nuevo, color democrático,
para que el Borbón cubra sus vergüenzas.
Por cierto ¿saben que el
presentador ya tiene cita en la Zarzuela para reunirse con Juan Carlos?… ¡Que
no, hombre, no¡… Que es broma…
(*) Título original: "Évole y el billar a tres bandas"
Fuente: http://www.lahaine.org/
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