Ian Gibson habla del
escritor andaluz como si fuese de su familia. Acaba de publicar un libro
infantil sobre sus poemas más populares. "Machado despreciaba la derecha
española y despreciaría la de hoy”, afirma el biógrafo, que tiene esperanzas en
que Andalucía se convierta en la "reserva moral" de España
María Serrano
/ Sevilla / 22 feb 2014
Ian Gibson habla de la figura de los
poetas andaluces de la guerra como si hablara de su propia familia. Conoce como
biógrafo oficial, la vida exacta y el detalle de las obras de poetas como
Antonio Machado o Federico García Lorca. El ajuste de cuentas con la historia a
tan altos nombres tiene aún capítulos pendientes. Desde su barrio de Lavapiés
en Madrid y con la reciente publicación de un libro infantil sobre los poemas
más populares de Machado, denuncia “los 130.000 cadáveres que todavía hay en las
cunetas”. Falta aún por hacer un importante camino para andar en la verdadera
justicia de la memoria, como diría el poeta Machado, de cuya muerte se cumplen
hoy 75 años.
Hispanista inglés, se ha definido en
algunas ocasiones como un “guiri entrometido” con la investigación de los
poetas españoles más consagrados de la guerra civil. ¿Qué fue lo que le
conmovió de Machado para iniciar una profunda investigación de su obra?
Lo del guiri y de la intromisión es
una broma española, claro está (entre risas). Han sido muchos años de
frecuentar la obra de Machado y de ir adentrándome en ella poco a poco. Él es
mucho más que el poeta de Campos de Castilla, el primer libro suyo que
leí, y poco a poco le fui conociendo en otros aspectos de su trayectoria
literaria y humana. Juan de Mairena, por ejemplo, me impresionó y me sigue
impresionando. Como yo ya sabía francés antes de empezar a aprender español,
había leído a Baudelaire y Verlaine y me interesó en seguida la influencia
sobre el joven Machado -el Machado de las Soledades- de la poesía simbolista
francesa, sin la cual no es el poeta que es. En fin, como todos los grandes
escritores, tiene muchos matices, mucha enjundia. Y las ideas políticas claras.
¿Cuándo decidió hacerse biógrafo
personal del poeta?
Cuando ya iba terminando mi biografía
de Dalí, después de la de García Lorca, mi intención era seguir con Luis Buñuel
y así llevar a buen puerto mi soñada trilogía de los tres amigos. Pero no pudo
ser. Los editores no estaban dispuestos a invertir un dinero adecuado en el
proyecto, alegando que Buñuel no era tan conocido mundialmente como Dalí, etc.,
y que no lo recuperarían. Fue una gran decepción. Al ver frustrado aquel
proyecto decidí escribir la biografía de Antonio Machado, sabiendo de antemano
que iba a ser imposible que la tradujesen a otros idiomas. Y así ha sido.
Después pude rescatar mi proyecto buñueliano, pero solo he logrado la primera
mitad de su vida.
¿Qué poeta diría que esta más de moda
en estos tiempos: Machado o Lorca?
Muchísimo más Federico, no hay comparación.
Lorca es un creador más polifacético que Machado. Y, por otro lado, el teatro
de Machado –bueno, de Machado y su hermano– hoy no interesa más que a los
estudiosos mientras no hay día en que, en algún lugar del mundo, no se repongan
obras del granadino. A mí no me cabe duda: Lorca es el gran genio.
¿Qué puntos comunes destacaría entre
ambos?
Los unía el fondo común andaluz, desde
luego, y la pasión por la cultura popular del sur. Se conocieron en Baeza, como
se sabe, cuando Lorca era todavía más músico que poeta, y Machado se dio cuenta
en seguida de que aquel joven estudiante era un portento. Siguió con
fascinación su carrera ascendente y me consta que salió tan conmovido de una
representación de Bodas de sangre que le escribió al respecto. Su elegía
al poeta tiene versos escalofriantes.
¿Cómo hablaba a sus alumnos ingleses
de Antonio Machado?
¡Apenas recuerdo! ¡Fue hace tantos
años! Creo que les invitaba a comparar los poemas castellanos de Machado con
los de los poetas “paisajistas” británicos del siglo XIX. Por cierto, me
fascinó, cuando escribía mi biografía, descubrir que conocía la poesía de
Robert Burns, que canta las tierras altas de Escocia con tanto fervor como
Machado la altiplanicie soriana.
¿Se arrepiente alguna vez de haber
dejado las aulas en las universidades de Belfast y Londres para lanzarse a la
aventura de conocer a fondo la vida de poetas exiliados y represaliados de la
guerra civil?
En absoluto, aunque fue una locura
porque, como todo el mundo sabe, casi nadie puede vivir de los libros. Me
apresuro a señalar que no lo habría podido hacer sin el apoyo incondicional de
mi mujer y -aunque no pudiesen elegir- de mis hijos. Descubrí mi vocación de
hispanista gracias a la obra de Lorca. Haber sido su biógrafo es mi mayor
satisfacción. Lo cual no quiere decir que no esté medianamente contento con la
de Machado. Reconozco que me costó más llegar al fondo del pensamiento
filosófico del poeta, al no tener los estudios suficientes, pero ningún
biógrafo es perfecto.
Machado murió olvidado en el exilio.
Tardaría muchos años en poder leerse de nuevo su obra en la España democrática.
¿Se ha hecho realmente justicia a estos poetas marcados por la Guerra Civil
española?
Creo que no. Tampoco a los otros
exiliados. Tampoco a los muertos. El Estado español no ha hecho los deberes con
las víctimas del franquismo. Creo que es una vergüenza. Una vergüenza cada vez
más denunciada fuera, y con razón. ¡130.000 cadáveres todavía en cunetas!
Machado despreciaba la derecha española y despreciaría la de hoy, que al
parecer no ha aprendido nada de la historia. Todavía no sabemos exactamente
dónde yacen los restos de Lorca, que sigue siendo el desaparecido más célebre
–y más llorado– de la Guerra Civil. ¡Si ni sus propios familiares quieren
localizarlo, con argumentos que no convencen a nadie! Me parece lamentable. Mi
opinión es que España no podrá levantar nunca la cabeza si no resuelve este
asunto, que sería muy fácil si la derecha tuviera una pizca de magnanimidad.
Hay una excepción que nunca dejo de señalar: el PP de Málaga, con Paco de la
Torre a la cabeza, que no ha impedido la exhumación de tantos miles de víctimas
de la vesania fascista.
Si volvemos a gobiernos de derechas
sin interés por la cultura, ¿cómo se puede rescatar la memoria de poetas como
Lorca o Machado en las escuelas o bibliotecas públicas? La publicación reciente
de su libro Machado para niños y niñas ¿es un intento de erradicar esa
falta de conocimiento?
Pese a dichos políticos la verdad se
va conociendo poco a poco y tengo puestas muchas esperanzas en la actual Junta
de Andalucía, al fin y cabo también Estado. ¡Por lo menos en un punto del país
está en el poder un gobierno progresista! No conozco a Susana Díaz pero me
gusta su discurso. Le deseo mucha suerte. A ver si Andalucía logra ser la reserva
moral, ya que no espiritual, de España. En cuanto a mi librito sobre Machado,
la idea del editor me parecía admirable y acepté. Creo que las ilustraciones
son muy bellas. A estas alturas yo solo creo en la cultura. Y si no le damos
cultura a los niños, que son el futuro, ¿qué pasará con el país?
¿Cómo vería Machado este panorama de
crisis y recortes en la educación cuando su padre Demófilo y él mismo eran
firmes defensores de la Institución Libre de Enseñanza?
Yo creo que estaría profundamente
decepcionado y crítico con el sistema. Los Machado eran republicanos
inveterados y muy antiborbónicos. Me permito creer que en estos momentos D.
Antonio estaría soñando con la República Federal Ibérica.
Fuente: http://www.andalucesdiario.es/
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