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27 febrero, 2014 por victorjsanz
Joan Tafalla, historiador y coautor de ‘La izquierda
como problema’, entre otras obras, sostiene que la situación del empleo en
España se ha convertido en un problema estructural, y que la salida de la
crisis pasa, en su opinión, por dejar la Unión Europea y el euro. “Los países
periféricos nos tenemos que unir y no pagar la deuda; es necesaria una
soberanía monetaria”, sentencia Tafalla
-Defiende la Europa del empleo. ¿Es posible?
-Las posibilidades que hay en España para mejorar su
situación social desde mi punto de vista, ahora son cero. Si no cambia el
diseño de la Unión Europea, el sistema está hecho para que haya un centro y una
periferia. Y a España le toca el papel de periferia y no hay ninguna
posibilidad de mejorar. Alemania y Francia son los fundadores, potentes, y son
los que diseñan ese artefacto que llama Europa, pero que es la Unión Europea. Y
para solucionar problemas, como el paro, hay que cambiar las reglas de los
países periféricos de Europa.
En
opinión de Tafalla, permanecer en la UE no hará sino perpetuar el problema estructural
en que se ha convertido el desempleo.
-¿A qué se refiere?
-Creo que los países periféricos nos tenemos que unir
para diseñar políticas que empiecen por no pagar la deuda, es decir, hacer una
quita importante de la deuda, y por intentar controlar el flujo de capitales, a
base de una banca pública, y preservar los depósitos. Y ahí viene la necesidad
de tener una soberanía monetaria.
-¿Volver a la peseta?
-Sí. O avanzar hacia una moneda de los países
periféricos.
-¿Quiénes son los países periféricos?
-Pues los llamados PIG: los países cerdos… Portugal,
España, Grecia, Italia e Irlanda. Irlanda tiene otra vía, pero los países del
Mediterráneo, al sur de Europa, tenemos más cosas en común que con Alemania.
-¿Está diciendo que el paro de España es culpa de la
Unión Europea?
-Nuestro paro ya no es coyuntural, sino estructural.
El Parlamento Europeo juega a ser caja de determinados debates ideológicos,
pero los que mandan son la Comisión Europea y el Banco Central. La Comisión no
es elegida democráticamente, sino que actúa como un estado de excepción. Al
Gobierno español, por ejemplo, le dice dónde se ha equivocado y lo que tiene
que cambiar en el trámite presupuestario. Y le dice a la oposición lo que puede
o no modificar. El ejercicio de soberanía básico, que es que cada país discuta
su presupuesto, es inútil y viene determinado.
-¿Qué posibilidades plantea para cambiar la situación?
-El problema central está en los Tratados de Lisboa,
que eliminan la soberanía nacional, y en una moneda única que no tiene como
respaldo ni un Estado ni una política fiscal única. El euro está diseñado para
proteger la política mercantilista de Alemania. Al mismo tiempo, se dictan unas
políticas que comportan que las deudas de los bancos sean pagadas por los
ciudadanos, vía presupuestos del Estado o vía la reforma fiscal. Los países
periféricos no tienen ninguna posibilidad de tener un desarrollo autónomo,
sostenible, y que permita dar a la mayoría de la población una vida digna.
-¿Propone una especie de Unión Europea de los países
del sur de Europa?
-Avanzar en una línea de cooperación y salir de ese
polo actual. Es la única salida. Lo que ocurre es que no hay claridad en los
partidos políticos. Pero permanecer en esta Unión Europea y en este euro
significa perpetuar la miseria de por vida.
-¿Qué le parece la alta abstención que, según las
encuestas, se va a producir en las próximas europeas del 25 de mayo?
-Es difícil que haya una buena participación. Los
partidos se lo plantean como un refrendo de su política interna y eso es muy
negativo. Los ciudadanos no conocen las posibilidades del Parlamento europeo
para cambiar sus vidas, porque los partidos no se las explican. Son unas
elecciones como muy ideológicas. No hay nadie que explique que la Unión Europea
determina que España tenga cerca del 26% de paro.
-Y si salimos del euro, ¿vamos a estar mejor?
-Vamos a tener más instrumentos para poder articular
nuestra política. El PP no está y la izquierda no se atreve a mirar a la cara
el problema y se presenta con un programa para crear empleo, proteger las
pensiones, la sanidad, la enseñanza, un desarrollo sostenible, etcétera, sin
tener los instrumentos para llevarlos a cabo. Repito. Hay que dejar de pagar la
deuda y tener un banco central español, es decir, tener moneda y soberanía nacional
sería esencial.
-¿Sería un reclamo electoral defender su posición?
-Todos los datos nos apuntan que la Unión Europea no
es buena para España y lo preocupante no es la derecha política, que pacta su
espacio en esta Europa alemana y no le importan las consecuencias sociales,
sino que la izquierda no se atreva a mirar a la cara y explicarlo. Salir del
euro nos puede llevar a una situación muy difícil durante unos años, pero es
más difícil la que estamos ahora. Si tenemos el dominio sobre la moneda podemos
decidir devaluar y, por tanto, mejorar nuestra situación de competitividad.
Podemos decidir las políticas industriales, agrícolas, el modelo de desarrollo
que se quiere para el país… El inicio de la Unión Europea fue positivo. Pero
ahora el capital dominante es alemán. ¿Salir del euro es una decisión dura? Sí,
pero habría que explicárselo a la gente y peor de lo que estamos va a ser
difícil que estemos.
La Opinión (A Coruña)
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