¿A qué responde la
cerrada unanimidad en elogios y lacrimógenos recuerdos de los medios de
comunicación españoles?
Miércoles, 17 de septiembre
de 2014
Por ADAY QUESADA, CORRESPONSAL DE
CANARIAS-SEMANAL EN MADRID.- ¿Quién murió hace apenas unos días?
¿El dueño de unos grandes almacenes o un presidente de gobierno? A la luz del
tratamiento que los medios de comunicación han dado al fallecimiento de
Isidoro Álvarez, diríase que se trataba de un alto mandatario
institucional. Pero no. La prensa, la radio y la TV, en un
inusitado despliegue laudatorio, dedicaron centenares de páginas, artículos,
obituarios, biografías e, incluso, documentales, a la desaparición física del
presidente de El Corte Inglés. Sorprende, igualmente, la
sospechosa y cerrada unanimidad con la que los medios han tratado la imagen y
la trayectoria del empresario. Ni un error, ningún desacierto en la
gestión de sus negocios, nada que reprochar en el itinerario empresarial
recorrido por Álvarez.
El
buque insignia de la Transición española, el periódico "El
País", entre convulsiones de emoción llegó a definirlo como "todo un empresario
emblemático". Nada menos que cuatro páginas a texto
completo le dedicó el rotativo madrileño que desde la sombra dirige Juan
Luis Cebrián, antiguo ejecutivo de los espacios informativos de la
televisión española del franquismo. En un artículo titulado "Muere el gran patrón del
comercio", el periódico definía al empresario como el
prototipo del hombre que se hizo a sí mismo en una España que se había puesto
en marcha con el desarrollismo. Sin embargo, nada más alejado de la
auténtica biografía de Isidoro Álvarez, que heredó todo su
fortunón de manos de su tío el multimillonario Ramón Areces.
En el periódico "El
Mundo", portavoz de la ultraderecha emboscada española, las
lisonjas de las que fue acreedor Alvarez superaron todo lo
previsible. El
rotativo anegó sus páginas con un auténtico tsunami de loas que rayaron casi en
lo metafísico. "Con
la desaparición de Isidoro Álvarez se va algo más que el presidente de un gran
grupo empresarial", proclamaba a los cuatro vientos su
editorial.
En algunas de las
casi 11 páginas que el periódico dedicó al prócer de los grandes almacenes, el
diario entrevistó a múltiples representantes del sistema. Carme
Chacón, la que fuera ministra de Defensa del gobierno de
Zapatero, rememoró en un artículo dedicado al gran mercader un emotivo
encuentro que tuvo con él
"Cuando nos
encontramos le habían advertido de mi paso por "El Corte Inglés" como
una joven dependienta. Yo era entonces Ministra de Defensa y él ya
veterano presidente de la empresa. Conversamos largo rato sobre la
coyuntura económica y la crisis de consumo. Al final, evoqué la anécdota
de nuestro primer encuentro, cuando yo era una joven a punto de ingresar en la
Universidad y a él le quedaban unas semanas para convertirse en presidente de
El Corte Inglés… Recuperó aquella media sonrisa característica y me dijo con su
voz ronca: "sigo pensando lo mismo sobre los clientes, Carme: siempre
tienen razón".
¿A qué
se trata de una anécdota entrañanblemente conmovedora viniendo de una "socialista"?
Al nombre de la ex ministra vinieron a añadirse los de otros muchos personajes
en la lista de sufridos condolientes, tales como Juan Rosell,
presidente de la CEOE, la inefable lideresa Esperanza
Aguirre, Pablo Isla, de Inditex, Juan Roig,
de Mercadona, Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola,
etc., etc. Incluso la mismísima hija del ex monarca participó en las exequias
de Isidoro Álvarez, aunque a ella nadie se atreviera a
preguntarle nada por si no sabía que contestar.
Ni que
decir tiene que los panegíricos en el resto de la prensa, en muchos casos,
multiplicaron el ranking alcanzado por "El País" y "El
Mundo". Pero, ¿a qué se debió la contundente unanimidad en
torno a la biografía de un personaje que, de acuerdo a como nos lo han
presentado, no tuvo jamás mácula alguna?
Pero
lo que nadie se atrevió a decirnos en las páginas de la prensa miserable es que
El Corte Inglés es el mayor anunciante en los medios de
comunicacion españoles. Solo en el año 2011, antes de que la crisis
empezara a resquebrajar las cuadernas de la nave de estos grandes almacenes, la
dirección de la empresa invirtió en publicidad nada menos que 148,5
millones de euros. Un volumen de inversión publicitaria solo
superada por Procter And Gable, la empresa de bienes de
consumo más grande del mundo. Resulta, pues, más que "razonable" que
ninguno de los sumisos medios de comunicación españoles, tanto en las ondas
como en el papel, se atrevieran a insinuar la más leve mancha en la
"impecable" trayectoria vital de Isidoro Álvarez.
Resultaba más rentable desde el punto de vista crematístico inventarse una
biografía ejemplar del empresario negrero desaparecido.
.UNA EMPRESA NEGRERA
La visión que ha proporcionado la prensa acerca de la vida y obra de
Álvarez no coincide, desde luego, con la que de él tienen sus
trabajadores, de los cuales más de 3.000 fueron despedidos en el curso del
pasado año. Hemos extraído estos significativos párrafos de un dramático
relato elaborado por trabajadores de Hipercor de cómo se cuece
realmente la vida laboral dentro de la empresa, que contrastan con
la versión rosa con la que los medios nos han bombardeado estos días.
"El poder económico, como tradicionalmente ocurre en el sistema capitalista, no queda reducido al ámbito de la empresa sino que extiende sus garras a otro negocio como es el de los medios de comunicación, donde ni tú ni yo seguramente hayamos visto o leído en la vida algo que vaya en contra de El Corte Inglés, de sus prácticas mafiosas o de la explotación a la que somete a sus trabajadores. La empresa parece un gigante invencible que fija precios, financia su propio dinero, domina a sus trabajadores y crece, crece sin parar".
"El poder económico, como tradicionalmente ocurre en el sistema capitalista, no queda reducido al ámbito de la empresa sino que extiende sus garras a otro negocio como es el de los medios de comunicación, donde ni tú ni yo seguramente hayamos visto o leído en la vida algo que vaya en contra de El Corte Inglés, de sus prácticas mafiosas o de la explotación a la que somete a sus trabajadores. La empresa parece un gigante invencible que fija precios, financia su propio dinero, domina a sus trabajadores y crece, crece sin parar".
"En lo profundo de todo este mundo de mercancías e ilusión que vende la
empresa nos encontramos los trabajadores. Empleados, vendedores, reponedores,
cajeras, limpiadoras, vigilantes, subcontratas, transportistas, etc. Todos
trabajamos por un salario en el mismo centro de trabajo. Vivimos de ese salario
aunque nos cuesta llegar a fin de mes. Tenemos intereses comunes más allá de
que a la salida nos decimos "hasta luego" y no nos vemos hasta el día
siguiente, aunque muchas veces no nos damos ni cuenta. En el piso, en la calle,
en el bar… tenemos nuestras preocupaciones pero cuando entramos a trabajar es
diferente. Aquí somos uno más, y tus problemas no pintan nada porque hay que
trabajar".
"Nos tratan como una mercancía más, nos compran a cambio de un dinero, nos
mueven a donde nos necesitan y a los que consideran que sobran...a la calle. Se
dedican a calcular sus beneficios reduciendo personal, aumentando nuestras
funciones, manteniendo nuestros salarios estancados, precarizando nuestras
condiciones laborales, etc. Todo esto (nos repiten) en nuestro beneficio, ya
que si la empresa va bien entonces "ganamos todos". Pero cada vez
somos menos, cobramos poco y trabajamos más"
"Los
trabajadores de la empresa cobran 600-700 euros según el convenio de comercio y grandes almacenes.
Las subcontratas cobran por lo general menos, tienen diferentes convenios
(limpieza, seguridad, etc.) o directamente están sin convenio (servicios
auxiliares). Otros están en negro cobrando una miseria por jornadas de 12 horas
(transportistas)".
"Arriba de nuestras cabezas se encuentra un entramado de mandos, jefes y
"sindicalistas
profesionales"
de FASGA y
FETICO. Este
auténtico ejército de guardianes de la empresa está sobredimensionado en relación a la
plantilla.
No es casualidad. Es una estrategia utilizada en las grandes empresas del
sector (Walt-Mart, por ejemplo) para mantener sometidos y vigilados a
los trabajadores. Son los ojos y oídos de la empresa, con la inestimable ayuda, por
supuesto, del dispositivo de "cámaras de seguridad" implantado por
todo el centro con el pretexto de los robos".
"Existe además un
sistema de incentivos que aparecen en las nóminas como "complemento
personal", utilizado
por la empresa para mantener de su lado a los jefes, para financiar a los mangantes de los
"sindicatos" amarillos y también, más sutilmente, para aumentar la competencia entre los
trabajadores (
- intentando dividirnos- . Así podemos encontrarnos con nóminas de 6.000 euros que nos
demuestran adónde va a parar una parte de los beneficios que la empresa
consigue al exprimirnos".
"Prefieren mantener toda esta
estructura antes que aumentar nuestros salarios. Por lo tanto, el objetivo de El Corte
Inglés no es "mejorar
nuestra calidad de vida" sino mejorar la de sus dueños y cómplices a costa de
nosotros, los trabajadores. Así funciona el capitalismo en todo el mundo. Como el león que, para sobrevivir, se
come a las cebras".
Como podrá deducirse de la lectura de
estos párrafos, la visión que los asalariados tienen de la empresa en la
que cotidianamente se ven obligados a dejar su pellejo, nada
tiene que ver con la otra "cosmovisión"
que un personaje tan siniestro como el ex director del periódico “El
Mundo”, Pedro J. Ramírez, daba del empresario
expoliador:
"Pero tras esa resistencia el protagonismo, tras esa aversión casi enfermiza a los oropeles y a los focos, latía la audacia empresarial de quien presidía el acelerado cambio de la sociedad española, detectaba a vista de águila los nuevos hábitos de consumo… Por eso en El Corte Inglés había boutiques, corners y un club de gourmets. Por eso en el 2007 su imperio daba empleo a casi 100.000 trabajadores y no había prácticamente ninguna demanda que no pudiera satisfacer".
"Pero tras esa resistencia el protagonismo, tras esa aversión casi enfermiza a los oropeles y a los focos, latía la audacia empresarial de quien presidía el acelerado cambio de la sociedad española, detectaba a vista de águila los nuevos hábitos de consumo… Por eso en El Corte Inglés había boutiques, corners y un club de gourmets. Por eso en el 2007 su imperio daba empleo a casi 100.000 trabajadores y no había prácticamente ninguna demanda que no pudiera satisfacer".
EL
CORTE INGLÉS: UN FUTURO MUY AZUL
Pero la desaparición de Isidoro Álvarez, lejos de augurar
buenas noticias para los miles de asalariados que trabajan en sus almacenes y
empresas subsidiarias, indica todo lo contrario. De acuerdo con las
informaciones que están proporcionando los medios, la jefatura de la macro
empresa pasará a manos de su sobrino Dimas Gimeno Álvarez.
Como de casta parece venirle al galgo, el tal Dimas Gimeno, según obra en las hemerotecas, fue candidato de Falange Española Independiente (FEI) en al menos tres ocasiones: dos en las elecciones generales y otra en las elecciones catalanas de 1999.
Como de casta parece venirle al galgo, el tal Dimas Gimeno, según obra en las hemerotecas, fue candidato de Falange Española Independiente (FEI) en al menos tres ocasiones: dos en las elecciones generales y otra en las elecciones catalanas de 1999.
Al parecer, la relación de Dimas Gimeno con el fascismo viene ya de viejo y tiene raíces familiares. Su padre, Miguel Ángel Gimeno García, casado con la hermana del presidente fallecido, Isidoro Álvarez, ha formado parte de varias candidaturas de Falange, entre ellas la de las europeas de 2004. Y su hermano mayor, Miguel Angel Gimeno Álvarez, llegó a encabezar la lista de FEI a los comicios también europeos de 1994. Una lista en la que también figuraba otra hermana del hoy posible nuevo capitán de los “ejemplares” grandes almacenes.
Quien presumiblemente ostentará el puesto de mando y vigilancia de la nave de
El Corte Inglés es licenciado en derecho por la Universidad
San Pablo CEU. Gimeno inició su carrera profesional como vendedor,
después de su paso por la universidad. En 2.000, el mismo año en el que
dejó su último rastro en las listas electorales, se incorporó a los servicios
generales de la compañía, donde trabajó en distintos departamentos.
Parece claro que nos encontramos en una agitada época de
sucesiones. Quizás sea este el signo de los tiempos que vivimos. Pero,
ojo al parche, los cachorros suelen ser frecuentemente más agresivos y crueles
que los viejos y cansados mastines en retirada.
VÍDEO: LO QUE OPINA
LA CAVERNA MEDIÁTICA DE ISIDORO ÁLVAREZ Y TAMBIÉN DE SUS CRÍTICOS
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