La hemorragia electoral del PSOE no se detendrá agitando
espantajos, sino dirigiéndose a una sociedad madura con propuestas y soluciones
que tengan en cuenta tanto el cómo como el qué
28/09/2014 - 20:14h
Sorprende
la zozobra miope del PSOE que sigue empecinado en tomar aire aumentando el peso
de sus lastres. Qué triste resulta constatar que el cambio de líderes no
modifica la cultura política de este partido. La verborrea anti-Podemos de sus
líderes más visibles, con argumentos zombis como el de la "pinza",
evidencia hasta qué punto a la falta de ideas se le ha sumado un
importante deterioro de sus capacidades cognitivas. Este partido, que pasó de
transformador a turista tras haber sido vaciado de valores por el felipismo,
corre en el presente el riesgo de culminar su deriva encallando en la
irrelevancia. Ni bandazos ni soflamas posibilitarán un rumbo firme para el PSOE, sólo una singladura sincera y
colectiva que trascienda su cultura electoralista generará un contexto de
aprendizaje a partir del cual volver a ser útil.
Desandar
el camino de la nada. En su formidable Historia Interminable, Michael
Ende nos muestra que la magia que transforma se extermina a golpe de nadería.
La travesía del PSOE desde el advenimiento de la democracia ha desdibujado su
ideario. El canje de ideas por desarrollismo hipotecó la salud política de toda
la sociedad. Y, efectivamente, de aquellos barros estos lodos. La credibilidad
del PSOE como partido de izquierdas es como la de un taller de risoterapia
suministrado como tratamiento a un grupo de desahuciados. Sin dilación, el PSOE
debe desandar los caminos de la nada y recuperar sus valores, no ya como
mercancía disponible en el prostíbulo del mercado de la comunicación, sino como
reencuentro y refundación de su propia identidad. Abandonar los valores
neoliberales apostando por un modelo productivo alejado del ladrillo y la
especulación, acabar con las amnistías fiscales y comprometerse firmemente a
derogar la reforma del artículo 135 de la Constitución, por citar algunas referencias económicas, sólo sería el comienzo
del camino.
Recuperar
e innovar. El PSOE debería tener urgencia por recuperar valores,
conceptos y lenguajes de su primigenia matriz socialista. La actualización de
esos valores, la auténtica innovación social y política se está produciendo en
aquellos movimientos sociales que han acompañado la protesta con la propuesta,
teniendo además capacidad para gestionar crisis reales de personas y colectivos
reales con problemas reales. El PSOE, si quiere recuperar e innovar su ideal
socialista debería fijarse en organizaciones tan imperfectas como
imprescindibles, como es el caso de la PAH, de las mareas ciudadanas y de aquel
destello que generó, como ningún otro movimiento en este país, una autentica
ventana de oportunidad para el cambio. Me refiero, lógicamente, al 15M.
Solidaridad, colectividad, respeto a la pluralidad Personal, democracia Interna, honestidad, participación…
Arrumbar
la cultura caníbal. Pero, para que todo ello fuera posible y creíble, el PSOE
debería crear un auténtico sentimiento de comunidad interna, muy alejado y
contrario al corporativismo de familias que propició una escuela de gestión del
poder tan antidemocrática como cainita. No sólo a nivel federal, también en los
otros ámbitos, las guerras internas permanentes se han saldado en infinidad de
casos con el sacrificio ideológico y el arrinconamiento, cuando no expulsión,
de aquellos sectores y militantes situados más a la izquierda. La democracia
interna pasa inextricablemente por romper las férreas disciplinas clientelares
y crear mecanismos de democracia real que superen el mero espejismo de las
primarias, algo que, dicho sea de paso, no deberían olvidar ni las más vetustas
ni las novísimas formaciones políticas.
Respetar la inteligencia de la
ciudadanía. El PSOE debe abandonar un modelo de interrelación social basado
en la unidireccionalidad. La sociedad no es un sujeto pasivo, ni un rebaño
perplejo. Las rebeliones cívicas, la contención, la solidaridad con los más
golpeados, muestran hasta qué punto la sociedad ha madurado para defenderse de
un entramado político y económico que ha recortado como nunca los derechos más
básicos y fundamentales. Por ello, resulta erróneo rescatar del baúl de los
miedos y los chantajes aquellos mensajes que buscan identificar lo emergente
con el miedo, el caos, el populismo o lo imposible. La hemorragia electoral del
PSOE no se detendrá agitando espantajos, sino dirigiéndose a una sociedad
madura con propuestas y soluciones que tengan en cuenta tanto el cómo como el qué
Fuente: http://www.eldiario.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario