Una de las historias ocultas del mitificado
político británico
Lunes, 29 de septiembre de
2014
Por JUAN ANDRÉS
PÉREZ RODRÍGUEZ / CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El plan concebido por Winston
Curchill para pactar con Hitler, con la intención de detener a los "bárbaros rusos" ha
sido revelado por Valentín Falin, Doctor en Historia que ha
tenido la oportunidad de estudiar y analizar los archivos inéditos de la
Segunda Guerra Mundial.
El
historiador explicó su descubrimiento a Víctor Litovki, comentarista
de temas militares de la agencia RIA
Novosti, en una entrevista en la que también se refirió a otros
aspectos escasamente conocidos sobre el segundo conflicto bélico mundial Estas
son historias vetadas que no encajan en los dominantes medios corporativos,
cuyo cometido doctrinal es otro. Igual que construyen al enemigo, estos
medios van "santificando"
a los "padres protectores" que les han hecho frente o se lo
harán. Y si de un político se ha hecho una "imagen a medida", ese ha sido Winston
Curchill. Con indiscutible talento de estadista, la imagen
política de Churchill se ha tejido de una sola pieza, ocultando su lado más
oscuro, selectiva y convenientemente. Haciendo desaparecer de su
biografía abominables historias propias de un verdadero canalla.
Como First Sea Lord (primer Lord del Almirantazgo) de la Real
Marina Británica en la Primera Guerra Mundial, Churchill no
tuvo ningún escrúpulo moral en pedir para Alemania un bloqueo dirigido contra
los civiles para que la muerte por inanición de hombres, mujeres y niños
obligara a este país a la capitulación. El hambre fue atroz en aquellos
desgraciados pueblos en los que solo sobraban los nabos después que se perdiera
la cosecha de papas.
En el segundo conflicto bélico mundial, ya como primer ministro, ordenó los bombardeos
de las ciudades de Dresde y Leipzig con el fin de
romper la moral alemana, para lo cual tuvo que engañar a sus pilotos
diciéndoles que ambas ciudades tenían gran importancia industrial y era en
ellas donde se encontraba el cuartel general de los nazis. Además de los civiles
inocentes, murieron prisioneros aliados y 19
hospitales fueron destruidos. Todo esto sin considerar la
destrucción de la maravilla arquitectónica que representaba la ciudad de Dresde
para Europa.
Y hubo
más que no se cuenta. Winston Curchill concibió la
perversa e inhumana idea, que evitó la entrada del Ejército Rojo en
mayo de 1945 en Berlín, de arrojar sobre seis ciudades
alemanas cinco millones de pastillas de pienso contaminadas con carbunclo
- ántrax (*)-, en la denominada "Operación
Vegetariana". Su primer paso sería contaminar los rebaños,
después a los seres humanos, provocando una mortandad desmedida. La
versión oficial británica pretendería que no hubo más objetivo que el ganado:
si la carne se sometía a cocción enseguida quedaría esterilizaba. Pero,
¿cómo se puede utilizar el carbunclo de una manera controlada garantizando que
no afecte a las personas, siendo tan contagiosa su infección?
Desde
las concepciones "oficiales" del sentido común, tan contradictorio
como apuntó Gramsci, se "influye"
para su desarrollo actuando solamente sobre los sentidos. Sin nada de
conciencia ni razón, con el objeto de crear una intuición de confianza y fe
ciega en lo que se presenta disgregado, incoherente, irreflexivo y acrítico;
negando cualquier capacidad para establecer los nexos difíciles de causa -
efecto.
Por eso se difunde
la pulcra biografía del "influyente" político conservador inglés ,
uno de los más citados y considerados por la historiografía burguesa, y por eso
también el Parlamento Europeo quiso en 2009 declarar el 23 de
agosto como el "día del recuerdo de las víctimas del nazismo y el
estalinismo", forzando la comparación "útil" entre Hitler
y Stalin y reproduciendo el pacto con el que
hace 70 años se repartieron Europa.
Sin más, les
ofrecemos algunos fragmentos de las respuestas ofrecidas por el Doctor en
Historia Valentín Falin en su charla con el comentarista Víctor
Litovki, divulgada por La Red Voltaire, en la que se exponen, a partir
de nuevos documentos desclasificados, los mecanismos hasta ahora desconocidos
para un vasto público, los móviles de importantes decisiones del más alto nivel
político en esa época y su influencia decisiva sobre el desarrollo y desenlace
de la Segunda Guerra Mundial (Gran Guerra Patria para los
rusos).
"De cuánto iba a durar la guerra en
Europa y cuándo terminaría se discutía ya en el transcurso de la guerra, y a
partir de 1942, ello se hacía sin cesar. Para ser más exactos, se debe
reconocer que ese problema interesaba a los políticos y los militares desde 1942".
"En aquel
entonces la mayoría de los estadistas, incluidos Roosevelt y Churchill, creían
que la Unión Soviética podría resistir durante cuatro o seis semanas, al
máximo".
"Pero más tarde, […]
cuando Alemania sufrió la primera -quiero recalcarlo- derrota estratégica en la
batalla de Moscú, muchos cambiaron bruscamente de opinión. En Occidente
empezaron a expresar recelos de que la Unión Soviética pudiese salir demasiado
fuerte de la guerra, y como tal, comenzase a determinar la faz de la futura Europa".
"Con
ello se explica en mucho grado la resistencia que Churchill oponía a la
apertura del Segundo Frente en 1942".
"[…] los
militares estadounidenses procuraban persuadir a Roosevelt (existen varios
memorándums de Eisenhower al respecto) de que el Segundo Frente era necesario,
que era posible abrirlo y que su apertura acortaría la guerra en Europa y haría
capitular a Alemania, si no en 1942, en 1943 a más tardar. Pero esos
cálculos no le convenían a Gran Bretaña ni a los conservadores de la cúpula
estadounidense".
"Después de la batalla de Kursk
de 1943, que culminó con la derrota de la Wehrmacht, en Quebec (Canadá) se
reunieron el 20 de agosto los jefes de los Estados Mayores de EE.UU y Gran
Bretaña, así como Churchill y Roosevelt. En el orden del día estaba el
tema de un eventual abandono por Estados Unidos y Gran Bretaña de la coalición
antihitleriana y la formación de una alianza con los generales nazis con el fin
de librar guerra conjunta contra la Unión Soviética".
"Porque, según la ideología de Churchill y quienes la compartían en
Washington, había que detener a los "bárbaros rusos" en el Este, lo
más lejos posible, y si no derrotar a la Unión Soviética, por lo menos
debilitarla al máximo. Hacerlo, antes que nada, por las manos de los
alemanes. Así se formulaba la tarea.
"Era un plan muy viejo de
Churchill. Él había desarrollado esa idea al conversar con el general
Kutepov (**) ya en 1919".
"A
tantas historias, tantas preguntas", como diría Brecht en su Preguntas de un obrero que lee.
Notas:
(*)
Ántrax maligno o ántrax. El carbunclo bacteriano o carbunco es
una enfermedad infecciosa de curso agudo altamente contagiosa, que afecta
preferentemente a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales, incluido
al hombre tal como sucedió en esta oportunidad en la zona, 70 kilómetros al
este de la capital departamental.
(**) General
Alexander Pavlovich Kutepov. Se convirtió en unos de los jefes más
prominentes del Movimiento Blanco - fuerzas contra revolucionarias pro zaristas
que lucharon contra el Ejército Rojo desde 1918 a 1921 y apoyados por gobiernos
occidentales por el peligro comunista- luego de la revolución bolchevique de
octubre de 1917
Fuente: http://canarias-semanal.org/
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