Escrito por
Luis Egea
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Sábado, 02 de Noviembre de 2013 06:43
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Don Alfonso de Borbón Habsburgo Lorena, ex rey de España huyó
a Francia una vez que los republicanos ganaron las elecciones del
12 de abril de 1931. No lo hizo como se ha escrito en la mayoría de los
libros de historia “por su amor a España y para salvar al país de una
guerra civil”. La realidad, fue que el rey tuvo miedo de correr la misma
suerte que el zar Nicolás segundo.
El rey huyó despavorido, dejando atrás
incluso a su mujer quién tomo otro camino, ya que el rey partió de Cartagena
en un barco rumbo a Marsella y el resto de la familia marchó en tren a
Francia. Por otra parte, es importante destacar que el monarca salió de España
con el equivalente a 48 millones de euros depositados en bancos
de París y Londres. Como indica el historiador Javier Tusell, el
monarca "era odiado por la derecha, que le consideraba blando",
y por la izquierda, que le acusaba de autoritario y clerical. Los grandes
fracasos de Alfonso XIII fueron la guerra de Marruecos, su apoyo a la
dictadura de Primo de Rivera y la inestabilidad política de su gabinete,
debida -entre otras causas- al creciente impulso del republicanismo.
En las Cortes de la República, una Comisión de Responsabilidades
emitirían un dictamen que acusarían a Alfonso XIII como traidor a España;
nombrándole responsable del golpe de Estado de 13 de diciembre de 1923, y de
las dos Dictaduras que como consecuencia soportó el país. Por su irrefrenable
inclinación hacia el Poder absoluto. Por los desastres militares en la guerra
con Marruecos, que además de las pérdidas humanas gravaron el prestigio de la
nación. Por ser culpable del delito de rebelión militar y por incurrir en
delitos de lesa majestad contra la soberanía del pueblo español. Por ser Jefe
de una rebelión militar encaminada a cambiar la forma de gobierno
representativo por la de su poder personal absoluto, con el que mantuvo
privado de todas sus libertades y derechos fundamentales al pueblo español
durante siete años.
Así mismo, la Comisión de
Responsabilidades, le considera reo y degradado solemnemente de todas sus
dignidades, y derechos, y títulos, que no podrá ostentar legalmente ni dentro
ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de sus
representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado español le
declaran decaído, sin que pueda reivindicarlos jamás ni para él ni para sus
sucesores.
Aunque la gravedad de sus culpas le
harían merecedor de la pena de muerte, la Comisión, representando el espíritu
de la Cámara, contraria, en principio a esta pena, propone se le condene a la
reclusión perpetua en el caso de que pise territorio nacional. Sólo le sería
aplicable la pena de muerte en el caso de que por continuar en sus actos de
rebeldía después de destronado por el pueblo por su personal actuación y la
de sus secuaces pudiera constituir un peligro para la seguridad del Estado
republicano.
Culpable de traición, será despojado, de
todos los bienes, derechos y acciones de su propiedad que se encuentren en el
territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá
del uso más conveniente que deba darles, siendo preferente el de responder a
los perjuicios causados a la Administración pública por los actos de
inmoralidad administrativa, en los que fue notorio su influjo durante las
Dictaduras.
Esta sentencia, que aprueban las Cortes
soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno provisional
de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y
comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a
la Sociedad de Naciones.
A las 4 de la mañana del día 19 de
noviembre de 1931, el dictamen de acusación contra Alfonso XIII era aprobado
y terminada la sesión fueron aplaudidos los señores Manuel Azaña y Niceto
Alcalá Zamora. Posteriormente, el gobierno de la II República aprobaría en
Cortes la Ley de 26 de noviembre de 1931, donde Alfonso XIII sería acusado de
alta traición. Como dijo el ilustre Valle Inclán: "Los españoles han
echado al último de los borbones, no por rey sino por ladrón". El 15
de diciembre de 1938 el general golpista Francisco Franco derogaría la Ley,
en este sentido la actual monarquía está concebida bajo un régimen ilegal.
Fuentes consultadas: Diario ABC 13.11.1931
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sábado, 2 de noviembre de 2013
ALFONSO XIII TRAIDOR A ESPAÑA
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