El expresidente del organismo provincial lo
contrató para un pleito inmobiliario
El abogado Emilio Atrio (izquierda)
y José Luis Baltar / nacho gómez
El abogado
personal del cacique ourensano José Luis Baltar, defensor suyo en el proceso
judicial por el enchufismo en la Diputación, Emilio Atrio, ha cobrado medio
millón de euros por representar a la institución provincial en un contencioso
contra una inmobiliaria. El organismo provincial contrató a Atrio la
representación en los pleitos contra Flager, SA. El abogado recibió la mayor
parte de los ingresos, cerca de 400.000 euros, entre 2012 y lo que va de 2013.
Los pagos fueron ordenados por el hijo-sucesor del cacique coincidiendo con la
defensa por el mismo abogado del ya jubilado Baltar en el proceso judicial en
el que está acusado de prevaricación (el juicio se celebrará el próximo verano)
por contratar a 104 personas coincidiendo con el congreso provincial del PP en
el que se consumó la sucesión dinástica. La Diputación tiene un servicio
jurídico con tres letrados en plantilla y Baltar justificó recientemente la
contratación como asesor de la presidencia del exgerente de la disuelta
Urbaourense José Cudeiro, abogado especializado en urbanismo, asegurando que
tenía como objetivo “reforzar la asesoría jurídica” de la institución. Cudeiro
cuesta 80.000 euros anuales a las arcas provinciales.
José
Manuel Baltar Blanco ha mantenido el encargo que su padre le hizo a Atrio en
2010 para que representase a la institución en el contencioso contra la empresa
inmobiliaria Flager, SA, a la que la Diputación presidida por el fundador del
baltarismo le vendió terrenos de la finca Santamarina, propiedad del organismo
provincial, en Mariñamansa, en el municipio de Ourense, La operación
urbanística fue tildada en su día por BNG y PSdeG de “gran pelotazo”
considerando que la Diputación expropió los terrenos en 1949 con el compromiso
de dedicarlos a uso agrícola y en 2001 los vendió a Flager, para que edificara
en ellos, por 8,4 millones de euros, aunque el perito judicial los valoró en
27,4 millones.
Según consta
en la documentación oficial de la Diputación, los pagos a Atrio por esta representación
comenzaron en 2010, estando aún el primero de los Baltar al frente de la
institución. Fue en ese momento cuando la inmobiliaria reclamó judicialmente al
organismo provincial siete millones de euros que tenía que pagar a los
reversionistas de la finca. El 9 de diciembre de ese año, Baltar padre ordenó
dos transferencias, cada una de ellas por importe de 32.086,56 euros, a su
abogado personal para cubrir los gastos de la minuta en esta representación. Al
día siguiente, la Diputación autorizó una factura más por otra cantidad
idéntica.
Los pagos se
reanudaron en 2012. Desde mayo de ese año, y hasta la actualidad, la Diputación
—ya con el hijo-sucesor al frente— continuó ordenando transferencias a Atrio
por los servicios jurídicos prestados a la institución. El 29 de mayo de 2012,
la Diputación realizó tres pagos más al abogado por importe, cada uno, de
598,39 euros. En este caso las partidas se destinaban a provisión de fondos. El
24 de agosto del mismo año, Baltar hijo ordenó otros tres abonos, por 40.110,56
euros cada uno, para hacer frente a los honorarios del letrado en el
procedimiento ordinario contra la inmobiliaria. Esta misma cantidad, y por el
mismo concepto, fue pagada a Atrio otras tres veces consecutivas, el 28 de
diciembre de 2012.
Las transferencias
continuaron en 2013. En marzo de este año, José Manuel Baltar autorizó otros
tres pagos, por cantidades idénticas de 41.130,32 euros, para saldar la minuta
de la representación contra Flager del abogado defensor de su padre. En este
mes de noviembre, la Diputación ha vuelto a transferir dos partidas más, por
importe cada una de ellas de 33.991 euros, al letrado. En este caso, el
reembolso se hace en concepto de gastos por “honorarios de apelación” en la
misma causa contra la inmobiliaria.
El pleito
entre la Diputación y Flager por la finca Santamarina se basó en la reclamación
de esta última de más beneficios económicos. Ambas entidades son las dos
propietarias más poderosas en la junta de compensación de la parcela en la que
está prevista la instalación de El Corte Inglés.
Baltar
rechazó siempre la reclamación de la oposición de construir vivienda pública
—la hará privada— en el terreno que posee en esa finca después de haber
realizado la venta a Flager que para BNG y PSdeG fue “lesiva para los intereses
de los ciudadanos” que perdieron la posibilidad de contar con un parque de más
de 17 hectáreas.
El importe que la Diputación facturó
al abogado personal de Baltar por la representación en el pleito contra la
inmobiliaria Flager, “es la que corresponde con los honorarios, ni más ni
menos”. Así lo precisan fuentes del bufete de Emilio Atrio, que sostienen que
las cantidades que la institución ourensana le pagó están relacionadas con “la
reclamación millonaria en la cuantía del procedimiento”. Asimismo, precisan que
con toda probabilidad será la empresa inmobiliaria la que acabe haciendo frente
a esas cantidades “ya que está condenada en costas”.
Fuente: www.elpais.com
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