Aumenta la inversión en el sector
tecnológico a costa del energético, el financiero o el inmobiliario
Los fondos
soberanos invitan a fantasear. Algunos sueñan con que vengan a salvarles, otros
temen que entren en su capital por oscuros motivos políticos. Unos piensan que
solo apuestan por las materias primas o sectores de bajo valor añadido, o que
se dejan deslumbrar por activos como hoteles de lujo y marcas emblemáticas.
Otros temen que, al contrario, se hagan con activos industriales estratégicos.
Lo cierto es que, como siempre, la realidad es más compleja y también mucho más
interesante.
En el primer
informe que realizamos, publicado en 2012, desmontamos un mito sobre los fondos
soberanos: que estos no apostaban por Europa, y mucho menos por España. No solo
mostramos que los fondos soberanos invirtieron más de 80.000 millones de
dólares en 2011 (en un total de 237 operaciones), sino que además Europa estaba
en el radar de sus inversiones: en 2011 fue la región que más inversión recibió
(casi el 35% del total), por delante de Asia (32%) y las Américas (menos del
7%, Norte y Sur). Más sorprendente quizás es que en Europa, el país que más
inversión recibió fue España: 8.400 millones de dólares (si sumamos las
inversiones en España y en empresas españolas), por delante de Francia (3.600
millones), Reino Unido (2.800) y Alemania (700). Las principales operaciones
fueron llevadas a cabo sobre todo por fondos árabes de Emiratos y Catar.
En 2012 los
fondos soberanos realizaron un récord de inversiones directas (270), pero el
valor de las operaciones cayó cercano a los 60.000 millones de dólares. El
interés relativo por Europa (y España) se mantuvo en 2012 y 2013. Muchas de las
inversiones se realizaron en Europa o de la mano de empresas europeas, y
algunas de la mano de multinacionales españolas. España se ha mantenido como
destino particularmente atractivo para estos inversores: en 2012 las
inversiones directas de estos fondos sumaron casi 3.000 millones de dólares, y
el ritmo se ha mantenido en el primer semestre de este año. Así, en 2013, la
filial de Qatar Holding especializada en activos inmobiliarios compró por 200
millones el hotel W en Barcelona, mientras el fondo de Singapur Temasek tomaba
una participación del 5% en la petrolera Repsol por 1.400 millones de dólares.
Estas operaciones se suman así a las de 2010 y 2011 con las inversiones de IPIC
(en Cepsa) y Qatar Holding (en Iberdrola y Santander). En total, el stock
de inversiones directas en España y en empresas españolas por parte de fondos
soberanos supera los 17.000 millones de dólares.
En el informe
de 2013 hemos buscado tumbar otro mito: los fondos soberanos solo se
interesarían por activos relacionados con las materias primas, sectores
financieros y poco más. Sin embargo, en el año 2012, mientras las inversiones
directas realizadas por los fondos soberanos se desplomaban casi un 30%, las
inversiones en el sector de las tecnologías de la información aumentaban un
90%, por delante de sectores tradicionales de inversión como el energético, el
inmobiliario o el financiero. Algunos fondos soberanos están abriendo oficinas
en Silicon Valley. En 2013, y de manera simbólica, el fondo malasio Khazanah
inauguró su primera delegación internacional en San Francisco, en el corazón
mismo de la meca tecnológica mundial.
Pero este
cambio de tendencia que está llevando progresivamente a los fondos soberanos a
invertir en sectores intensivos en tecnología no solo se está traduciendo en un
incremento de las inversiones en el sector de las tecnologías de la
información, sino también en un aumento de los niveles de inversión en otros
sectores intensivos en tecnología, como el sanitario, el farmacéutico, el de
los medios de comunicación o las startups. Las 15 principales
operaciones realizadas en los años 2011 y 2012 por los fondos soberanos en
sectores tecnológicos totalizaron 8.500 millones de dólares. De estos, una
buena parte tuvieron como destino sectores intensivos en tecnología atípicos,
como ponen de manifiesto las operaciones realizadas en el año 2012 por el fondo
de Abu Dhabi Mubadala, para hacerse, junto con otras compañías, con la
discográfica británica EMI Music Publishing por 2.200 millones de dólares, y la
realizada por China Investment Corporation (CIC) para hacerse con un 5,6% de la
startup china Alibaba por 2.000 millones de dólares.
Tal como
comentábamos, cabe destacar que estos fondos están reorientando masivamente sus
estrategias de inversión. Desde que se inició la crisis de 2008 están buscando
cada vez más inversiones estratégicas en grupos industriales y, en particular,
tecnológicos y de telecomunicaciones. Las operaciones llevadas a cabo en España
fueron todas de esta índole: motivadas por apuestas financieras y estratégicas
(Cepsa, Iberdrola, Santander). En el caso de China, Singapur, Malasia o
Emiratos Árabes Unidos, las apuestas por activos de bajo rendimiento y por
inversiones en equity están siendo sustituidas por una presencia
creciente en proyectos industriales, buscando socios con activos tecnológicos.
En total, más del 57% de los fondos ya están operando en private equity,
y la mayoría también realiza operaciones que buscan simultáneamente
rendimientos financieros e industriales. Esto constituye una oportunidad para
desarrollar asociaciones estratégicas para grupos asentados en la OCDE con
fuerte presencia en emergentes, algo que los fondos soberanos están buscando de
manera activa en la actualidad.
Así lo han
entendido algunos grupos españoles, en particular Sener e Indra (con
asociaciones estratégicas con el fondo emiratí Mubadala) o Iberdrola (con el
fondo catarí Qatar Holding). Más recientemente, a mediados de 2012, el fondo
chino CIC hizo irrupción en el capital del operador de satélites Eutelsat, de
la mano de Abertis (también con participación en Hispasat). En el capítulo que
dedicamos a las nuevas tecnologías en el Informe se detallan las operaciones
que han llevado a cabo fondos soberanos con grupos tecnológicos como Intel (el
fondo chino CIC llegó a un acuerdo de inversión con Intel Capital en 2010),
mostrando que estamos asistiendo a una tendencia emergente que dejará de ser
testimonial a lo largo de la década 2010-2020.
Si bien
durante la década de los 2000 el reequilibrio de mundo hacia los mercados
emergentes ha sido financiero e industrial, con el auge de los fondos soberanos
y de las multinacionales de los emergentes como puntas de lanza, esta nueva
década abre una nueva etapa: el rebalanceo masivo de la innovación y de la
tecnología hacia los emergentes. En esta nueva tendencia, sin duda, los fondos
soberanos emergentes jugarán un papel central, impulsando empresas tecnológicas
en sus países e inversiones en las tecnológicas europeas.
Javier Santiso es profesor de Economía de ESADE
Business School y editor del Informe Fondos Soberanos 2013 (ESADEgeo).
Fuente: www.elpais.com
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