El regidor de Picón (Ciudad Real) también
multará a quien tienda la ropa al sol y coloque macetas en las ventanas o
balcones
CARLOS ISERTE | 27/11/2013
El alcalde
de Picón, Rafael Rodríguez Hervás
Los niños de
Picón, localidad de la provincia de Ciudad Real que apenas supera
los 700 habitantes, tendrán que pedir permiso al alcalde para poder jugar en la
calle a la pelota, montar en monopatín o en bicicleta, según recoge la
propuesta de Ordenanza Municipal de Seguridad y Convivencia, en cuyo artículo
54.2 y 54.3 se establece que cualquiera de estos juegos tendrá la previa
autorización municipal. Pero no solo eso, la propuesta de ordenanza prohíbe
también practicar juegos de habilidad con bicicletas, patines y monopatines,
salvo en las áreas destinadas al efecto. O lo que es lo mismo, invita a los
pequeños a quedarse en casa y practicar con sus videoconsolas, so pena de ser
sancionados con multas que van de los 750 a 1.500 euros.
300 euros
por defecar en la linde
Pero el esperpento surrealista no se queda aquí, en la misma ordenanza se prohíbe defecar, orinar o escupir en todo el término municipal, incluido el campo. La sanción por defecar en la linde conlleva una multa de 300 euros, pero si el espectáculo escatológico tiene lugar en espacios de concurrida afluencia de personas o frecuentados por menores, entonces, la sanción puede alcanzar los 3.000 euros. El regidor de Picón obligará a los jornaleros, según el artículo 67 de la normativa, a dejar sus quehaceres agrícolas, dirigirse al pueblo y hacer sus necesidades en los excusados de sus respectivos domicilios. Dicho de otro modo, el alcalde del PP “quiere que al campo se vaya meado y cagado de casa”, ironiza un vecino de Picón en declaraciones ELPLURAL.COM. Sanciones que también alcanzan a todos aquellos ciudadanos que tiendan la ropa en balcones o ventanas en casas que “miren” hacia la vía pública, así como colocar macetas y tiestos en los alféizares de los domicilios.
Pero el esperpento surrealista no se queda aquí, en la misma ordenanza se prohíbe defecar, orinar o escupir en todo el término municipal, incluido el campo. La sanción por defecar en la linde conlleva una multa de 300 euros, pero si el espectáculo escatológico tiene lugar en espacios de concurrida afluencia de personas o frecuentados por menores, entonces, la sanción puede alcanzar los 3.000 euros. El regidor de Picón obligará a los jornaleros, según el artículo 67 de la normativa, a dejar sus quehaceres agrícolas, dirigirse al pueblo y hacer sus necesidades en los excusados de sus respectivos domicilios. Dicho de otro modo, el alcalde del PP “quiere que al campo se vaya meado y cagado de casa”, ironiza un vecino de Picón en declaraciones ELPLURAL.COM. Sanciones que también alcanzan a todos aquellos ciudadanos que tiendan la ropa en balcones o ventanas en casas que “miren” hacia la vía pública, así como colocar macetas y tiestos en los alféizares de los domicilios.
Ni pollos ni
conejos ni gallinas
La postura onírica del alcalde de Picón rozaría el cachondeo a no ser por la seriedad del borrador de la normativa, que también prohíbe tener en los corrales las típicas gallinas, pollos y conejos, en un pueblo inminentemente agrícola, con autoabastecimiento familiar, a cuyos vecinos más jóvenes se pretende impedir que graven su amor en la corteza de los árboles (adiós romanticismo). A todo esto hay que sumar que los tradicionales trueques, pequeñas ventas de productos del campo a pie de casas y cambalaches de artículos artesanos entre vecinos que supone para estas deficitarias economías un gran respiro, también son vetados y obligados a pedir autorización previa, como recoge el artículo 70.1. Del mismo modo, queda prohibido sacudir mantas o alfombras a la vía pública (art.115).
La postura onírica del alcalde de Picón rozaría el cachondeo a no ser por la seriedad del borrador de la normativa, que también prohíbe tener en los corrales las típicas gallinas, pollos y conejos, en un pueblo inminentemente agrícola, con autoabastecimiento familiar, a cuyos vecinos más jóvenes se pretende impedir que graven su amor en la corteza de los árboles (adiós romanticismo). A todo esto hay que sumar que los tradicionales trueques, pequeñas ventas de productos del campo a pie de casas y cambalaches de artículos artesanos entre vecinos que supone para estas deficitarias economías un gran respiro, también son vetados y obligados a pedir autorización previa, como recoge el artículo 70.1. Del mismo modo, queda prohibido sacudir mantas o alfombras a la vía pública (art.115).
El alcalde
niega la mayor
Tal ha sido el escándalo, que al alcalde del PP de Picón, Rafael Rodríguez Hervás, ya no garantiza que la ordenanza vaya a ser ratificada por su grupo con mayoría absoluta en el ayuntamiento. El regidor señala directamente al PSOE de ser el autor de “este circo”, al mismo tiempo que justificaba su intención de querer dotar a “Picón de una ordenanza que regule la seguridad y la convivencia ciudadana, por lo que dice muy poco del sentido común y del interés por su pueblo que tienen los que en vez de hacer propuestas, se dedican a inventar y decir medias verdades”, señala en un comunicado.
Tal ha sido el escándalo, que al alcalde del PP de Picón, Rafael Rodríguez Hervás, ya no garantiza que la ordenanza vaya a ser ratificada por su grupo con mayoría absoluta en el ayuntamiento. El regidor señala directamente al PSOE de ser el autor de “este circo”, al mismo tiempo que justificaba su intención de querer dotar a “Picón de una ordenanza que regule la seguridad y la convivencia ciudadana, por lo que dice muy poco del sentido común y del interés por su pueblo que tienen los que en vez de hacer propuestas, se dedican a inventar y decir medias verdades”, señala en un comunicado.
“Problemas
de convivencia”
Por su parte, el PSOE de Picón ha pedido al alcalde que rectifique una ordenanza que “generaría problemas de convivencia” si ese documento finalmente se aprueba en los actuales términos. Los socialistas han mostrado su total disposición a sentarse para analizar una nueva normativa, ya que la actual advirtieron en su día que era un “error” y una “barbaridad” porque recogía un gran número de artículos que “para nada” se adaptan a la realidad socio-económica de Picón. Para ello han presentado una serie de alegaciones, a las que ha tenido acceso este periódico (ver documento), en un intento de frenar esta polémica alcaldada.
Por su parte, el PSOE de Picón ha pedido al alcalde que rectifique una ordenanza que “generaría problemas de convivencia” si ese documento finalmente se aprueba en los actuales términos. Los socialistas han mostrado su total disposición a sentarse para analizar una nueva normativa, ya que la actual advirtieron en su día que era un “error” y una “barbaridad” porque recogía un gran número de artículos que “para nada” se adaptan a la realidad socio-económica de Picón. Para ello han presentado una serie de alegaciones, a las que ha tenido acceso este periódico (ver documento), en un intento de frenar esta polémica alcaldada.
Fuente: www.elplural.com
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