El
exconsejero de sanidad está
imputado por tráfico de influencias y prevaricación durante el proceso de privatización de la
sanidad madrileña.
nuevatribuna.es | 25 Noviembre 2013 - 12:50 h.
Según
informa la Cadena Ser, la ministra Ana Mato ha contratado a dos empresas
privadas la gestión de los hospitales de Ceuta y Melilla, los únicos que
dependen del Ministerio de Sanidad. Una de esas empresas, Business Assesstemt
Plans and Projects Healthcare SL (BAPPH) pertenece al exconsejero de Sanidad de
la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, que junto con el también exconsejero
Juan José Güemes, está imputado
por presuntos delitos de cohecho y prevaricación por la gestión de las
privatizaciones de los hospitales públicos de la región.
El
Ministerio abonará 36.000 euros a la empresa de ex consejero Manuel Lamela a
cambio de "la asistencia técnica para la definición de un nuevo modelo de
gestión clínica" en el hospital de Melilla. Además, Mato ha contratado a
la empresa Mensor Asesores para gestionar el hospital universitario de
Melilla.
La
adjudicación es otro eslabón más de la privatización sanitaria puesta en marcha
por el PP, donde algunos
de sus dirigentes se han visto beneficiados tal y se ha ido informando en nuevatribuna.es.
Para la
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, “las propuestas
denominadas de gestión clínica no tenían otro propósito que favorecer la
privatización encubierta del sistema sanitario, una vez que se había demostrado
que hacerlo directamente tenía una gran respuesta social y profesional”.
La FADSP recuerda que las empresas
privadas han señalado su interés en fomentar el “turismo sanitario” y que Ceuta
y Melilla son una excelente plataforma para propiciar el de Marruecos
La FADSP
considera que el contrato que se hace con la empresa BAPPH de Lamela
"supone no solo el hacerlo con una persona sobre la que pesan graves
acusaciones, sino también desconocer que el Ministerio de Sanidad tiene
suficientes recursos técnicos para realizar cualesquiera labores de
asesoramiento sin recurrir a empresas externas, por lo que se está incurriendo
en un despilfarro económico que carece de justificación, máxime cuando se están
realizando recortes en prestaciones fundamentales para la salud de la
población”.
La
Federación también recuerda que “en el historial del Lamela están las denuncias
realizadas contra profesionales del Hospital de Léganés, que luego se demostraron
infundadas, y que supuso un deterioro del funcionamiento del centro, y que fue
el quien inicio el proceso privatizador que ahora estrangula a la Sanidad
Pública madrileña”.
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