Ecologistas
en Acción condena el comercio de armas con Israel y el silencio del Gobierno
ante la ofensiva contra la población civil de Gaza
España |
Tercera Información | 29-07-2014 |
La ofensiva
militar israelí contra la Franja de Gaza amenaza con batir récords de impunidad
pese a la muerte de civiles, el bombardeo de instalaciones protegidas por el
derecho internacional y uso de material bélico de efectos devastadores.
Ecologistas en Acción, como organización antimilitarista, condena el comercio
de armas que el Ejecutivo español mantiene con Israel y repudia la falta de
palabras y acciones por parte de ese mismo Gobierno para detener la ofensiva.
El silencio también es cómplice.
El número de
muertos y heridos en Gaza no para de aumentar. No es de extrañar cuando las
bombas caen sin cesar en un terreno de apenas 360 kilómetros cuadrados en el
que viven más de 1,8 millones de personas sin ninguna posibilidad de huida. No
hay lugar seguro cuando los blancos de bombardeos también son hospitales,
ambulancias y escuelas de la ONU en las que se refugian ya más de 170.000
personas. El castigo colectivo al que se ven enfrentados los habitantes de Gaza
supera cualquier límite marcado por la legalidad internacional y por la ética
más básica.
La defensa
de la vida de la población civil de ambos bandos debe estar siempre por encima
de todo conflicto u ofensiva. También en este caso, en el que la desproporción
de fuerzas es tan evidente como la superioridad armamentística de Israel.
En 2013
España exportó a Israel 4,9 millones de euros en material de defensa, según
datos de la Secretaría de Estado de Comercio. A pesar de que el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, asegura que esos materiales no se emplean contra la
población de Gaza, resulta obvio que cualquier equipamiento destinado al
Ejército contribuye en una ofensiva de las dimensiones de “Pilar Defensivo”.
Lo que
también tiene una relación directa con lo que ocurre en Gaza en la actualidad,
es la exportación de las armas que Israel vende con la marca “Tested in Combat”
(probado en combate). La eficacia de sus drones y misiles está verificada en el
trabajo diario de un ejército que mantiene una ocupación militar de los
territorios palestinos y lanza ofensivas periódicas. La ocupación se convierte
en negocio.
En el
periodo comprendido entre 2003 y 2012, España compró equipamiento militar a
Israel por valor de 115 millones de euros. El año que viene probablemente todos
los contribuyentes pagaremos las bombas que ahora se lanzan sobre Gaza.
Las mismas
autoridades españolas que autorizan las importaciones ante lo que ocurre estos
días guardan un silencio ante lo que ocurre en la franja, que solo ha sido
interrumpido por tímidas condenas y comunicados en los que se busca una
equidistancia que llega a resultar obscena.
El Gobierno
español se alinea junto a la gran mayoría de Ejecutivos occidentales en una
inacción que se convierte en cómplice. Las peticiones de alto el fuego resultan
insuficientes. Los gobiernos se separan cada vez más de una sociedad civil que
reclama en las calles la vuelta del sentido de la humanidad.
Ante la
falta de acciones por parte de la clase dirigente, la gente debe tomar la
iniciativa siguiendo la llamada al Boicot Desinversiones y Sanciones (BDS)
lanzada por organizaciones de la sociedad civil palestina con el apoyo de
cientos de grupos en todo el mundo. Asimismo, Ecologistas en Acción reclama la
suspensión del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel, que
además facilita la importación de productos fabricados en territorios
palestinos ocupados.
Fuente: www.tercerainformacion.es
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