Hace cien años, el
28 de julio de 1914, Austria inicia operaciones militares contra Serbia y
Europa trenza movimientos que derivan en el estallido de un conflicto bélico
sin precedentes: la Primera Guerra Mundial.
En la contienda,
Andalucía se convierte en una suerte de "frente neutral" con un
decisivo papel como enclave estratégico para las comunicaciones navales, el
comercio internacional y las redes de espionaje francesa, alemana y británica.
27/07/2014 - 20:33h
Fábrica de Artillería de Sevilla (1917) / Archivo General de
Andalucía.
28 de julio de 1914: Austria intenta invadir Serbia.
Justo un mes antes, era asesinado el heredero al trono imperial austro-húngaro.
1 de agosto: Alemania y Francia decretan movilización general. 4 de agosto:
Gran Bretaña entra en el conflicto bélico. Comienza la Primera Guerra
Mundial. ¿Qué hace Andalucía en esa maraña de operaciones militares?
Convertirse en un enclave estratégico para el negocio y la comunicación. Y en
un nido para los espías de las naciones en litigio.
Atentado de Sarajevo. Un joven nacionalista serbio, Gavrilo
Princip, descerraja dos tiros y vira el rumbo de la historia. Nunca un
personaje tan intrascendente tendría un papel tan destacado. Mata al
archiduque Francisco Fernando y su esposa, la condesa Sofía Chotek. El
magnicidio –y una serie de acontecimientos posteriores– desata la Gran Guerra.
Una contienda que desangró Europa durante cuatro años, dejó más de nueve
millones de muertos y fue origen de otros grandes trances del siglo XX como la
Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría. Y en la que Andalucía tuvo un decisivo
papel.
Las grandes potencias europeas, divididas en dos
bandos, debaten su supremacía en una guerra que lleva décadas acomodándose
en el continente. España declara su neutralidad, pero la dinámica del
enfrentamiento provoca injerencias en su territorio. De manera especial en
suelo andaluz, "frente neutral" y cita obligada para el comercio
internacional y las comunicaciones navales. También para el ‘negocio’ de la
información y la propaganda: las redes de espionaje de Alemania, Gran Bretaña y
Francia se expanden por la región.
Historias de espías en Sevilla, Huelva, Málaga, Cádiz,
Almería…
La "Guerra del Siglo" cumple su primer
centenario. También sus historias de espías en Sevilla, Huelva, Gibraltar,
Málaga, Almería y Cádiz… Estructuras y presupuestos "simples" que
progresan al ritmo de la batalla y agentes que se cuentan, al final, por
"cientos". "Sorpresas" de la guerra que desgrana la revista
Andalucía en la Historia, editada por el Centro de Estudios
Andaluces, en artículos de Carolina García Sanz, Anne Rosebusch y Fernando
García.
El transatlántico español 'Reina Victoria Eugenia' en
la bahía de Gibraltar, donde fue conducido por el crucero británico 'Atafia'.
'La Esfera', número 201 del 3 de noviembre de 1917. / Biblioteca Virtual de
Prensa Histórica.
Como el "misterioso caso" de Adolf Klauss
Kindt, detenido por carabineros en una playa, en abril de 1918. Portaba una
caja con "una pistola Browing, un cuchillo, un paquete con
correspondencia y un extraño aparato". Hijo del cónsul alemán en Huelva,
sale en libertad dos meses después bajo fianza de 5.000 pesetas. O el
"récord de hundimientos" del oficial germano Lothar von Arnauld: 195
buques. "Su territorio de acción –en costas españolas, cuenta Fernando
García– se limitó al Mediterráneo occidental, hasta el golfo de Cádiz".
"El conflicto deja de ser un telón de fondo para
convertirse en el centro de la explicación de realidades políticas, sociales,
económicas y culturales de la Andalucía de esos años". Barcos
mercantes, buques de guerra y submarinos navegan aguas andaluzas, activos en
tareas de avituallamiento, tráfico de mercancías o labores bélicas y de los
servicios secretos.
"La combatividad de la prensa andaluza"
Así, al calor del enfrentamiento, industrias andaluzas
se benefician del abastecimiento de materias primas, con una intensa actividad
minera en Riotinto y Peñarroya, como centra su relato Miguel Ángel López. Pero
esto encarece productos básicos, dispara la inflación y provoca una crisis de
subsistencias. Crece la conflictividad social, en especial la protagonizada
por mujeres, narra María Dolores Ramos. Los obreros convocan huelgas, se
organizan y reclaman derechos elementales.
Alfonso XIII y el futuro rey Jorge V. 'La Ilustración
Artística', 19 de junio de 1905. / Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
Y en ese clima, los periódicos viven una etapa de
profesionalización y crecimiento. Es "la combatividad de la prensa
andaluza", explica la historiadora Concha Langa, que se hace "moderna
y de masas". "En aquellos años la propaganda se estaba
desarrollando ampliamente y se era consciente del poder de la opinión pública",
refiere. Era habitual "que las potencias beligerantes subvencionasen los
periódicos aliadófilos o germanófilos, cuando no crearon cabeceras ellas
mismas".
Las noticias de la guerra despiertan en
Sevilla verdadera ansiedad. En todas partes la guerra constituye la actualidad,
la nota única de todas las conversaciones. La impaciencia por conocer noticias
de la conflagración ha llegado a su grado máximo.
El texto aparecía el 2 de agosto de 1914 en El Correo de Andalucía. El
tratado de paz de Versalles no quedaría rubricado hasta el 28 de junio de 1919.
Europa había cambiado y también sus fronteras. Nada volvería a ser igual
desde que Gavrilo Princip disparó. En dos décadas, la suma de graves crisis
económicas, cierta debilidad de los estados democráticos y, sobre todo, el auge
del fascismo, explotaría en la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: www.eldiario.es
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