Las amistades peligrosas del padre del Rey
FRAN J. PÉREZ ESTEBAN 22/07/2014
Tras la sucesión impuesta y acelerada de Felipe VI, el
aforamiento exprés del exrey ha supuesto todo un escándalo, no solo por las
prisas y la falta de previsión política y jurídica, sino sobre todo porque el
gobierno ha tratado al recién abdicado como a un absoluto delincuente al que
hay que proteger y aforar cuanto antes como si supiesen que, efectivamente,
hubiera cometido delitos. En palabras de Jesús Posadas, el aforamiento era muy
importante y urgente "por si aprovechando la pérdida de inmunidad tras la
abdicación, algunos buscan montar un follón".
El aforamiento real es en la práctica un encubrimiento
cómplice, y tiene mucho que ver con los muy ocultos negocios reales a los que El
Campechano se ha dedicado desde 1976 con persistencia y vocación. Casi
inexistente en ningún país del mundo, la inmunidad real supone en la práctica
una impunidad absoluta y total, e impide que de haberse cometido delitos,
pudieran éstos ser juzgados. Por esto, supone un privilegio legal intolerable y
antidemocrático. Es además discriminatorio, y permite que el ciudadano Juan
Carlos de Borbón esté por encima de la ley y sea diferente al resto de los
mortales y, también que en un Estado de derecho alguien haya tenido y tenga
'licencia para delinquir'. Inconcebible.
¿Y cual es el miedo del gobierno? Pues no solo que las
demandas por paternidad ya interpuestas contra un rey muy donjuanesco
demuestren que ha ejercido muy poco la paternidad responsable, sino sobre todo
que los negocios reales, de un origen no del todo legal y legítimo, provoquen
en algún momento una denuncia judicial y penal que abra una investigación. La
revistas Forbes y Eurobusiness estimaban el capital real superior a 2.000
millones de euros. La casa real no lo ha desmentido.
¿Cómo ha logrado entonces esa fortuna si el presupuesto
público que le asigna el Estado no ha llegado nunca a diez millones de euros?
La realidad es que a Juan Carlos de Borbón siempre le ha poseído la fiebre del
oro y el pecado de la avaricia, y ahora que no es rey, con el tiempo, muchas
cosas irán saliendo. La clave hay que buscarla en sus amistades peligrosas, por
ejemplo con las dictaduras y las monarquías árabes feudales-teocráticas de los
petrodólares (Arabia Saudita, Qatar, etc).
A la muerte del generalísimo, la casa real impuso un
impuesto revolucionario por cada barril de petróleo que España compra a los
jeques árabes. Muchos saben que Juan Carlos de Borbón se convirtió en uno de
los principales comisionistas de España gracias a su trabajo de lobby a favor
de la obtención de contratos con los dueños del Golfo Pérsico y para las
transnacionales españolas más potentes en América Latina. El éxito del
juancarlismo y de la transición ha consistido en lograr, gracias al silencio
cómplice de los grandes medios y del bipartidismo neoliberal, que estos
escándalos durante décadas no fueran conocidos por el pueblo.
Porque los escándalos económicos no han parado de
salpicar a su exmajestad. Ya durante los gobiernos de Felipe González varios
casos de corrupción fueron protagonizados por sus testaferros, empresarios y
amigos de mayor confianza: Javier de la Rosa, Mario Conde, Prado y Colón de
Carvajal, José María Ruiz Mateos pisaron los tribunales y la cárcel. Ruiz Mateos
contó cuando Rumasa le fue expropiada que había aportado 1.000 millones de
pesetas al monarca en maletines, y es obvio que los banqueros del régimen
siempre lo han sostenido con suculentas aportaciones. Entre ellos, Valls
Taberner (Banco Popular) administró una 'suscripción popular' para aportar
liquidez al nuevo rey que en 1976, pobrecito, llegaba sin un duro a la corona,
porque Franco le daba dinero 'con cuentagotas'. El Banco de Santander de Don
Emilio Botín padre le fue abriendo una cartera de inversiones y hasta le pagó
la boda y como viaje de novios 'una vuelta al mundo'. No empezaba mal la cosa.
Al campechano los regalos le han gustado siempre y los ha pedido a menudo con
jeta y sin cortarse, como la 'colecta' que solicitó a empresarios mallorquines (2.600
millones de pesetas) para comprarse el yate 'Fortuna', apenas usado después y
que ahora quiere vender. El corrupto de Jaume Matas (PP), entonces presidente
balear, quiso cubrirse con las amistades reales y sumó después 400 millones de
pesetas de fondos públicos de los ciudadanos. Ya hacía méritos antes de
Urdangarín.
Hay una foto de caza (ese deporte de la oligarquía) en
la que los acompañantes del rey están todos procesados o en la cárcel. Uno de
ellos es Jaume Matas, ya condenado y con causas pendientes. Gerardo Díaz
Ferrán, presidente de los empresarios madrileños, en la cárcel. El otro es su
concuñado, Arturo Fernández, vicepresidente aún de la CEOE, con causas
judiciales permanentes. Solo queda el señorito sin investigar porque goza de
inmunidad jurídica y aforamiento. Juan Carlos, que llegó a rey gracias a Franco
y a “robarle” a su padre el reino (incumpliendo la regla básica de la
monarquía), es hoy un importante capitalista gracias a su corte de amiguetes
millonarios y empresarios corruptos, a los que ha ayudado y le han ayudado a
el.
Más amigos y familiares empresarios
A Villar Mir, presidente de OHL, el rey le regaló un
marquesado. Borja Prado, presidente de Endesa y los Carvajal Urquijo forman
parte de los más íntimos dentro de las empresas del Ibex 35. El rey les ayuda y
ellos le ayudan y le colocan parientes y negocios. Fernando Almansa, por
ejemplo, exjefe de la casa real, pasó a ser miembro del consejo de
administración de Telefónica. ¿Pero y su familia? Se sabe que Urdangarín, más allá
del tomate del robo de fondos públicos por el que está siendo juzgado, fue
nombrado también consejero de Telefónica Internacional S.A cobrando una pasta.
Pero antes fue director de planificación de Octagon Esedos S.L y administrador
consejero de Motorpress Ibérica, participando además en Odon Mad S.L,
Dentipartnes S.L, Enveitg XXI S.L, o Rormacziones S.L, entre otras.
Como esto da para mucho, las hermanas del exrey, se
dedican a las joyas de lujo y a las inversiones inmobiliarias. Pilar de Borbón,
duquesa de Badajoz, es administradora de hasta nueve empresas. Por ejemplo, de
Labiernag 2000 S.A, sociedad inmobiliaria de capital variable (SICAV), o de San
Jacobo S.L., empresa que desde 1967 alquila bienes inmobiliarios por cuenta
propia. Pero se lleva la palma el primo hermano de Juan Carlos, Carlos de
Borbón Dos Sicilias, auténtica máquina empresarial, consejero y accionista de
decenas de empresas de la importancia de Dragados, Inmobiliaria Urbis, CEPSA,
Viajes Marsans, además de empresas de Telecomunicaciones y de gestión de
autopistas.
Pedirle cuentas al rey
Las preguntas clave siguen siendo las mismas: ¿Cuál es
el patrimonio del exrey? ¿Es el que dicen las revistas especializadas en
capitalistas? ¿Cuál es su origen, legal o ilegal? ¿Es que hay que aforarle
porque gran parte de su patrimonio se obtuvo muy turbiamente? ¿Dónde tienen los
borbones las cuentas corrientes, en España como patriotas o en Suiza u otros
paraísos fiscales? ¿Tiene patrimonio inmueble o solo ha usado el patrimonio del
Estado toda su vida? ¿Alguna vez ha declarado algo a Hacienda? Las preguntas
solo están iniciándose porque respecto a la actividad económica del rey existió
durante años una cortina de opacidad y un pacto de silencio que ha impedido
conocer una información que debería ser pública y que huele muy mal.
Que tenga cuidado Felipe VI, si en vez de heredar un
reino descubre que hereda un negocio y un paraíso fiscal, tendrá que
enfrentarse antes de lo que el mismo cree, a la justicia y a la República.
Fuente: www.mundoobrero.es
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