España está cansada de la monarquía.
Por: eva duran
| julio 27, 2014
Son meses de cambio, el mundo se quita
una capa de cebolla de encima y se renuevan sueños, dictaduras, esperanzas e
injusticias. Renunció sorpresivamente el rey Juan Carlos de España, un rey
impuesto en el trono por el sanguinario dictador genocida que fue Francisco
Franco, que asesinó a cientos de miles de inocentes con el apoyo del mismo
Hitler y el extraño silencio del mundo libre.
Asesinó a su vez Juan Carlos, siendo muy
joven, tan solo un príncipe mozalbete, a su propio hermano Alfonso a balazos.
¿Por qué? ¿Se lo ordenó Franco? Una disputa por el trono? ¿Rencillas
familiares?. Nunca se sabrá, no hubo investigación policial siquiera. Siendo ya
rey, apareció muerta Sandra Mozarowski, una espectacular actriz de ascendencia
rusa de tan solo 18 años, quién ya era estrella en España al momento de hacerse
amante del joven rey. Se decía que el ministerio de guerra pagaba sus gastos, y
que manos criminales la arrojaron por el balcón del cual cayó al vació con sus
cuatro meses de gestación, hacía el olvido y la nada. Por esto había tanta
desesperación en las cortes por darle inmunidad legal al rey una vez Felipe
asumiera el trono. En otras palabras, pertenecer a la familia real española te
da licencia para matar.
Rey sinvergüenza y borrachín el Juan
Carlos, se fracturó ebrio la cadera en una jornada de cacería de elefantes, le
puso cuernos a la reina con todas las faldas que pasaron por su lado, hasta la
princesa Diana de Gales fue víctima de su acoso, ella le llamaba “el viejo
verde”. Pero fuera de esto (que pertenece al plano estrictamente personal) no
hizo nada memorable, no aportó nunca ideas propias ni novedosas, no hizo de
España ese reino feliz, prospero y democrático que prometía en sus almibarados,
intrascendentes e insoportables discursos.
La realeza europea descubrió como nadie
que las revistas del corazón pueden ser un arma política mas efectiva que mil
bayonetas, transformando a una familia infeliz, disfuncional e insípida en
ídolo de millones de alelados y atontados españoles, que a punta de prensa rosa
han olvidado las millones de victimas inocentes de la guerra civil y el
genocida Francisco Franco.
Ha tomado las riendas de España Felipe
de Borbón, un país que se levantó en protestas en más de 50 ciudades no más se
supo de la abdicación, exigiendo un referéndum para acabar con la monarquía.
Pero una vez más, la revolución fue silenciada por la gran prensa mundial, se
compró todo lo que podía comprarse, se vendió todo el que pudo. Medios de
comunicación, revistas del corazón (como no), fiscalía y tribunal supremo le
dieron la espalda al clamor democrático del pueblo español.
Lo más trágico fue la traición que los
socialistas hicieron a las bases, que clamaban república en las calles.
Increíble, pero precisamente hayan sido las víctimas del dictador las primeras
en venderse, y se consumó así la farsa y el más estruendoso fracaso de la
historia de la democracia española. Nunca un príncipe heredero ha sido tan
despreciado como Felipe.
Y los que pensaban que Letizia Ortiz
Rocasolano iba a mejorar las cosas al casarse con Felipe, se equivocaron. En
vez de modernizar la monarquía y acercarla a las necesidades del pueblo, ella
que viene de las entrañas de la “España Profunda” se transformó en lo peor de
la Casa Real. Porque no puede haber nada peor en la vida que una mujer humilde
que olvida de donde viene y que instalada en la cumbre del poder, ayuda a
perpetuar las injusticias.
Fuente: http://www.las2orillas.co/
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