"Espero tener
mucho trabajo con los aficionados al fútbol”, sostiene Thais, de 16 años.
Planea cobrar 23 dólares, cuatro veces más que el precio actual
Internacional
| El Mostrador | 23-05-2014 |
Hace
un tiempo, el gobierno brasileño retiró de circulación una pieza de una campaña
en redes sociales sobre enfermedades de transmisión sexual, en la que una mujer
declaraba “soy feliz siendo prostituta”. Fue emitida en el marco del Día
Internacional de la Prostituta.
Pese
a la censura, se espera que la prostitución aumente a medida que se acerca la
Copa Mundial de la FIFA en 2014. Especialmente, la prostitución infantil.
“Si
bien es legal a partir de los 14 años, hay muchas niñas menores vendiendo sexo.
Según la UNICEF, son alrededor de 250 mil”, informó Time.
“A
los clientes se les cobra alrededor de 60 dólares. La prostituta obtiene la
mitad de eso, menos las deudas por vestimenta, drogas, alcohol y cosméticos. La
niña consigue un cuarto con lo que paga el cliente”, aseguró Thiago, quien
admite haber tenido relaciones con niñas menores de 14 años.
De
hecho, en 2012 una Corte de justicia resolvió que tener relaciones sexuales con
niñas de 12 años no era necesariamente una violación, pues algunas de ellas
trabajan como prostitutas. Amnistía Internacional calificó dicha resolución
como una “luz verde para los violadores”.
Relatos
El
sitio trasandino Corriendolavoz.com, recogió los siguientes
relatos:
Poliana,
14 años
“Cuando
comience la Copa del Mundo habrá muchas más chicas de mi edad y más jóvenes. Yo
soy una de las mayores”, sostiene Poliana, de 14 años.
La
menor lleva sólo tres meses en el oficio. La niña vende su cuerpo a los
trabajadores del Arena Corinthians por menos de 4,7 dólares durante su hora de
comer.
La
cama de Poliana, cubierta de muñecos de peluche, se encuentra en una pequeña
habitación escondida en un laberinto de callejones con alcantarillado abierto a
dónde van los obreros para comprar a chicas como ella, consigna el medio
electrónico argentino.
La
adolescente relata que salió a la calle la misma noche que murió su madre: “No
sabía cómo iba a encontrar dinero para comer o pagar el alquiler. Pero no pasé
mucho tiempo así. Había muchos hombres de la construcción que buscaban sexo”.
Hace
dos semanas se enteró de que estaba embarazada. Sin embargo, todos los días, a
la hora del almuerzo, la joven se arregla para cumplir con sus clientes en uno
de los hoteles cercanos a la favela.
Thais,
16 años
“Casi
todos mis clientes son de la construcción, siempre pagan, pero no siempre me
tratan bien. Pero, ¿qué puedo hacer? Mis padres están muertos, necesito dinero.
Si no fuera por los hombres que trabajan en el estadio, no sé qué haría. Mañana
uno de ellos ha reservado un día entero en el hotel conmigo, será un buen día de
trabajo para mí”, dice la niña de 16 años, que es considerada como la menor más
‘vieja’ en la profesión.
“Espero
tener mucho trabajo con los aficionados al fútbol cuando empiece el Mundial”,
agrega la niña, explicando que planea cobrar 23 dólares, cuatro veces más que
el precio actual.
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