Pedro A. García Bilbao
Publicado el 2014/05/25
[Breves notas] 25 de marzo, 2014
[Sociología Crítica] La influencia del 15M —con
todo lo que implica— es muy intensa en la campaña de IU. Véanse los
spots de televisión y obténganse conclusiones. Hay una fractura entre la imagen
que se proyecta y la autoimagen de su base militante de izquierda. Esa base militante
es muy combativa en defensa de la identidad de izquierda de IU, pero
curiosamente, cuando IU realiza su diseño de comunicación electoral no apela a
esos elementos identificativos.
Un cuadro de IU y cargo público intentó explicarse
cuando se le preguntó porque no se ponía la Internacional como parte de las
músicas que identifican comunicativamente a la organización: su respuesta fue
«IU no es una organización comunista y no queremos ofender a los no
comunistas». Es sencillo, la Internacional no puede ser empleada como reflejo
de identidad del partido; se puede oír o incluso comprender y tolerar su uso en
los mítines, pero como parte del atrezzo de fondo que portan los militantes,
como la música de ascensor, como algo que suena de fondo mientras se pasea
entre los puestos de comida, pegatinas o libros si quien controla en ese
momento el mp3 la tiene en su mix particular. A destacar que en estas
elecciones se están votando las variantes españolas de candidaturas
europeas conjuntas: IU forma parte del Partido de la Izquierda Europea y
presenta un candidato conjunto al puesto de Comisario de la Unión, el griego
Tsipras del partido Syriza; es decir, el concepto de La Internacional
podría tener un espacio, pero no lo tiene por motivos explícitamente ideológicos.
No existe una Internacional, no se quiere emplear ese nombre y se
rechaza esa identificación, no ya reconstruir el concepto político de acuerdo
con la situación actual —una nueva Internacional contra la Troika y por los
trabajadores de toda Europa, por ejemplo—, sino que se rechaza y se ignora el
concepto. El uso de la Internacional por los militantes de IU es sólo algo
tolerado como un elemento sentimental, pues, sencillamente no tiene cabida en
su línea real.
El rechazo alcanza al Himno de Riego, el himno
nacional de la Segunda República. El Himno de Riego tampoco puede ser empleado
para generar identificación política entre emisor y receptor, algo con toda
lógica pues el concepto de República como objetivo político o como un valor que
inspire la acción política está completamente proscrito de los mensajes
electorales y de la política institucional. Lo podrán tener los militantes o
los votantes en sus ámbitos personales y en su cultura política, pero no puede
ser empleado corporativamente.
En la comunicación política plasmada en productos
audiovisuales las músicas deben ser «nuevas», «jóvenes» y reflejar la forma de
vida de los «jóvenes»; valorar y reproducir músicas que forman parte del
patrimonio de lucha de generaciones está fuera de los objetivos de los
diseñadores de campaña de comunicación política de Izquierda Unida. Es una
muestra más del proceso de desintegración inducido de las culturas políticas de
izquierda al que estamos asistiendo desde hace años y del que el 15 M fue un
hito importante: la asunción de IU de este objetivo está fuera de toda duda si
se analizan sus políticas comunicativas. La coincidencia con otras fuerzas
postmodernas como PODEMOS es casi total. Tanto IU como PODEMOS prescinden de
las palabras «izquierda», «trabajadores», «lucha de clases», «república»,
«capitalismo», «poder popular», «frente popular», «resistencia»,
El concepto de «poder de la gente» es ambiguo y
transversal, post-moderno, [ una reformulación de los think-thank del
partido demócrata y redefinido por la Fundación Soros}, combinado con la
selección de personajes y la con-fusión de voces, genera un efecto que rompe
las identidades sujeto de la izquierda (como los trabajadores) y se instala en
un discurso post-izquierda. El spot electoral tiene el mismo diseño estético
ideológico que los de la escuela Everis/Asamblea de Sol del 15M.
El discurso y la forma en la que el discurso se
transmite no son neutrales, no son fruto de un error, son una elección
consciente de la dirección de IU. Lo que resulta aterrador es que la base
militante reacciona con indignación y rechazo a los que critican las
contradicciones o tibieza de IU, al tiempo que callan o aceptan de forma
acrítica —o disculpando como problema menor, caso de admitir alguna crítica— la
línea política que transmite su propaganda electoral. La propaganda electoral
nos dice mucho de a quiénes se quiere llegar, cómo se quiere llegar, con qué se
estima conveniente llegar y para qué y con qué límites. Pues bien, el spot de
IU es casi simétrico a los que salieron en los días inmediatos al 15M. Es
preciso volver sobre esto.
Este es el spot de IU. «El poder de la gente»
Y este es el video estrella del 15M, fue subido a la
red el día XX de mayo, por sus características de diseño, música, montaje,
realización, coherencia con el discurso emanado de la acampadaSol, muestra con
notable caridad que no fue improvisado, sino que formaba parte de un programa
de comunicación previamente diseñado.
Fuente: http://dedona.wordpress.com/
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