Publicado
el 2014/05/14
Vía
PÚBLICO // EFE Barcelona 13/05/2014 // El teniente José Falcó Sanmartín, uno de
los ases de la aviación republicana española, ha fallecido a los 97 años en
Francia, país que le acogió y donde recibió el unánime reconocimiento de
aviadores e investigadores.
Según
ha informado hoy la Asociación de Aviadores de la República, Falcó, que
falleció el pasado sábado en Toulouse, no solo fue un gran piloto de caza
nocturna, sino también el continuador del legado de la Liga de Antiguos
Aviadores de la República y su Boletín Alas Plegadas.
Falcó,
que había nacido en Barcelona el 27 de septiembre de 1916, fue un ejemplo de
piloto de caza formado íntegramente en España durante la Guerra Civil. Tras
pasar los exámenes para ingresar como piloto en diciembre de 1936, ingresó en
Aviación en marzo de 1937 y el 17 de junio de ese mismo año accedió como alumno
del curso de piloto de aviación que realizó en Alcantarilla (Murcia).
Falcó
comenzó a volar en el Palmar, aeródromo dependiente de Alcantarilla, y obtuvo
el título de piloto el 31 de octubre, según recoge en su página web la Sociedad
Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores. Realizó sus mayores proezas
aéreas a partir de noviembre de 1938, cuando tomó el mando de la Escuadrilla de
Vuelo Nocturno con I-15, en sustitución del teniente Walter Katz, que había
sido derribado el 11 de noviembre de 1938.
En
la 3ª Escuadrilla completó 366 horas de vuelo, participó en 20 combates y
derribó tres Fiat confirmados y uno probable, un He-59 y otro probable y un
Me-109 seguro y otro probable, según la Sociedad Benéfica de Historiadores
Aficionados y Creadores. Combatió hasta el final en Catalunya y en su última
acción el 6 de febrero de 1939, derribó sobre el mismo campo de Vilajuiga
(Girona), dos Me-109. Eran los 6-96 de Hans Nirminger y el 6-98 de Windemuth
Heinrich, antes de exiliarse a Francia el día 10 de Febrero de 1939.
Inicialmente
estuvo en el campo de concentración de Boulou, Argelès-sur-mer, hasta que
gracias a la intervención de un familiar de Argelia, pudo abandonarlo e
instalarse en la entonces colonia francesa, donde rehizo su vida y obtuvo la
nacionalidad francesa. Falcó consiguió trabajo en Toulouse, como ingeniero
civil en el grupo regional de gendarmería, responsabilidad que mantuvo hasta su
jubilación en 1976.
Tras
la muerte de Franco, fue restituido, como sus compañeros aviadores, y nombrado
coronel en la reserva en 1980. Fiel al pacto de caballeros que había entre los
aviadores ya desde la Primera Guerra Mundial, Falcó depositaba flores y
limpiaba la tumba de Hans Nirminger que franquistas y alemanes habían erigido
en Vilajuiga, como un acto de reconocimiento y respeto al adversario.
El
olvido en el que cayó Falcó en España contrasta con el reconocimiento que tuvo
en Francia, donde el periodista galo Pierre Challier publicó su biografía, y
David Méchin incluyó el artículo Un as republicano de la guerra de España: José
Falcó Sanmartín en el número 154 de la revista Avions.
Fuente:
http://dedona.wordpress.com/
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