25 de marzo de 2015
Son las personas que habitan en la mayor región de
Madrid, la Sierra Norte, repartidas en 42 municipios, zona de gran valor
ecológico, y desde donde se nutre el agua a la capital por sus diversos
pantanos, sobre todo el de El Atazar con el 46% del agua embalsada de la
región.
Anteriormente llamada Sierra Pobre por la escasez y
baja calidad de la agricultura, lo inaccesible a sus municipios, sobre todo en
los inviernos con accesos intransitables, esto produjo el abandono de
habitantes ante las escasas perspectivas para jóvenes y mayores, desapareciendo
municipios o integrándose unos en otros. A partir de la década de los 90 empezó
a repoblarse, primero como segunda vivienda de muchos nativos de la zona y
posteriormente por personas de la capital, que buscaban calidad de vida y bajos
precios de la vivienda, aunque con una infraestructura escasa en cuanto a
servicios, como transporte, sanidad, educación…, que fue mejorando poco a poco.
Desde unos años hacia acá, es progresivo el deterioro,
40.000 habitantes no son importantes para los políticos, de ahí la desatención,
al gobierno de la región les preocupa tan poco que están retirando todo tipo de
subvenciones o inversiones para los habitantes actuales, la sanidad sigue casi
ausente, la gran mayoría de las poblaciones solo tiene médico una vez por
semana, el pediatra solo en determinadas localidades y también una vez por
semana., las urgencias brillan por su falta de medios, si tienes alguna cercana
(entre 11 y 25 Km), te remiten a Madrid, por tus medios, solo hay una
ambulancia para toda la zona y tardas menos en ir en tu vehículo que lo que
tarda la ambulancia en llegar.
Cuenta un vecino que en los años 80, tuvo que ir
con su mula a Torrelaguna, distante 25 Km., coger un autobús y llevar a La Paz
para operar a su hija de apéndice; ahora es lo mismo, con la diferencia que la
mula la han cambiado por un automóvil y la carretera es mejor, pero la
situación se está agravando a pasos agigantados, estamos retornando a ser la
Sierra Pobre, el motivo de nuevo es la infraestructura en transporte, la huelga
de autobuses Alsa, donde la patronal ha puesto las rutas y horarios de manera
caprichosa, sin respetar los horarios punta como exige la Comunidad en casos de
huelga en el Metro o autobuses urbanos. Esta situación se está cebando en
la zona, los usuarios la aceptan estoicamente, comprenden a los conductores y
su problemática, algunos son vecinos y les apoyan.
Pero no comprenden que el Consorcio de Transporte en
manos del gobierno de la región no interceda, mejor dicho lo comprenden, somos
un número insignificantes de votos, los sindicatos de la empresa están apoyando
a los trabajadores al igual que los usuarios, pero los sindicatos a nivel
regional deben de apoyar a los trabajadores que utilizan los medios de
transporte para acercarse a sus puestos de trabajo. Los partidos políticos
también callan, solo se acercan a determinadas localidades en campaña
electoral, pero no son capaces de alzar la voz ante tamaña presión de la
patronal Alsa; en mi localidad ha dejado de pasar, el autobús de las 6:45, hay
que desplazarse 3 Km. para coger uno a las 5:30. Para la vuelta desde Madrid
hay uno a las 14 h. y el siguiente a las 17 h., que te deja a 3 Km, después
nada, qué entienden por horario punta estos directivos. En la parada del
Hospital Reina Sofía, no suelen parar por estar llenos los autobuses y con
gente de pie, dejando a ancianos y enfermos 3 horas esperando por si acaso el
siguiente para, o ir a Madrid y cogerlo en cabecera.
Los 40.000 damnificados queremos soluciones reales, no
una visita cada cuatro años, así como la presión de los Alcaldes de estos 42
municipios, ellos se deben a sus vecinos, deben moverse y presionar.
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