Almudena Grandes presenta hoy en el Aula de Cultura de EL CORREO su última
novela, 'Las tres bodas de Manolita'
24.03.14 - 00:59 -
«Los vencidos fueron un buen negocio», afirma Almudena
Grandes refiriéndose a los abusos cometidos durante la posguerra española
contra quienes perdieron el enfrentamiento civil. Muchas de estas tropelías
apenas son conocidas. «Que le roben la casa a quien le han matado a dos hijos
es una tragedia menor», señala, y asegura que la violencia sufrida tenía en
buena medida una motivación económica.
«Después del triunfo de los alzados, la represión
continuó a pesar de que no había oponente»
La escritora
ha publicado recientemente 'Las tres bodas de Manolita', una novela que versa
sobre la supervivencia en el Madrid de los años cuarenta, y hablará de este
periodo en un encuentro que tendrá lugar hoy, a partir de las ocho de la tarde,
en el Salón El Carmen de Bilbao, dentro del actual ciclo de encuentros del Aula
de Cultura de EL CORREO, de la Fundación Vocento. La autora será entrevistada
por el periodista César Coca en un acto que cuenta con la colaboración de la
editorial Tusquets.
Los excesos
llevados a cabo están relacionados, en opinión de la creadora madrileña, con la
naturaleza de la lucha. «Tras la Segunda Guerra Mundial, los ganadores
intentaron incorporar a los derrotados mediante políticas de reintegración,
mientras que aquí de una contienda surge otra», indica, y aduce el carácter
ideológico para explicar la diferencia. «Como dijo Fernando Fernán Gómez, aquí,
en vez de la paz, llegó la victoria. El bando de los alzados esgrimía su
condición de cruzada con ideales cristianos y tras su triunfo la represión
siguió, a pesar de que no existía oponente».
Protagonismo
femenino
La
corrupción también influyó en ese escenario. «Es el caso de los niños acogidos
en los colegios de huérfanos, cuyos responsables se quedaban con parte de los
fondos asignados por el Estado para su manutención y los empleaban como mano de
obra esclava». En su libro también se menciona el caso de un capellán que
cobraba los 'vis a vis' que se autorizaban en un penal.
Las mujeres,
como la protagonista de su relato, son las grandes perjudicadas. «Su
protagonismo resulta esencial», defiende, y habla de le enorme cantidad de
mujeres solas, con hijos o hermanos, sin preparación laboral, educadas para ser
amas de casa, que tuvieron que buscarse la vida tras la retirada militar,
muchas convertida en viudas o esposas de presos o huidos.
No existen
muchas imágenes de los años inmediatamente posteriores a la instauración del
régimen franquista, incluso su número es inferior al de las producidas durante
la guerra. «Durante la República se produjeron cantidad de fotografías y
documentales, con interés propagandístico o no, también llegaron corresponsales
extranjeros y los dos ejércitos propiciaron la difusión de noticiarios afines»,
alega. La situación varió radicalmente tras el fin de las hostilidades. «La
censura se vuelve férrea, se controla todo y se difunde la misma información en
todos los medios, ocultando el hambre, la penuria y las cárceles».
Aún hoy, la
posguerra es un periodo que genera polémica en su interpretación social y política.
«Como la democracia española se recuperó como se recuperó, para un sector de la
opinión pública no está claro quiénes fueron los buenos y los malos, los
demócratas y los fascistas».
Fuente: http://www.elcorreo.com/
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