El Comité de Libertad Sindical de la Organización
Internacional del Trabajo dice también que aspectos de esa norma debilitan la
libertad sindical.
El Comité de Libertad Sindical de la OIT ha
publicado un informe en el que critica la manera en que el Gobierno acometió la
reforma laboral de comienzos de 2012, así como el decreto de julio de ese año
que, entre otras cosas, eliminó la paga extra de Navidad para los empleados
públicos.
El organismo internacional entiende que el Gobierno no
negoció con los agentes sociales, no respetó los acuerdos alcanzados antes
entre empresarios y sindicatos, que algunas de las disposiciones de la reforma
debilitan la negociación colectiva y merman la libertad sindical e invita al
Ejecutivo a negociar sobre esa norma con patronales y representantes de los
trabajadores.
El informe no tiene consecuencias
prácticas para el Gobierno (es decir, no le obliga a nada), más allá del revés
que suponen las críticas de una organización internacional a su comportamiento.
El informe es consecuencia de la queja ante la OIT contra la reforma que pusieron en 2012
Comisiones Obreras, UGT y otras organizaciones sindicales. El texto examina lo
alegado por los querellantes y las explicaciones del Gobierno, y sus
conclusiones son negativas para este último, en tres frentes: no negociar con
los agentes sociales, no respetar los acuerdos previos y minorar la libertad
sindical. Así, el Comité “constata que en el proceso de elaboración [de la
reforma laboral], las organizaciones sindicales más representativas no fueron
consultadas sobre el texto”, por lo que recuerda al Gobierno “la importancia de
consultas detalladas y de que las partes tengan suficiente tiempo para preparar
y expresar sus puntos de vista, y discutirlos en profundidad”. Por eso “El
Comité espera firmemente que en adelante se respeten plenamente estos
principios en materia de consultas”.
El Comité también lamenta que la reforma laboral
aprobada en febrero de 2012 alterase los contenidos del acuerdo alcanzado poco
antes (el 25 de enero) por sindicatos y empresarios sobre mercado laboral, y
“recuerda el principio de que el respeto mutuo de los compromisos asumidos en
los acuerdos colectivos es un elemento importante del derecho de negociación
colectiva y debería ser salvaguardado para establecer relaciones laborales
sobre una base sólida y estable”. Y el Comité entra también en el contenido de
la reforma, al afirmar que “la elaboración de procedimientos que favorecen de
manera sistemática la negociación descentralizada de disposiciones derogatorias
menos favorables que las disposiciones de nivel superior puede desestabilizar
globalmente los mecanismos de negociación colectiva [...] y debilita la
libertad sindical y la negociación colectiva en violación de los principios
consagrados en los Convenios núms. 87 y 98 [de la OIT]“.
UGT y CCOO han celebrado el informe del Comité que,
aunque no obliga a nada al Gobierno, le emplaza a que “promueva un diálogo
tripartito” sobre la reforma laboral y le recuerda “la importancia de que las
reglas esenciales del sistema de relaciones laborales [...] sean compartidas en
la mayor medida de lo posible por las organizaciones de trabajadores y de
empleadores más representativas”. “El Gobierno debería reconsiderar su
reforma”, dice Toni Ferrer, Secretario de Acción Sindical de UGT, “y sobre todo
sacar una enseñanza: que por la vía de la imposición no se avanza hacia
soluciones que sean efectivas”. “El informe viene a darnos la razón contra el
decreto de reforma laboral”, apunta Ramón Górriz, Secretario de Acción Sindical
de CCOO, que añade: “el Gobierno debería razonar y debería derogar los aspectos
que plantea el Comité de Libertad Sindical”.
Fuentes del ministerio de Empleo, por su parte, dicen
que están en desacuerdo con las valoraciones del informe y sostienen que ha
habido diálogo social y que lo sigue habiendo; como ejemplo, señalan a la
reciente reunión entre Gobierno y líderes sindicales y empresariales en La
Moncloa.
cadenaser
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