Rescatar a los 700.000 hogares sin ningún tipo de
ingresos que hay en España (500.000 si se restan los que tienen rentas
mínimas), tiene un coste de 2.600 millones de euros, la mitad de lo que costará
salvar las autopistas.
Así lo ha puesto de manifiesto el coordinador del
Equipo de Estudios de Cáritas Española y de Foessa, encargada de redactar el
estudio ‘Análisis y perspectivas 2014′, Francisco Lorenzo.
“Llevamos tiempo tratando de que se habilite un
sistema de garantías mínimas, hay 500.000 hogares sin ingresos, acabar con esa
situación son 2.600 millones de euros, es un precio claramente inferior a lo
que se está hablando que costaría el rescate de las autopistas y hablaríamos de
acabar con la pobreza severa, claramente es asumible”, ha asegurado.
Lorenzo ha precisado que desde Cáritas han propuesto
en diversos foros que estos 2.600 millones se destinen a ayudas directas, a un
“salario social” para estos hogares sin ingresos que han aumentado de 300.000
en 2007 a 700.000 en 2013.
Según el estudio de Foessa, que contiene un adelanto
de los datos del informe que se presentará en octubre, 11,7 millones de
personas están afectadas en España por distintos procesos de exclusión social,
un 60% más que en 2007 y 5 millones de personas (1,5 millones de hogares) se encuentran
en situación de ‘exclusión severa’, casi el doble que hace seis años.
El documento revela que los ámbitos del empleo, la
vivienda y la salud son los que más han contribuido al aumento de la exclusión. El indicador más “sorprendente”
para los autores es el de la incidencia de los problemas de salud que se han
duplicado hasta el extremo de que en “un notable número de hogares” se ha
dejado de comprar medicamentos o de seguir tratamientos médicos.
Por otro lado, los problemas de vivienda se han
incrementado un 36% y los de empleo se han multiplicado por dos de forma que
incluso los trabajos que se dan en condiciones de precariedad extrema o de
forma irregular se ha reducido por falta de demanda.
Atendiendo a las personas más afectadas por la crisis
y en las que más ha incidido la exclusión social, el estudio indica que el 44%
de las personas excluidas tiene menos de 29 años y que un 35% de los niños está
en situación de exclusión, más de la mitad de ellos, en exclusión severa.
Mientras tanto, los hogares en los que vive alguna persona mayor se han visto
menos afectados –con una tasa de incidencia de la exclusión de un 12,7%–
gracias a las pensiones.
En este contexto, sin embargo, se mantiene la calidad
de las relaciones sociales. “Aun con políticas sociales insuficientes y con
escasa protección social, la familia sigue resistiendo”, apuntan los autores.
Según ha añadido el técnico del Equipo de Estudios de Cáritas Española y de
Foessa, Guillermo Fernández, “es imprescindible la creación de políticas públicas
de apoyo a la familia”.
Asimismo, ha subrayado la importancia de la educación
para resistir a la exclusión social pues los hogares encabezados por una
persona con estudios universitarios suponen solo un 7% del total de los
afectados mientras que “todos los grupos que no consiguen un nivel educativo
superior a la secundaria obligatoria tienen tasas de exclusión
significativamente superiores a la media”.
En este sentido, ha apuntado que “el discurso que
viene desacreditando el valor de la educación en la sociedad y habla de la
sobreformación de las personas no se corresponde con ninguna evidencia empírica
desde la perspectiva de la exclusión social”.
Por todo ello, Cáritas y Foessa creen que es el
momento de que haya “un pacto contra la pobreza” en España. “Los objetivos
macroeconómicos deben ser secundarios frente al rescate de las personas”, han
remarcado los autores.
europapress
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