nuevatribuna.es
| 17 Marzo 2014 - 18:49 h.
La situación
política, social, y económica de la sociedad española es gravísima, generada
por la subordinación de la política a los grandes poderes financieros y
empresariales, Esto trae consigo que nuestro sistema político no es una
democracia. Jacques Rancière habla ya de posdemocracia, aludiendo
a que mientras la apariencia formal de las instituciones democráticas
sigue más o menos vigente, la política y el gobierno están bajo el control de
los grupos privilegiados, de manera similar a lo que ocurría en la época
predemocrática. El desarrollo de la posdemocracia va acompañado de una
identificación directa de la democracia en cuanto forma con las necesidades del
capital globalizado. Marx ya señaló que los gobiernos son meros
representantes comerciales del capital internacional. Este hecho es una obviedad
hoy, con el que están de acuerdo tanto los liberales como los socialistas. Como
todo lo controla el capital, incluidos los grandes medios de información tanto
públicos como privados, la información que recibimos los ciudadanos es sesgada,
parcial y manipulada. Por ello no hay transparencia informativa y sin ella
hablar de democracia es un sarcasmo. Es necesaria la respuesta de la sociedad
civil para corregir tanta mentira y tanta manipulación. No obstante, merece la
pena destacar alguna iniciativa ciudadana a la que me voy a referir ahora, para
salir de esta modorra en la que nos hallamos sumidos.
El pasado
día 14 de marzo se celebró la Junta de Accionistas del BBVA. Este fin de
semana, al estar en Cataluña, quise leer dos periódicos destacados de allí: El
Periódico de Catalunya y La Vanguardia. Los 2 recogían la noticia y
coincidieron en lo fundamental. El presidente del BBVA, Francisco González,
reclamó al Gobierno que plante cara a la corrupción, que tiene un enorme coste
a la economía; y que se cumplan las leyes. Apoyó las políticas económicas del
Gobierno, sobre todo, la reforma laboral. Advirtió que se ha salido de la
recesión, aunque no de la crisis, por lo que el Gobierno tiene que seguir con
las reformas. Recomendó racionalizar impuestos, profundizar la reforma laboral,
privatizar los bancos nacionalizados cuanto antes y ayudar a internacionalizar
las empresas. Aprovechó para criticar a José Luis Rodríguez Zapatero, al
que culpó de una crisis sin precedente. Por último, según lo exige Europa, los
accionistas del BBVA ratificaron que 163 directivos pueden cobrar hasta unos 70
millones de retribución variable el próximo año, si cumplen determinados
objetivos. La medida afecta a consejeros ejecutivos y altos directivos que
podrán cobrar bonos hasta el 200% de su sueldo fijo. En este paquete se incluye
al propio presidente, Francisco González, que podría recibir de variable
hasta 3,94 millones de euros los próximos años. Solo hubo ligeras críticas a
estas subidas. Realmente que este caballero hable de moderación salarial,
cuando se lleva el y sus altos cargos estas cantidades, es todo un insulto a la
racionalidad, a la inteligencia y a la ética. Esta cuestión podría servir para
un artículo, mas hoy quiero fijarme en el aspecto que he señalado al principio:
la información que recibimos los ciudadanos es sesgada, parcial y manipulada.
Vamos a verlo, ningún gran medio de comunicación reflejó la noticia que
describo a continuación. Para enmarcarla es conveniente conocer a El Centre
D'Estudis Per a la Pau JM. Delàs que impulsa el estudio, la investigación y
la divulgación de todos los aspectos que rodean el desarme, la vertiente
militar de la seguridad, los conflictos armados, la cultura de paz, y la
economía de defensa. Una de sus actividades es la llamada Banca Armada, a
través de la cual pretenden crear una opinión pública, que favorezca un cambio
de actitud de las entidades financieras y del Grupo BBVA y Banco Santander (BS)
en particular, para que cancelen sus inversiones en empresas de armamento y
contaminantes. Con la cesión de la representación de accionistas,
miembros del JM. Delàs intervienen hace varios años en las Juntas de
Accionistas (JA) del Grupo BBVA y del Banco de Santander (BS). En la del pasado
14 de marzo del BBVA primero intervino Gemma Amorós y señaló que
venía a hablarles en representación de 280.921 acciones, cedidas a la campaña
por decenas de accionistas que de este modo muestran su desacuerdo con las
inversiones controvertidas del BBVA. Desde el 2008, cuando comenzamos a
denunciar sus inversiones en armas y en otros negocios controvertidos, el Grupo
BBVA afirma haber realizado algunos cambios en la norma que regula la
financiación a la industria de defensa. Sin embargo, cada año, el panorama
surgido de las diversas investigaciones sobre la financiación de armamento por
parte de la banca muestra, en al caso del BBVA, todo lo contrario. ¿Está
haciendo todo lo posible para limitar las operaciones con la industria
armamentística? ¿Por qué oculta la lista de exclusión? ¿Por qué tanto énfasis en
las bombas de racimo? ¿Por qué tanta opacidad alrededor de las armas nucleares
y de uranio empobrecido? Y, sobre todo, ¿por qué escapan a la normativa una
buena parte de sus inversiones en armas? Sr. Presidente, usted sabe que el
Grupo BBVA es tristemente conocido por haber financiado a empresas como la
norteamericana Textron —cuyas municiones han sido utilizadas en la Guerra de
Irak— o la italiana Finmeccanica —que abasteció de armas al gobierno de Gadafi,
con las que reprimió brutalmente a la población civil— y que, a pesar de las
campañas de la sociedad exigiéndole la desvinculación del BBVA del sector
armamentístico, su grupo bancario sigue siendo el mayor inversor en empresas de
armamento de España. Sólo en 2013 ha financiado a dos de las mayores compañías
estadounidenses fabricantes de armas, AECOM y General Dynamics, concediéndoles
préstamos por valor de 124,5 millones de euros.
Sr.
Francisco González, señoras y señores accionistas, por el momento la única
conclusión que desde la campaña BBVA sin armas podemos extraer es que, el BBVA
no tiene reparos en ser el mayor financiador en España del perverso negocio de
las armas.
Luego en la
misma Junta de Accionista intervinó Maria de Lluc Bagur para denunciar
cómo el BBVA puede ser responsable de la violencia en Colombia: un país que
lleva ya cincuenta años en conflicto armado. Colombia es el mayor productor de
carbón de toda Latinoamérica -principalmente de las regiones norteñas de La
Guajira y César, donde han desposeído de sus tierras a las poblaciones
indígenas-, lo que lo convierte en un territorio propenso al expolio de las
empresas multinacionales occidentales. Cada año el Grupo BBVA emplea mayores
cantidades de dinero para expandirse en esta región -prevé invertir 100
millones de dólares en 2014-. De hecho, hoy día está entre las diez entidades
financieras que más capital ha destinado a la minería colombiana: entre 2011 y
2013, más de 150 millones de euros. Pero lo más grave es que el BBVA financia a
la empresa estadounidense Drummond, el cuarto exportador mundial de carbón y
segundo productor de Colombia, que ha sido acusada de reprimir fuertemente la
actividad sindical de sus trabajadores.
Merece la
pena detenerse en las intervenciones de miembros de El Centre D'Estudis Per
a la Pau JM. Delàs en el 2013. En la Junta de Accionistas del Banco de
Santander del 22 de marzo del 2013 denunciaron que el BS financia con 1.141
millones de euros a empresas que fabrican armas nucleares: Boeing, EADS,
Finmeccanica, General Dynamics, Honeywell International, Rolls-Royce, Safran o
Thales; y que además ayuda a desarrollar, fabricar y vender armas a la
industria militar española, una de las industrias menos éticas del mundo, ya
que exporta sus armas a más de 30 países en conflicto armado, donde se vulneran
los derechos humanos. Preguntaron: ¿Sr. Botín, se siente usted orgulloso de
que parte de su fortuna provenga de tan repudiable negocio? ¿Sres.
accionistas, no les remuerde la conciencia que parte del dividendo esté
manchado de sangre? Los mismos juicios fueron emitidos en la JA del BBVA
del 15 de marzo de 2013, el cual dedicó 3.000 millones al sector
armamentístico. También recriminaron el funcionamiento de la deuda pública. Estos
bancos tienen su parte de responsabilidad en el endeudamiento del sector
público español y, en consecuencia, en los recortes de servicios tan esenciales
para la cohesión social, como la educación, la sanidad o los servicios sociales.
El BCE otorga crédito al BS al 1%, con el objetivo declarado de
"garantizar el flujo de crédito a la economía real, es decir, a empresas y
familias". El BS ha recibido hasta finales de 2012, 62.608 millones de
euros y ha dedicado durante 2011, 41.807 a la compra de títulos de deuda
pública, por la que el Estado español paga el 6% o 7%. El BBVA ha recibido a
finales del 2012 la cifra de 60.535 millones de euros destinando 53.452 a la
compra deuda pública. Los intervinientes preguntaron por los beneficios
obtenidos de esta actividad especulativa y cómo revierten en la sociedad
española.
Las
intervenciones de los representantes de El Centre D'Estudis Per a la Pau JM.
Delàs han sido cuestiones no noticiables para los grandes medios de
comunicación. Tendrán poderosas razones. Ustedes mismos pueden sacar sus propias
conclusiones
No hay comentarios:
Publicar un comentario