Las cuentas anuales, Las terceras del
Gobierno actual, son muy restrictivas y pretenden ahorrar 3.900 millones de
euros
Manifestantes portugueses protestan
contra los presupuestos 2014. / HUGO CORREIA (REUTERS)
Los
diputados portugueses discuten hoy el presupuesto general del país para el año
que viene entre los gritos y los abucheos de las varias miles de personas que
se han congregado al pie del Parlamento, en el centro de Lisboa, convocados por
el principal sindicato luso, la CGTP. La votación (que permitirá a este
presupuesto pasar el primer trámite, dado que la aprobación definitiva se
producirá el próximo 26 de noviembre) no tiene ningún suspense, dada la mayoría
absoluta que ostenta la coalición gubernamental de centro-derecha. Pero esto no
ha detenido a los miles de manifestantes, muchos funcionarios, empleados
públicos y jubilados, para acudir a la plaza de São Bento, a fin de quejarse de
unas cuentas públicas “ofensivas y explotadoras, que llevan a los trabajadores
a un empobrecimiento progresivo”.
El
presupuesto, el tercero del Gobierno actual, ciertamente, es muy restrictivo,
encaminado a ahorrar 3.900 millones de euros a fin de cumplir con los
compromisos acordados con la troika en cuanto al déficit. En primer lugar, no
alivia un ápice la presión fiscal brutal que se impuso en 2013, equivalente, en
la mayoría de las ocasiones, a la pérdida de un salario para todos los
trabajadores con nómina. En segundo lugar, recorta (aún más) el salario a los
funcionarios que ganen más de 600 euros al mes. En realidad, los funcionarios
portugueses que ganaban más de 1.500 euros ya habían visto su sueldo menguar en
2011. Ahora, la medida se extiende y se intensifica. Según la prensa
portuguesa, un empleado público que gane ahora 1.000 euros al mes ingresará
sólo 948 a partir de 2014. Y uno que gane 1.500 verá su nómina reducida a
1.289. Y un tercero que, nominalmente, ganaba 2.000 pero que ya, con el corte
en vigor, cobraba sólo 1.970, verá su nómina reducida aún más: hasta los 1.750
euros.
Un empleado público que gane ahora 1.000 euros al mes
ingresará sólo 948 a partir de 2014. Y uno que gane 1.500 verá su nómina
reducida a 1.289
Miguel
Frasquilho, diputado del PSD, el partido de centro derecha en el poder, admitió
en la tribuna que el presupuesto es “duro, exigente, austero, especialmente en
la función pública”. Y añadió: “Pero cualquier alternativa (haciendo referencia
a una hipotético segundo rescate) sería peor”.
Mientras, en
la calle, el secretario general de la CGTP, Arménio Castro, recordaba que hacía
dos años, el primer ministro, Pedro Passos Coelho, había prometido a los pocos
meses de llegar al poder que los sacrificios (subidas de impuestos, retirada de
pagas extras, recortes en los salarios) “valdrían la pena” y que no se
repetirían continuamente. “Él dijo eso hace dos años. Que no habría más
sacrificios. Y año a año hay más. No cumplió”. Muchos de los que le escuchaban
comenzaron a corear, simplemente: “¡Mentiroso!, ¡Mentiroso!”.
La primera votación parlamentaria
del presupuesto portugués sucede después de una huelga que paralizó ayer el
metro de Lisboa y de dos manifestaciones (celebradas a lo largo del mes de
octubre) que reunieron miles de personas para protestar por la política de la
austeridad constante. La protesta, en principio, continuará: el día 26, fecha
de la aprobación definitiva de las cuentas públicas portuguesas para 2013,
habrá una nueva concentración, ya convocada por la CGTP.
Fuente: www.elpais.com
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