Más de 130 personas se
han concentrado en la mañana de este jueves 21 de noviembre frente a una
sucursal del Banco Popular en el centro de Granada.
Vivienda
| Tercera Información | 22-11-2013 |
Con
esta acción, el grupo Stop Desahucios del 15M de Granada pretendía desbloquear
las negociaciones entre una veintena de familias organizadas en el grupo y el
banco, que hasta el momento se negaba a dar soluciones. Gracias a la acción de
hoy, el Banco Popular ha cambiado de idea y ha aceptado formar una mesa de
negociación que se encargará de intentar solucionar todos los casos
presentados, uno por uno.
Una
de las personas afectadas es Estefanía García, de 30 años y con dos hijos de
seis y dos años. Aunque ahora están divorciados, en 2004 se hipotecó junto con
su marido con el Banco Popular, con una hipoteca a 30 años por un total de
122.000 euros. Al quedarse su ahora ex marido en el paro, empezaron a tener
problemas, y en marzo de 2013 dejaron de pagar. Ella ya no vive en la casa,
pero la hipoteca sigue pendiendo sobre su cabeza. "Estamos pidiendo la
dación en pago con condonación de deuda para poder quedar libre de ese
peso", señala García, que trabaja a media jornada cuidando personas mayores.
Otra
de las familias afectadas es la formada por Alejandro García, albañil en paro
desde hace cinco años, y Verónica Funes, cocinera en un bar. Tienen 33 y 31
años respectivamente y tienen dos hijos, de 12 y 10 años. Se hipotecaron con el
Popular en 2005, por valor de 65.000 euros. En 2010 García pidió un préstamo al
mismo banco para montar una tienda, "pero la tienda fue mal", relata
García. "Empezamos a tener problemas de pago. Lo que ingresábamos del paro
lo destinábamos a la hipoteca, pero el banco lo dedicó a pago de seguros y
otras cosas", añade. La familia lleva ocho meses sin pagar la cuota de 420
euros mensuales, porque los ingresos de Funes (550) no se lo permiten. Por esta
razón, demandan al banco que se reestructuren todos los pagos de forma que
quede una cantidad que sí puedan afrontar.
Stop
Desahucios se congratula de qué el Banco Popular haya emprendido el camino de
la sensatez y muestre disposición para solventar los problemas, y espera que la
interlocución se haga realidad y funcione de forma efectiva para garantizar el
derecho a la vivienda de todas las personas afectadas por el banco.
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