La iniciativa ha partido del periodista Carlos Hernández, autor del libro 'Los
últimos españoles de Mauthausen' y sobrino Antonio Hernández, prisionero en el
campo de concentración.
nuevatribuna.es |
22 Enero 2015 - 17:13 h.
La iniciativa pretende
dar a conocer el sufrimiento de los más de 9.000 españoles que pasaron por los
campos nazis. Cerca de 5.500 fueron asesinados en ellos
Un agujero en el
tiempo creado gracias a las nuevas tecnologías permite desde la pasada
madrugada conocer lo que ocurría, a estas horas pero hace más de 70 años, en el
campo de concentración nazi de Mauthausen. Un deportado murciano, Antonio
Hernández Marín, está tuiteando desde anoche sus vivencias en el campo
de concentración de Mauthausen.
La iniciativa ha
partido del periodista Carlos Hernández, sobrino de Antonio Hernández y autor
del libro Los últimos españoles de Mauthausen que acaba de publicar
Ediciones B. El objetivo es que la sociedad española conozca la historia de los
más de 9.000 compatriotas que pasaron por los campos nazis.
En tiempo
“real”
Quienes sigan la
cuenta de Twitter de Antonio Hernández, @deportado4443, comprobarán que sus
tuits son escritos en el día y a la hora en que ocurrieron realmente, siete
décadas atrás. Su narración comenzó a las 00:00 horas del 22 de enero. Para
Antonio era 1941, para nosotros es 2015. En esos instantes, se encuentra con
más de 750 españoles en el campo de prisioneros de guerra de Trier en Alemania.
Él no lo sabe, pero faltan pocas horas para que le envíen a Mauthausen.
Antonio Hernández
relatará su viaje de tres días hacia el campo sin agua ni comida, a bordo de un
tren destinado al transporte de ganado. A su llegada a Mauthausen, recibió el
número de prisionero 4.443. En mensajes de 140 caracteres, Antonio narrará las
torturas a las que eran sometidos por los nazis, las ejecuciones, los
suicidios… También publicará fotos reales que pueden ayudar a comprender mejor
el sufrimiento que tuvieron que soportar los españoles.
Esta iniciativa
va a durar algo más de tres meses en los que se resumirá su vida y la del resto
de deportados españoles. El desenlace se producirá el 5 de mayo de 1945/2015,
cuando Antonio contará como Mauthausen fue liberado por los soldados
norteamericanos que liberaron el campo.
Una historia
repetida 9.000 veces
El periodista
Carlos Hernández ha dedicado un año y medio a investigar la vida de su tío y
del resto de españoles que pasaron por los campos nazis. Ha entrevistado a 18
deportados que permanecen con vida y ha buceado en decenas de archivos de
España, Francia, Austria, Alemania y Polonia. Su trabajo lo ha plasmado
en el libro Los últimos españoles de Mauthausen y también en esta experiencia
que ahora inicia en Twitter.
Gracias a este
tiempo de investigación, hoy puede reconstruir el trayecto que llevó a Antonio
Hernández desde su querida Murcia hasta una de las sucias barracas de madera
del campo de concentración nazi. Jornalero primero y ferroviario después,
Hernández se alistó en el cuerpo de Carabineros para defender la República. La
dolorosa derrota le empujó al exilio y, más tarde, a enrolarse en el Ejército
francés para afrontar una nueva guerra. Capturado por los alemanes, pasó varios
meses en el campo de prisioneros de Sagan, junto a soldados franceses,
británicos y holandeses. En enero de 1941, con el resto de los españoles, fue
enviado a Mauthausen, donde perdió su identidad y se convirtió en un simple
número, el 4.443. Trabajó como un esclavo en la construcción del propio campo y
en su terrible cantera, hasta que a finales de 1944 fue trasladado a Gusen, el
lugar en el que murió la mayor parte de los deportados españoles. Antonio
Hernández consiguió mantenerse con vida y, junto a otros 2.000 compatriotas,
asistir a la llegada de las tropas norteamericanas el 5 de mayo de 1945. Tras
las puertas del campo le aguardaba una amarga libertad, marcada nuevamente por
un exilio que ya no abandonaría hasta el momento de su muerte, en 1992.
Fuente: www.nuevatribuna.es
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