VÍCTOR MARTÍNEZ
Madrid
Actualizado: 25/01/2015 06:34 horas
La burbuja del megavatio ha pinchado. El parque
nacional de generación eléctrica se contrajo en 2014 al coincidir el frenazo en
seco de la instalación de nueva potencia renovable con el cierre de la central
térmica de carbón de Escucha, en la provincia de Teruel. Se trata de un hecho
histórico ya que es la primera vez que se reduce la potencia desde al menos
1990, año en el que comenzó la serie estadística que elabora Red Eléctrica
Española (REE).
La potencia de generación del sistema eléctrico peninsular
asciende a 102.259 megavatios, un 0,1% inferior a la registrada al cierre de
2013. A pesar de la reducción, el parque mantiene una enorme sobrecapacidad en
relación con el comportamiento de la demanda eléctrica, que cayó un 0,2% en lo
que supone el cuarto año consecutivo en números rojos.
De este exceso de generación da muestra el hecho de que, en
2014, la demanda máxima horaria alcanzada fuera de 38.666 megavatios
hora, registrada el 4 de febrero. Aunque la comparativa no es del todo real ya
que hay tecnologías renovables que ofrecen electricidad de forma discontinua,
sí se podría decir que el parque de generación actual duplica la necesidad de
cobertura del país.
A pesar de la caída de la demanda, el parque eléctrico
engordó un 12% durante la crisis. El incremento vino ligado a la gran
penetración de energías verdes -principalmente eólica, fotovoltaíca y termosolar-,
cuya potencia de generación se duplicó en seis años, al amparo del generoso
sistema de primas planteado por el Gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero.
Pero en 2014 la historia ha cambiado de forma drástica. La
empresa presidida por el ex secretario de Estado de Energía y ex alcalde de
Tres Cantos, José Folgado, avanza en su informe sobre el sistema eléctrico que
durante el pasado año sólo se instalaron cuatro nuevos megavatios en la
tecnología fotovoltáica -equivalentes a un 0,09% de las placas ya en operación-
y otros 37 megavatios de tecnología térmica renovable.
El parón de las renovables se produce en un momento de
incertidumbre sobre si España logrará cumplir con el objetivo europeo que
obliga al país a que un 20% de su consumo energético en 2020 tenga su origen en
fuentes renovables. España sumaba una cuota del 14,3% en el año 2012, según la
estadística más reciente publicada por Bruselas.
La Comisión Europea ya maneja informes que ponen en duda que
el país cumpla con sus deberes ante el exceso de capacidad actual y el temor
que ha desatado entre los inversores la batería de recortes aprobados por el
Ejecutivo sobre las primas que reciben estas energías.
"Tras los profundos (y retroactivos) recortes de
subsidios, se espera que se reduzca la implantación de nueva capacidad en el
futuro e incluso afecte a la capacidad existent", advierte en un informe
reciente la Cámara de Comercio de los Estados Unidos. "Con el exceso de
oferta actual, no es atractivo invertir en renovables en España", señala a
MERCADOS un gestor de uno de los mayores fondos de inversión en
infraestructuras a nivel europeo.
Fuente: www.elmundo.es
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