El Gobierno gallego insiste en restarle valor a lo que
denomina "recurso cama" y trabaja en un plan para enviar a casa a
pacientes que hasta ahora permanecían en los hospitales para recibir
determinados tratamientos o ser "estabilizados" tras una intervención
quirúrgica.
18/09/2014 - 17:07h
La conselleira de Sanidade, de visita en las obras del
hospital de Vigo
"El recurso cama ya no es tan imprescindible como
antes" ni "determina el grado de eficacia del sistema". En el
inicio del verano que ahora concluye, el Servizo Galego de Saúde se enfrentaba
al mayor
cierre de camas de su historia y la Consellería de Sanidade lo
justificaba de este modo mientras, además, copiaba
una respuesta del Gobierno bipartito para explicar su propia política.
El "incremento de actividad en áreas como los hospitales de día" o la
"cirugía ambulatoria" son otros de los argumentos utilizados en un
contexto en el que las cifras oficiales indican que la red hospitalaria pública
gallega ha perdido unas 450 camas desde el retorno del PP a la Xunta.
Según el catálogo hospitalario que publica al inicio de cada
año el Ministerio de Sanidad y que la OCDE acaba de recopilar para elaborar un
estudio sanitario próprio, en Galicia hay en la actualidad 7.563 camas
hospitalarias con dependencia funcional del Sistema Nacional de Salud, esto es,
del Sergas. Son, concretamente, 447 menos que al comienzo del año 2010, primer
ejercicio económico que dependió íntegramente del Ejecutivo de Alberto Núñez
Feijóo y que supuso también un punto de inflexión tras años de incrementos de
camas hospitalarias tanto con Fraga como con la coalición de PSdeG y BNG.
Esta reducción de camas hospitalarias coincide con unos años
en los que el Sergas se ha convertido en el único actor de la sanidad pública
en Galicia. Esto acontece tras completarse la transferencia a la autonomía de
las camas dependientes de otras administraciones, caso por ejemplo de los
antiguos centros hospitalarios de la Diputación de Lugo y también después de la
integración total en la red pública de las extintas fundaciones sanitarias,
impulsadas en la etapa en la que Feijóo dirigía el Sergas. No obstante, existió
una diferencia fundamental entre ambos procesos: mientras que el fin de las
fundaciones supuso sumar en 2009 sus 247 camas a la red del Sergas, la transferencia
de las 200 camas de las diputaciones en 2011 no supuso que en 2012 hubiera 200
camas más en el Sergas, sino que en ese intervalo la sanidad pública perdió 45
plazas hospitalarias.
Más hospitalizaciones en casa
Estas cifras se producen en un contexto en el que los
discursos públicos de la Xunta, empezando por los del propio presidente,
insisten en que su mandato está siendo sinónimo de "más sanidad
pública", mostrando como ejemplo la apertura en 2011 del nuevo Hospital de
Lugo o la construcción del nuevo complejo hospitalario vigués. Además,
paralelamente Sanidad trabaja en planes como el denominado Hospital en Casa,
que según Feijóo busca "profundizar en las posibilidades de la
hospitalización a domicilio" para procurarles un lugar "más confortable"
a los enfermos, pero cuya documentación oficial alude, esencialmente, a motivos
económicos: ahorrar en gastos de hospitalización.
Como informó Plaza este diario, dicho plan se apoya en datos
del año 2009, justo antes del inicio de la reducción de camas hospitalarias,
para sentenciar que factores como "el envejecimiento de la población"
o la "mejora en el pronóstico de enfermedades agudas" hacen que
"el modelo actual" sea "difícilmente sostenible". Según
este guión gubernamental, existen múltiples "escenarios" en los que
"la hospitalización aporta poco valor y alto gasto", caso por ejemplo
de la "espera para realización de pruebas", la administración de
"tratamientos" o la "búsqueda de la estabilización de procesos
médicos o postoperatorios". A partir de este diagnóstico, la Xunta se alió
con 41 empresas –entre las que figuran Telefónica, Philips o Indra– para
instalar equipos informáticos en casa de los enfermos con "videocámara y
micrófonos". Así, a distancia, se monitorizarán constantes vitales, pero también
se administrará medicación o se controlarán medicamentos intravenosos. Quien
pondrá el "recurso cama" será, por lo tanto, la persona enferma o su
familia.
Fuente: www.eldiario.es
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