Memoria Histórica | Diego Jiménez - Tercera Información |
14-01-2015 |
Con una rueda de prensa matinal y el acto de la tarde, quedó
inaugurada en Murcia, el pasado lunes día 12 de enero, la exposición sobre las
Misiones Pedagógicas de la II República. Instalada en Madrid gracias a la labor
cultural que desarrolla el Patronato de la Residencia de Estudiantes, la
exposición, desde su inauguración en 2006, ha recorrido varias localidades de
España.
La presencia de esta muestra ha sido posible en Murcia gracias
a los esfuerzos de la Asociación de Pensionistas y Jubilados de
STERM-Intersindical, la Universidad de Murcia (UMU) y el Museo de la propia
Universidad, en cuya sede del antiguo Cuartel de Artillería se haya instalada
la exposición. Fue presentada en rueda de prensa matinal, en el salón de actos
del museo de la UMU. En el acto, presentado y moderado por José Antonio Gómez,
vicerrector de Comunicación y Cultura de la Universidad, estaban también
presentes en la mesa, Benigno Polo y Pepe Hernández Escámez (Intersindical),
Pascual Martínez, de la Fundación CajaMurcia, y el director del museo, José
Miguel García Cano.
En la mesa, de derecha a izquierda: Benigno Polo, Pepe Hdez.
Escámez, J. Antonio Gómez, Pascual Martínez y J. Miguel García Cano (Foto:
Carlos Trenor).
En la sala, se encontraban también, entre otras personas,
Eva Santos y José Manuel López, de la comisión de actos del centenario de la
UMU que se conmemora este año. Al final de la rueda de prensa intervino Eugenio
Otero, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y comisario de la
exposición, quien, como en la intervención que tuvo en la jornada vespertina,
recalcó que “las Misiones Pedagógicas hicieron la mejor campaña de animación a
la lectura que jamás se haya realizado en España”, al tiempo que destacó el
esfuerzo inversor del gobierno de la II República, con una dotación
presupuestaria anual de 800.000 pesetas para financiar la labor del Patronato
de las Misiones, labor que, aun con la reducción que se produjo con el gobierno
derechista de Lerroux apoyado por la CEDA, se mantuvo hasta 1936.
Aprovechando el turno de preguntas, Antonio Sánchez, una de
las personas de la Intersindical que han hecho posible la exposición, conminó
al vicerrector de Comunicación y Cultura de la UMU a que reclame que la primera
sede de la Universidad de Murcia, las antiguas escuelas graduadas del barrio de
El Carmen –que el Ayuntamiento de la capital está dispuesto a ceder a un
cofradía pasional de Semana Santa-, sigan siendo patrimonio público.
La inauguración de la tarde
Con un salón de actos completamente repleto, hasta el
extremo de que hubo personas que hubieron de seguir el acto de pie y otras que
se quedaron sin poder acceder al local, se procedió a la inauguración formal de
la exposición, tras la que se sirvió un vino español. En el acto, presentado
por Antonio Gómez, vicerrector de Comunicación y Cultura, tomaron la palabra
varias personas presentes en la mesa.
Aspecto que presentaba el salón de actos (Foto Carlos
Trenor).
Eva Sánchez, de la comisión del centenario de la UMU, citó a
María Zambrano y Jara Carrillo, como impulsores de la actividad cultural en
Murcia, destacando del último su apuesta por traer la Universidad a la capital
de la Región, en 1915.
Jesús Martínez Corbalán, en representación de STERM-Intersindical,
destacó, en una emotiva alocución, su plena identificación con las Misiones
Pedagógicas y el espíritu que las inspiró, al tiempo que expresó su sentimiento
de proximidad con las personas que aparecen en la muestra y el orgullo por la
aportación a las Misiones de paisanos nuestros como Ramón Gaya, Carmen Conde,
Antonio Oliver y el, a su juicio, ‘casi paisano’ Miguel Hernández, pues,
afirmó, “la sierra de Orihuela está a un tiro de piedra de Murcia”. Por último,
mostró su indignación y rabia por cómo fue truncada esta experiencia educativa
y cultural con el inicio de la sublevación franquista.
En la mesa, de derecha a izquierda: Eva Sánchez, Eugenio
Otero, Antonio Gómez, Jesús Martínez y Pedro Luis Moreno (Foto: Diego Jiménez)
Por su parte, Pedro Luis Moreno, del Centro de Estudios de
la Memoria Educativa (CEME), calificó de alto el nivel de la muestra que se
exhibe gracias a la aportación de Eugenio Otero, del cual citó su libro Las
Misiones Pedagógicas. Una experiencia de educación popular” (1982), destacando,
así mismo, la estrecha vinculación del Patronato de las Misiones con personas e
instituciones de la Región, como la Universidad Popular de Cartagena y la
Escuela de Magisterio de Murcia
Intervención de Eugenio Otero
El profesor Antonio Viñao presentó al ponente Eugenio Otero.
En su breve intervención, Viñao destacó el hilo de continuidad que se establece
entre las Misiones Pedagógicas y el impulso educativo y pedagógico desplegado
por Giner de los Ríos y sus compañeros, fundadores de la Institución Libre de
Enseñanza (ILE) en 1876. Esa labor fue continuada por Manuel Bartolomé Cossío,
el alma mater de las Misiones Pedagógicas.
En su intervención, Eugenio Otero afirmó que, desde 1876,
coincidiendo con la etapa final del Sexenio democrático, hasta 1936, se
producen en España una serie de transformaciones educativas que nos sitúan “a
la cabeza de Europa”. Dijo, además, que el conjunto de fotografías exhibido en
la exposición nos “descubre” la España rural de los años 30 del pasado siglo.
No dudó en señalar a los maestros como los auténticos “artífices” del éxito de
las Misiones, pese a sus exiguos sueldos que oscilaban entre las 1.000 a 7.000
pesetas al año en zonas urbanas (matizó que sólo dos maestros, de Madrid y
Barcelona, alcanzaron esa última cifra), siendo menores las retribuciones de
los maestros rurales (de 125 ptas a 250 ptas/año). Muchos de esos maestros, que
hasta el año 1900 no pasaron a cobrar del Estado (antes eran pagados por los
ayuntamientos), aspiraban, pues, a salir del aislamiento de las aldeas. Por
ello, en el último cuarto del siglo XIX, Giner de los Ríos propugnó “apoyar” al
maestro rural, enviando a los pueblos y aldeas algunas “misiones pedagógicas”.
Estas ideas fueron recogidas por la República, que, por decreto de 29 de mayo
de 1931, crea las Misiones Pedagógicas, con los objetivos de fomento de la
cultura popular, la orientación pedagógica de las escuelas y la educación
ciudadana.
Citó el “perfil” exigido a los “misioneros”, que habían de
pasar previamente una entrevista con Cossío, y que, tras ser seleccionados,
deberían ser capaces de crear en sus actividades un ambiente de cordialidad con
los campesinos.
De la actuación del Patronato, Otero aportó algunos datos,
tales como: puesta en marcha, hasta 1937, de más de 5.500 bibliotecas populares
y dotación de más de 600 mil libros; junto a éstos, gramófonos, que reproducían
música popular, clásica o culta; exhibición de películas y documentales (como
el documental Estampas, preservado por Cristóbal Simancas); los coros y el
Teatro del Pueblo, que, dirigido por Alejandro Casona, actuó en más de 280
localidades; el Teatro de Guiñol, dirigido por Rafael Dieste, que visitó
Malpica, en la Costa Da Morte (A Coruña) en compañía de Ramón Gaya, y el Museo
del Pueblo, que recorrió unas 175 localidades de toda España.
Otero hizo alusión a que un 50% de estos jóvenes entusiastas
que alentaban estas actividades eran maestros, junto con algunos alumnos
normalistas. Todos “descubren” una España desconocida en las zonas urbanas. Por
último, pasó a destacar algunos nombres señalados: el propio Rafael Dieste, Val
del Omar, Antonio Serrao, Cristóbal Simancas, Ramón Gaya…”, para terminar
calificando a aquellos jóvenes que dieron vida a las Misiones como
pertenecientes a “una generación perdida y llena de luz”.
Fuente: www.tercerainformacion.es
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