martes, 8 de julio de 2014

LA CUESTIÓN DEL GENOCIDIO

El presidente destacó las relaciones con la Argentina, las que espera potenciar. Reiteró la importancia del reconocimiento argentino al genocidio y analizó el vínculo con Turquía.
Final del formulario
“La Argentina es la puerta de entrada de Armenia a América latina.” Así calificó las relaciones entre ambos países el presidente armenio, Serzh Sargsyan, de visita en Buenos Aires. “La Argentina es uno de los países que reconoció el hecho del genocidio armenio, y eso es muy importante para nosotros. Además, está entre las 25 economías más grandes del mundo y tiene mucha reputación en las organizaciones internacionales”, destacó el mandatario, quien fue recibido ayer en la Cancillería argentina por el vicepresidente Amado Boudou y por el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman (ver Página/12). En diálogo con medios argentinos, entre ellos Página/12, Sargsyan habló sobre su visita, las relaciones con Turquía y los acuerdos de su país con la Unión Europea (UE) y con Rusia.

El presidente armenio señaló que el vínculo con la Argentina es importante por diversas circunstancias. “A primera vista, parecería que hay obstáculos, como por ejemplo la distancia geográfica. Pero ese obstáculo está compensado con la presencia de la comunidad armenia, que es un puente entre los dos países. Los índices de nuestras relaciones económicas y comerciales todavía no son suficientes y no se corresponden con la capacidad que tenemos, pero poco a poco vamos a desarrollarlas. La Argentina es un gran inversor en Armenia. Gracias a nuestro compatriota Eduardo Eurnekian, la Argentina tiene una inversión de unos 400 millones de dólares y estamos seguros de que veremos los resultados de esa inversión”, aseguró.
Sargsyan también subrayó la neutralidad diplomática que mantiene la Argentina en el conflicto de Nagorno Karabaj, un territorio que disputan Armenia y su vecino Azerbaiyán. Asimismo, afirmó que su país tiene que “aprovechar” la contribución de los miles de armenios exiliados durante el genocidio en el desarrollo de la Argentina. Consultado sobre el tema de los fondos buitre, el jefe de Estado armenio dijo que no conversó del tema con Timerman, pero confió en que la Argentina cuenta con “otros instrumentos” para hacer frente a esta amenaza. Por otro lado, contó que ambos países están trabajando “para exportar máquinas agrícolas de la Argentina a Armenia”.
En cuanto a las relaciones con Turquía, el mandatario apuntó que “no somos nosotros quienes tenemos que elegir con quién hablar para normalizarlas”, en referencia a la candidatura a la presidencia de Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro turco que se niega a reconocer el genocidio armenio. En 2009, los dos países firmaron protocolos para establecer relaciones y crear una comisión de expertos que estudiara lo ocurrido en aquellos años. “Negociamos durante mucho tiempo para firmar esos protocolos y no tuvieron ningún efecto. Y si el Parlamento de Turquía no los ratifica, ¿de qué vamos a hablar?”, se preguntó Sargsyan.
Sin embargo, se mostró confiado en que otros países reconozcan el genocidio armenio pese a las presiones de Turquía. “Hay gente dentro y fuera de Armenia que piensa que los protocolos que habíamos firmado iban a obstaculizar ese proceso. Pero, gracias a Dios, después de firmarlos, hubo países que reconocieron el genocidio. Estoy seguro de que ese proceso continuará. Es muy importante que otros países lo reconozcan, pero lo más importante es que Turquía lo reconozca. Si todos lo hacen y Turquía no, ese reconocimiento no va a ser completo”, sostuvo. Cerca de 30 países –incluido la Argentina– reconocen el exterminio de un millón y medio de personas entre 1915 y 1923 a manos del gobierno turco en tiempos del Imperio Otomano. “Si mañana Turquía lo reconoce, será un reconocimiento completo. No necesitamos más que eso. Tienen que sacarse ese peso de los hombros. Hay un pequeño movimiento en Turquía en esa dirección. Hoy vemos que muchos jóvenes turcos piden a sus autoridades que reconozcan el genocidio”, agregó Sargsyan.
En tanto, el mandatario habló de la estrategia de su país de negociar tanto con la UE como con Rusia. “Seguimos cooperando con la UE en el marco de la Asociación Oriental (un programa del bloque comunitario que busca acercarse al este de Europa). El año pasado hemos hecho una declaración conjunta con la UE y expresamos la voluntad de mantener ese nivel de cooperación, que es un instrumento para desarrollar nuestras relaciones. En cuanto a nuestra integración a la Unión Aduanera (la contraparte rusa de la Asociación Oriental), nosotros no queremos bajar el nivel de las relaciones con la UE. Estamos a favor de una cosa y de otra”, aclaró.
Además, aseguró que Armenia tiene relaciones estrechas con Rusia desde hace décadas y que cortarlas por un tratado de asociación con la UE sería “difícil para nosotros”. “Un tercio de nuestras exportaciones va a Rusia, otro tercio, a la UE, y el resto, a otros países. Cuando miramos la estructura de esas exportaciones nos damos cuenta de que a Rusia vendemos productos agrícolas y procesados. Esos productos son competitivos en Rusia, pero no en los mercados de la UE. Hoy tenemos relaciones tensas en la región. Estoy seguro de que la Unión Aduanera y la UE van a acordar. La segunda parte del problema es que Armenia no tiene recursos para el combustible y nosotros importamos gas de Rusia y de Irán. Para los países miembros de la Unión Aduanera, Rusia propone un descuento del 30 por ciento en la compra de gas”, concluyó.
Sargsyan tiene previsto hoy visitar Palermo, que aloja a gran parte de las instituciones comunitarias de la diáspora armenia, una de las más numerosas del mundo. Además inaugurará la construcción del Museo del Genocidio armenio, el primero del mundo fuera de Armenia. Más tarde partirá a Uruguay, la segunda escala de su gira sudamericana.
Informe: Patricio Porta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario