EUROPA PRESS / Motril (Granada) / 25 Abr
2014
Uno de los momentos del desalojo.
Dolores
Ruiz, de 73 años, ha sido desahuciada a primera hora de este viernes de su
vivienda, ubicada en la calle Santiago de Motril (Granada), tras la denuncia de
la sociedad de sus propios hijos por el impago del alquiler, y con la orden del
Juzgado de Instrucción 3 de la localidad. El desalojo, que han
intentado evitar varias decenas de vecinos concentrados, se ha producido sin
incidentes ni detenidos, según han informado a Europa Press fuentes de la
Policía Nacional.
Según
han informado a Europa Press sus familiares, la mujer, que no ha opuesto
resistencia, ha abandonado la que ha sido su casa, que era la herencia de la
familia, pasadas las 8,00 horas, como estaba previsto, de manera que el
desahucio, que ya fue frenado el pasado 8 de abril, no ha podido ser paralizado
en este caso.
No han
servido las más de 8.200 firmas que este miércoles fueron presentadas ante el
Juzgado, con las que vecinos, amigos y familiares reclamaban la no ejecución
del desalojo, teniendo en cuenta el estado de salud de Dolores, y que se le
permitiera vivir en su domicilio hasta que se resolviera o bien la apelación de
las medidas cautelares solicitadas o el propio juicio por nulidad del contrato
que, según sostiene su familia, fue “un engaño urdido por su exmarido y apoyado
por sus hijos para despojarla de su casa”.
Dolores
ya estuvo arropada el pasado 8 de abril por vecinos, amigos, familiares e
integrantes del Grupo Stop Desahucios del Movimiento 15M de Granada, para
solicitar la paralización de su desahucio, que entonces fue pospuesto por el
juez hasta este próximo viernes. Su vivienda, que era la herencia de la
familia, fue comprada por dos de sus hijos, a nombre de su empresa. La mujer,
que está divorciada desde 1998 y no cobra prestación alguna, no cobró la parte
que le correspondía, a cambio de tener el usufructo de la casa, para poder
vivir allí.
Una vez
acondicionada la casa y con Dolores viviendo ya en ella con normalidad, su hijo
Fernando decidió arreglarle los papeles para que cobrase aunque fuera una
pequeña pensión no contributiva. Dolores le firmó varios documentos para las
gestiones que realizaría su hijo, que sin embargo no le contó, según la
familia, que lo que suscribió era un contrato de alquiler entre la empresa y
ella misma.
Según
sus familiares, es el exmarido de Dolores el que está detrás de toda la
operación pues fue obligado a pagarle una pensión por un juez, y alegó que le
abonaba el alquiler mensual de la vivienda. A raíz de esto, apareció la demanda
de desahucio realizada por la empresa de los otros dos hijos contra su madre
“utilizando de nuevo el mismo contrato reclamando unas cantidades mensuales de
alquiler”, “aunque el que utiliza este contrato y monta este procedimiento de
desahucio es en realidad el exmarido, y sus hijos lo consienten
Fuente:
http://www.andalucesdiario.es/
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