Este miércoles 23 de
abril, por iniciativa de La Comuna d’Asturies, el grupo asturiano que forma
parte de CeAQUA (Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina contra
crímenes del franquismo), se han presentado en el Conceyu Abiertu de Uviéu los
siete asturianos que irán el viernes de esta semana al consulado de Argentina
en Madrid.
Memoria Histórica | Tercera Información | 25-04-2014 |
La
finalidad del viaje es presentar denuncias de desapariciones, encarcelamientos
y asesinatos acontecidos en los años de la Guerra Civil y la dictadura
posterior. Sus casos se presentarán al cónsul para que se remitan a la causa
que la juez María Servini de Cubría dirige en Argentina para investigar
crímenes del franquismo.
Desde
el mes de septiembre de 2013, Argentina ha habilitado sus consulados en todo el
mundo para que puedan recibir denuncias de víctimas del franquismo, después de
una solicitud hecha en tal sentido por la juez que lleva el caso para que los
denunciantes no tengan que viajar a Buenos Aires.
Entre
los denunciantes que irán a Madrid este viernes hay nietos de desaparecidos y
también hay víctimas directas de la represión y la tortura del régimen de
Franco, casos que pueden llevar a la imputación de torturadores que viven
todavía.
Este
es un resumen de los casos que se presentan:
Aida
Alvaré Marqués y José Martínez Vázquez fueron sacados de la cácel de Avilés y
fusilados en la playa de Salinas el 22 de octubre de 1937. Sus cuerpos se
abandonaron allí. En el pinal de esa playa hai una fosa con más de 300
asesinados que nunca se ha excavado. José Abargues Perles era secretario del
Partido Comunista de San Esteban (Muros) y se incorporó al frente en defensa de
la República. Fue condenado a muerte por "rebelión militar" y
fusilado el 28 de septiembre de 1939, y está enterrado en la fosa común de
Uviéu. Su mujer, Josefa Dávila Álvarez, embarazada y con seis hijos, estuvo
presa en Pravia y Uviéu, en donde tuvo a su última hija, para pasar después a
Saturrarán (Guipúzcoa), prisión en la que cumplió la condena por "auxilio
a la rebelión" hasta el 29 de abril de 1943. Son cuatro casos de los
muchos ejemplos de la represión sistemática de las autoridades franquistas en
Asturias. Dos nietas de estas cuatro víctimas presentan una denuncia explicando
su historias.
Clemente
Amago López-Villar era el alcalde del concejo de San Tiso d’Abres en 1936 por
el Partido Socialista. Un mes después del golpe de Estado de Franco, la zona
extremo-occidental asturiana ya estaba en poder de los sublevados. Las
detenciones y torturas por parte de la Falange llevaron a Clemente a esconderse
en los montes cerca de su casa en Vilela. El 1 de septiembre los falangistas de
San Tiso lo apresaron y lo torturaron. Su mujer lo pudo ver al día siguiente,
sangrando y medio muerto, en un camión rumbo a Lugo. No volvió a verlo más.
Unos años después, su viuda tuvo que pagar una multa que le pusieron a Clemente
Amago por desatender su funciones como alcalde. En la denuncia que presenta su
nieto se citan otros cinco casos de asesinatos y desapariciones sucedidas en
ese municipio en aquel mes de septiembre de 1936.
Jesús
Fernández Pérez era un albañil de Mántaras (Tapia) que encarcelaron en el
ayuntamiento de Tapia en el mes de noviembre de 1936, cuando tenía 33 años. Un
grupo de miembros de la Falange, conocidos en la zona como “El Cangrexo”, lo
sacaron por la noche de la cárcel y su mujer, con una niña de seis días, no
volvió a saber nada más de él. Se cuenta que lo mataron en el municipio lucense
de Barreiros, aunque no se sabe dónde está enterrado. Su caso es uno más de los
asesinatos cometidos en la zona occidental asturiana con toda la impunidad y
con el consentimiento de las autoridades municipales franquistas. En la
denuncia que presenta su nieto se citan otros casos de asesinatos,
encarcelamientos y vejaciones cometidos en el municipio de Tapia en esos meses.
Manuel
José García Valle, José’l Gallegu, sufrió a lo largo de su vida despidos,
detenciones y prisión por su implicación política en el Partido Comunista y por
su labor sindical en la mina. De 1957 a 1971 lo detuvieron 14 veces. Padeció
torturas y palizas de personajes desgraciadamente conocidos en Asturias como el
comisario Claudio Ramos, de la Brigada Político-Social, el sargento Pérez o el
guardia Sevilla. En la denuncia que presenta da testimonio de la detención
sufrida en Sama el 7 de agosto de 1963 a manos del capitán de la guardia civil
Fernando Caro Leiva, enviado a Asturias por el ministro de la Gobernación
Camilo Alonso Vega para reprimir las huelgas mineras. La vida de lucha de
José’l Gallegu se cuenta en el libro A mí hay que matarme de frente. Manuel
García Valle, José el Gallegu, minero comunista, del historiador Jorge Muñiz.
Faustino
Sánchez García empezó a sufrir detenciones por su actividad sindical y política
en el Partido Comunista desde 1961 en el valle del Nalón. Entre sus
torturadores estaban el sargento Osorio, el sargento Pérez y el guardia
Sevilla. Padeció prisión y perdió su trabajo en la mina. Después de ser
despedido por participar en una huelga en otro pozo, pasó a la clandestinidad y
huyó al extranjero. En mayo de 1969, en Sama, lo volvieron a detener y sufrió
las torturas del comisario Claudio Ramos y del policía Pascual Honrado de la
Fuente. Con algunas costillas rotas, además de los tímpanos, lo metieron en la
cárcel. Salió absuelto después de estar medio año preso entre Uviéu y
Carabanchel.
Vicente
Gutiérrez Solís se significó por su labor de organización del Partido Comunista
en los pozos mineros desde 1955. Su primera detención en La Nueva después de la
huelga minera de 1957/58 lo llevó con otros compañeros a la comisaría de Uviéu,
donde sufrió palizas de Pascual Honrado de la Fuente y el comisario Ramos. A la
salida de la cárcel en 1961, despedido del pozo, le negaron volver a trabajar
en la mina por su implicación política. Volvió a sufrir detenciones y palizas
en otras huelgas y estuvo deportado con otros compañeros fuera de Asturias.
Tuvo que escapar a Francia, de donde volvió en 1966, aunque continuaron las
detenciones, las palizas y la cárcel en diferentes momentos hasta la última
detención, en 1977.
Anita
Sirgo Suárez fue una de las víctimas de torturas en la huelga de 1962, hechos
que generaron una ola de solidaridad y denuncia en todo el Estado y en la
comunidad internacional. A Anita la detuvieron junto con su marido en Sama,
cuartel donde padeció, con otros compañeros y compañeras, las palizas y las
torturas de Fernando Caro Leiva. Después de romperle el tímpano de un oído por
culpa de los golpes, Caro Leiva, con una navaja, le afeitó a tirones la cabeza
a Anita. Las palizas continuaron a manos de Claudio Ramos en el cuartel de
Buenavista de Uviéu. Anita no abandonó su implicación política en el Partido
Comunista y tuvo que escapar a Francia. Al volver a Asturias siguió sufriendo
estancias de algunos meses en la cárcel, por ejemplo, en torno a todos los
Primeros de Mayo, siempre sin juicio ni registros, hasta el final de la
dictadura.
Asturiano
Siete
asturianos viaxen a Madrid pa presentar nel Consuláu d’Arxentina denuncies por
crímenes del franquismu
Esti
miércoles 23 d’abril, por iniciativa de La Comuna d’Asturies, el grupu
asturianu que forma parte de CeAQUA (Coordinadora estatal d’apoyu a la Querella
Arxentina contra crímenes del franquismu), presentáronse nel Conceyu Abiertu
d’Uviéu los siete asturianos que van dir el vienres d’esta selmana al consuláu
d’Arxentina en Madrid. La finalidá del viaxe ye presentar denuncies de
desapaiciones, encarcelamientos y asesinatos socedíos nos años de la Guerra
Civil y la dictadura posterior. Los sos casos van presentase al cónsul pa que
se remitan a la causa que la xueza María Servini de Cubría dirixe n’Arxentina
pa investigar los crímenes del franquismu.
Dende’l
mes de setiembre del 2013, Arxentina habilitó los sos consulaos en tol mundu pa
que puedan recibir denuncies de víctimes del franquismu, depués d’una solicitú
fecha nesi sen pola xueza que lleva’l casu pa que los denunciantes nun tengan
que viaxar a Buenos Aires.
Ente
los denunciantes que van dir a Madrid esti vienres hai nietos de desapaecíos y
tamién hai víctimes directes de la represión y la tortura del réxime de Franco,
casos que puen llevar a la imputación de torturadores que viven tovía.
Esti
ye un resume de los casos que se presenten:
Aida
Alvaré Marqués y José Martínez Vázquez foron sacaos de la cácel d’Avilés y
fusilaos na playa de Salinas el 22 d’ochobre de 1937. Los sos cuerpos dexáronse
ellí. Nel pinal d’esa playa hai una fosa con más de 300 asesinaos que nunca
s’escavó. José Abargues Perles yera secretariu del Partíu Comunista de San
Esteban (Muros) y incorporóse al frente en defensa de la República. Foi
condenáu a muerte por "rebelión militar" y fusiláu’l 28 de setiembre
de 1939, y ta enterráu na fosa común d’Uviéu. La so muyer, Josefa Dávila
Álvarez, embaranzada y con seis fíos, tuvo presa en Pravia y Uviéu, onde tuvo
la última fía, pa pasar depués a Saturrarán (Guipúzcoa), prisión onde cumplió
la condena por "ausiliu a la rebelión" hasta’l 29 de abril de 1943.
Son cuatro casos de los munchos exemplos de la represión sistemática de les
autoridaes franquistes n’Asturies. Dos nietes d’estes cuatro víctimes presenten
una denuncia esplicando les sos histories.
Clemente
Amago López-Villar yera l’alcalde del conceyu de San Tiso d’Abres en 1936 pol
Partíu Socialista. Un mes depués del golpe d’Estáu de Franco, la zona
estremo-occidental asturiana yá taba en poder de los sulevaos. Les detenciones
y tortures por parte de la Falanxe llevaron a Clemente a escondese en monte cerca
de so casa en Vilela. El 1 de setiembre los falanxistes de San Tiso
prendiéronlu y torturáronlu. La so muyer pudo velu a otru día, sangráu y medio
muertu, nun camión camín de Lugo. Nun volvió a velu más. Unos años depués, so
viuda tuvo que pagar una multa que-y punxeron a Clemente Amago por desatender
les sos funciones como alcalde. Na denuncia que presenta’l so nietu cítense
otros cinco casos d’asesinatos y desapaiciones socedíes nesi conceyu naquel mes
de setiembre de 1936.
Jesús
Fernández Pérez yera un albañil de Mántaras (Tapia) qu’encarcelaron na Casa
Conceyu de Tapia nel mes de payares de 1936, cuando tenía 33 años. Un grupo de
miembros de la Falanxe, conocíos na zona como “El Cangrexo”, sacáronlu pela
nueche de la cárcel y la so muyer, con una neña de seis díes, nun volvió a
saber más nada d’él. Dizque lu mataron nel conceyu lugués de Barreiros, anque
nun se sabe ónde ta enterráu. El so casu ye ún más de los asesinatos cometíos
na zona occidental asturiana con tola impunidá y col consentimientu de les
autoridaes municipales franquistes. Na denuncia que presenta’l so nietu cítense
otros casos d’asesinatos, encarcelamientos y vexaciones cometíos nel conceyu de
Tapia nesos meses.
Manuel
José García Valle, José’l Gallegu, sufrió a lo llargo la so vida despidos,
detenciones y prisión pola so implicación política nel Partíu Comunista y pol
so llabor sindical na mina. De 1957 a 1971 detuviéronlu 14 veces. Sufrió
tortures y palices de personaxes desgraciadamente conocíos en Asturies como’l
comisariu Claudio Ramos, de la Brigada Político-Social, el sarxentu Pérez o’l
guardia Sevilla. Na denuncia que presenta da testimoniu de la detención sufrida
en Sama’l 7 d’agostu de 1963 a manes del capitán de la guardia civil Fernando
Caro Leiva, unviáu a Asturies pol ministru de la Gobernación Camilo Alonso Vega
pa reprimir les fuelgues mineres. La vida de llucha de José’l Gallegu cúntase
nel llibru A mí hay que matarme de frente. Manuel García Valle, José el
Gallegu, minero comunista, del historiador Jorge Muñiz.
Faustino
Sánchez García empezó a sufrir detenciones pola so actividá sindical y política
nel Partíu Comunista dende 1961 nel valle del Nalón. Ente los sos torturadores
taben el sarxentu Osorio, el sarxentu Pérez y el guardia Sevilla. Sufrió
prisión y perdió’l trabayu na mina. Depués de ser despidíu por participar nuna
fuelga n’otru pozu, pasó a la clandestinidá y escapó al estranxeru. En mayu de
1969, en Sama, volvieron a prendelu y sufrió les tortures del comisariu Claudio
Ramos y del policía Pascual Honrado de la Fuente. Con delles costielles rotes,
amás de los tímpanos, metiéronlu na cárcel. Salió absueltu depués de tar mediu
añu presu ente Uviéu y Carabanchel.
Vicente
Gutiérrez Solís significóse pol so trabayu d’organización del Partíu Comunista
nos pozos mineros dende 1955. La so primer detención en La Nueva depués de la
fuelga minera de 1957/58 llevólu con otros compañeros a la comisaría d’Uviéu,
onde sufrió palices de Pascual Honrado de la Fuente y el comisariu Ramos. A la
salida de la cárcel en 1961, despidíu del pozu, negáron-y volver a trabayar na
mina pola so implicación política. Volvió a sufrir detenciones y palices
n’otres fuelgues y tuvo deportáu con otros compañeros fuera d’Asturies. Tuvo
qu’escapar a Francia, d’onde volvió en 1966, anque siguieron les detenciones,
les palices y la cárcel en diferentes momentos hasta la última detención, en
1977.
Anita
Sirgo Suárez foi una de les víctimes de tortures na fuelga de 1962, fechos que
xeneraron una fola de solidaridá y denuncia en tol Estáu y na comunidá internacional.
A Anita prendiéronla col so home en Sama, cuartel onde sufrieron, con otros
compañeros y compañeres, les palices y les tortures de Fernando Caro Leiva.
Depués de rompe-y el tímpanu d’un oyíu por culpa de los golpes, Caro Leiva
afaitó-y la cabeza a tirones a Anita con una navaya. Les palices siguieron de
la mano de Claudio Ramos nel cuartel de Buenavista d’Uviéu. Anita nun dexó la
so implicación política nel Partíu Comunista y tuvo qu’escapar a Francia. Al
volver a Asturies siguió sufriendo estancies de dellos meses na cárcel, por
exemplu, alredor de tolos Primeros de Mayu, siempre ensin xuiciu nin rexistros,
hasta’l final de la dictadura.
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