viernes, 18 de abril de 2014

ATEOS QUE CREEN EN LA SEMANA SANTA

Nicolás Hernández / Sevilla / 18 abr 2014

Traje de nazareno tendido. // LAURA LEÓN
Alejandro Hidalgo, 23 años, es de Sevilla. Pertenece a la Hermandad de Monte-Sión. “Mi familia siempre ha vivido en la calle Feria y todos somos hermanos de la cofradía”, explica. Alejandro no es creyente a pesar de que a lo largo de sus 25 años ha tenido una relación directa con la religión: “Me he criado en el seno de una familia religiosa, hice la comunión y estudié en el Colegio Sagrada Familia Blanca Paloma”, pero reconoce que en la adolescencia empezó a cuestionarse sus creencias: “Rápidamente perdí la fe”.
Es un ejemplo de la multitud de personas que viven de múltiples formas la Semana Santa, que va más allá de la religión católica. A pesar de no ser creyente, para él esta celebración no es sólo la exaltación de los valores religiosos, tiene otro significado. Uno de sus primeros recuerdos, explica, es “en los brazos” de su abuelo en una de las sillas de la Campana, en el corazón de la Semana Santa sevillana. “Me gusta como cultura de mi tierra. Se me llena la boca y siento orgullo hablar sobre la Semana Santa de Sevilla”, insiste.
Alejandro reconoce que al explicar su situación “la gente se sorprende” y les parece extraño, pero puntualiza: “Esta fiesta no te gusta de un día para otro, sino que la sientes como tuya a lo largo de los años”. Hasta hace muy pocas Semanas Santas, este joven estudiante ha recorrido las calles de Sevilla vestido de nazareno. “Mi abuelo es el que me inscribió y me paga las cuotas, me gusta ser hermano de mi hermandad y me siento orgulloso de ello”. Ya no sale como nazareno, pero sigue teniendo un deseo: “Me gustaría salir de costalero, porque no quiero que mi abuelo se vaya sin verme”.
UNA INSTITUCIÓN QUE AVERGÜENZA
La música es otra de las vertientes para vivir esta tradicional fiesta de una manera diferente. Joaquín Fernández es un músico barbateño que cada año participa en la Semana Santa de su pueblo y de otras localidades de la provincia. Se considera “ateo” aunque todavía pertenece a la Iglesia católica ya que está bautizado y ha hecho la comunión, pero reconoce que su deseo es “desligarse totalmente” de una institución que le “avergüenza”.
Joaquín toca la trompeta desde hace doce años en la Banda de Música de Barbate. “No toco porque me sienta cristiano, sino porque reconozco y me gusta ese lado artístico de la Semana Santa: su música, y sobre todo tocar rodeado de amigos que llevan más de una década compartiendo afición”.
Este joven barbateño explica que su banda no sólo participa exclusivamente en Semana Santa, sino que interpretan otros géneros. “Pero es en esta fecha cuando más se puede lucir porque hay gente muy aficionada predispuesta a escuchar, y eso a los músicos nos encanta”.
El vínculo con la Iglesia es lo que le “llama la atención” de la Semana Santa. Un vínculo lógicamente “inseparable” pero que en los últimos años, explica, parece que se ha desligado. “Puede resultar paradójico que no sea creyente y vaya detrás de un paso, pero me resulta más incoherente el fanatismo entre cofrades que he visto en estos años que he salido en procesiones”. Por ello, señala: “Si fuera cristiano, la competición entre hermandades haría cuestionarme si se está celebrando verdaderamente una fiesta religiosa”.







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