Artículos de Opinión | Germán Gorráiz López | 23-10-2013 |
La
economía española se ha basado en el último decenio en la conocida “dieta
mediterránea”, (cuyos ingredientes principales eran el “boom” urbanístico, la
exportación, el turismo y el consumo interno), fórmula que creaba excelentes
platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y precio desorbitado
pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad impresa (2008),
debido al estallido de la burbuja inmobiliaria y el posterior hundimiento del
castillo de naipes de la economía española.
Sin
embargo, según ha indicado el vicepresidente de la Comisión Europea y
responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, “la economía española ofrece
signos de un cambio de tendencia en el 2013 que permiten apreciar algunos
brotes verdes, aunque frágiles”. Así, según el Banco de España, el déficit de
Estado se habría reducido al 4,93%( rondando el 4,5 % pactado con Europa para
el 2013); el PIB habría caído tan sólo el 0,1% en el segundo trimestre ; la
prima de riesgo remolonea en los 250 puntos y el Déficit de la Balanza
comercial en julio sería un 82,8% inferior al del 2012, (al conjugarse un
incremento del 6,9% de las exportaciones con un descenso del 3,1% en las
importaciones), pinceladas de un cuadro económico anclado en la recesión pero
edulcorado con datos maroeconómicos mejores que las pesimistas previsiones de
los analistas.
Por
desgracia, y a pesar de la cruzada mediática del establishment
político-económico para inyectar optimismo a la sociedad española, se estaría
larvando un nuevo virus patógeno, (el DDD), con un ADN dotado de la triple
enzima D (Deuda desorbitante, Deflación en ciernes y Desempleo
estratosférico).Así, el director del Departamento de Asuntos Monetarios del
FMI, José Viñals, ha subrayado durante la presentación del informe del FMI
sobre Estabilidad Financiera, que “la abultada deuda empresarial de los países
periféricos europeos puede afectar al sistema bancario a través de pérdidas en
los préstamos a empresas".
Según
Viñals, “cerca del 40% de la deuda en España está en manos de empresas que
serían incapaces de hacer frente a sus deudas a medio plazo a menos que hagan
ajustes como una reducción de la deuda, de los costes operativos o de los
gastos de capital,( “debt overhag” en inglés), de lo que sería paradigma
Electrodomésticos Fagor,(en preconcurso de acreedores lastrada por una deuda
cercana a los 1.000 millones €), lo que sumado a la necesidad de nuevas
provisiones de fondos de los bancos españoles, provocará que el crédito siga
sin fluir con normalidad a unos tipos de interés normales para pymes, autónomos
y particulares.
Por
otra parte, según el INE, el IPC de septiembre registró un descenso del 0,2 %
respecto al mes de agosto, lo que representa una reducción del 1,2 % de su tasa
interanual en el presente ejercicio, (la más baja desde noviembre del 2009 ),
estimando el Gobierno que se pueda alcanzar el 1% a fines de Noviembre. En
cuanto al FMI, sus previsiones son de un 1,8% para el 2013 y de un 1,5% para el
2013 y aunque estima que el riesgo de deflación ha caído en todo el mundo,
considera que España es el país con mayor riesgo de caída de precios después de
Grecia,por lo que podríamos asistir a escenarios de deflación en el horizonte
del 2014.
Por
deflación se entiende “la caída mantenida y generalizada de los precios de
bienes y servicios durante un mínimo de dos semestres”, según el FMI y
conjugada con una tasa de desempleo tan bestial como la española (estimaciones
del 26,9 % para finales del 2013), podría dar lugar a la aparición de un cóctel
explosivo en la economía española de final incierto,(el DDD), ya que dichos
factores económicos se retroalimentan.
Así,
las empresas se ven obligadas a estrechar sus márgenes de beneficios para
seguir siendo competitivas lo que les impide mantener sus beneficios
empresariales así como realizar las necesarias inversiones en Bienes Equipo y
que tiene como efecto secundario una congelación o reducción del sueldo de los
trabajadores que hace reiniciarse la espiral deflactiva, alimentada por la
subsiguiente reducción del consumo. Así, asistiremos al finiquito del
consumismo compulsivo imperante en la pasada década debido a la pérdida del
poder adquisitivo de los trabajadores por la congelación de sus salarios o la dramática
reducción de los mismos, lo que unido a la ausencia de la cultura del ahorro
doméstico agravará la ya severa contracción del consumo interno, ( una
reducción del gasto familiar del 3,2 % en el primer semestre del 2013 según el
BdE y estimaciones de una caída del 3,8% para el final del 2013 según los
analistas del BBVA).
Para
completar el cuadro macroeconómico, según un estudio de la agencia de
calificación de riesgos Axesor, en el primer trimestre del 2013 se habría
batido un récord de quiebras en España después de que 2.564 compañías se
declararan en suspensión de pagos y por desgracia la previsión del FMI es que
la sangría continúe a menos de que se tomen medidas drásticas. Así, según el
FMI, España concluirá el ejercicio económico del 2013 con una tasa de paro del
26,9% y del 26,7% para el 2014, citando como factores negativos la continuación
de la subida de salarios en España ( aumentos del 1,30% en el 2012 y del 0,63%
en el primer semestre del 2013) tanto en los bienes manufactureros como en la
construcción y los servicios, por lo que el ajuste económico español se habría
producido mediante la caída de la producción y el incremento del paro, pero
"insuficiente en el lado de los salarios hasta fechas recientes", por
lo que receta un drástico recorte de los salarios nominales (brutos) del 10% y
una rebaja de las cotizaciones sociales en 1,75 puntos para crear 1,2 millones
de empleos
Caso
de que la Deuda Pública y privada prosigan su vuelo por la estratosfera, que
los salarios sigan congelados o con incrementos inferiores al IPC,que el
crédito bancario siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales a
pymes, autónomos y particulares y no se aproveche la dilación en los plazos
para reducir el déficit hasta el 2016 en incrementar la inversión en Obra
Pública y reducir el desempleo, la economía española se verá abocada a un
peligroso cóctel explosivo,(el DDD), cuyos ingredientes sería una deflación en
los precios que impedirá a las empresas conseguir beneficios y a los
trabajadores incrementar sus sueldos, una deuda privada imposible de asumir por
las empresas y unas tasas de paro estratosféricas (rondando el 27%), lo que
podría generar una década de estancamiento en la economía española, rememorando
la Década perdida de la economía japonesa.
GERMÁN
GORRAIZ LÓPEZ -Analista
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