Francisco Artacho /
Sevilla / 27 oct 2013
Gritos, carreras, gente
encerrada en los comercios, con las persianas echadas, niños llorando,
lanzamientos de sillas y botellas, cargas policiales… Son algunas de las
escenas vividas ayer por la tarde en el centro de Sevilla, que acogió dos
convocatorias políticas opuestas y enfrentadas. De un lado, la manifestación de
Respuesta Estudiantil (RE), una organización de carácter fascista, que
protestaba contra la reforma educativa del PP. Del otro, una
contramanifestación, convocada por la Coordinadora Antifascista y apoyada por
organizaciones como el Movimiento de Acción Estudiantil (MAE), de la
Universidad de Sevilla. Aunque no hubo que lamentar heridos, se llegaron a
vivir situaciones de auténtico pánico derivadas de las cargas policiales.
La Policía Nacional detuvo a un joven de la Coordinadora Antifascista.
La convocatoria de
Respuesta Estudiantil, a la que acudieron militantes de toda España, dio
comienzo sobre las 19.00 horas, en la Puerta de Jerez, y terminó pasadas las
nueve de la noche en el entorno de la Plaza de la Encarnación. Alrededor de
unas 150 personas, en su mayoría chicos jóvenes (la presencia femenina era
mínima), iniciaban su recorrido, fuertemente custodiadas por un cordón
policial. “Ya están aquí los de Respuesta Estudiantil”, “clamor juvenil,
respuesta estudiantil” o “fuera banqueros de la universidad”, fueron las
primeras consignas gritadas. Unos minutos después la manifestación llegó a la
altura de la Catedral de Sevilla, donde permaneció un buen rato parada por
órdenes policiales. Durante este tiempo grupos dispersos de jóvenes
antifascistas lanzaron algunas proclamas como “fuera fascistas de la ciudad”.
Todo ocurrió a una distancia prudente, marcada por el dispositivo policial.
Nada hacía presagiar entonces lo que ocurriría minutos después.
El grupo de
antifascistas quedó detrás de la protesta de Respuesta Estudiantil, pero a más
de 20 metros. Los separaban media docena de furgones policiales. El dispositivo
se encargó de cortar todos los accesos a la Avenida de la Constitución y de
aislar la manifestación. Según informó uno de los agentes, el motivo para
retener durante una media hora la manifestación era la celebración de una boda
en la Iglesia del Salvador, que pillaba de paso. En ese tiempo la
convocatoria antifascista, que superó en número de participantes a la de RE,
callejeó para cambiar de lugar y ubicarse en el entorno de Plaza Nueva, junto
al Ayuntamiento. Justo frente a la protesta de RE.
Gente encerrada en tiendas.
Antes de permitir de
nuevo iniciar la marcha ultraderechista, los furgones de la Policía Nacional se
adelantaron, los agentes tomaron posiciones y comenzaron las cargas, las
carreras y los pelotazos de goma. En medio quedaron personas completamente
ajenas a las protestas, familias que paseaban por el centro de la ciudad
aprovechando así la tarde del sábado. Muchos comercios cerraron sus puertas
y las tiendas se convirtieron en refugio para familias enteras mientras la
actuación policial se centraba en dispersar, ya no solo a antifascistas,
también a cualquier ciudadano que paseaba por la calle.
La manifestación, con el
camino completamente despejado, continuó con sus cánticos, incluído el mítico
canto del movimiento estudiantil, de izquierdas, “el hijo del obrero, a la
universidad”. Al llegar a la Plaza del Salvador manifestantes antifascistas
lanzaron algunos vasos de cristal y servilleteros de la terraza de un bar
contra los policías. La manifestación entonces se adentró en la calle Cuna, una
vía especialmente estrecha donde los estudiantes fascistas comenzaron a
encender bengalas de color rojo. Las vallas colocadas por el Ayuntamiento
con motivo de la procesión de la Virgen de Los Gitanos, prevista para este
domingo, sirvieron para acotar el recorrido de la marcha, que fue silbada y
abucheada en algunos tramos, y contra la que algunos individuos lanzaron un par
de botellas de cristal al final del recorrido, aunque no alcanzaron a nadie y
se rompieron al estrellarse con el suelo.
Al concluir la protesta,
Ángel Castro, delegado de RE en Sevilla, argumentó que “todos han podido ver”
que RE “se ha manifestado pacíficamente”. También denunció que “la mayoría
de las becas son para inmigrantes”, aunque aseguró que se protestaba “contra
los políticos, no contra los inmigrantes”. La Policía custodió a los
manifestantes hasta una zona alejada del centro para evitar así posibles
incidentes. El delegado de Sevilla de RE escribía este verano en Twitter “¡Justicia
para Esteban!, en apoyo a un francés de origen español que asesinó a un
joven antifascista en París.
Por su parte, un
portavoz de la Coordinadora Antifascista, que prefirió no dar su nombre, acusó
a RE de “alentar mensajes xenófobos, racistas y homófobos” y denunció que “el
fascismo campe a sus anchas por la ciudad, con manifestantes dando vivas a
Hitler y haciendo el saludo fascista”.
Para la mañana del
domingo hay convocados actos de apoyo para el detenido en la comisaría central
de la Policía Nacional. A lo largo de la mañana del domingo está prevista su
traslado a los juzgados.
Fuente: http://www.andalucesdiario.es/
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