AUNQUE
EXISTEN MÁS DE 70 AGENCIAS DE CALIFICACIÓN CREDITICIA EN TODO EL MUNDO, SON
TRES LAS QUE MARCAN LAS REGLAS DEL PARTIDO.
nuevatribuna.es | Blogs Capital Bolsa | 29 Octubre 2013 - 16:34 h.
Europa sigue bailando al son que marcan las tres
agencias al otro lado del Atlántico
@BlogsCB | Son como los árbitros en un partido
de fútbol, a veces aciertan, otras veces fallan, no siempre gustan a los
inversores… Pero son los que toman las decisiones. Así sucede con las Agencias
de Calificación crediticia, son ellas las que ponen la nota al riesgo de
empresas y países y nadie más que ellas. De hecho, aunque existen más
de 70 en todo el mundo, son tres las que marcan las reglas del partido: Moody’s,
Standard & Poor’s y Fitch. Según opinan, el efecto en los mercados
es inmediato, ahora bien, es curioso que lleven la batuta de la orquesta
cuando han demostrado en más de una ocasión no estar al tanto de la
realidad o si lo estaban, mirar para otro lado. Tiren de hemeroteca si no
y busquen el escándalo Enron porque ahí la compañía mantenía una buena
calificación hasta que se descubrió cómo estaban sus cuentas o lo mismo sucedió
con Lehman Brothers. El que fuera cuarto mayor banco de inversión de
EEUU mantenía su AAA hasta poco antes de su caída. Así las cosas el inversor se
pregunta cómo se mide el riesgo realmente y quién está detrás de estas agencias
de calificación. Bien, pues se lo va a seguir preguntando…
Lo primero
que hay que destacar es que las agencias de calificación son empresas
privadas que no están controladas por organismos independientes ni adscritos a
algún comité objetivo. Su accionariado es privado y curiosamente los
mayores inversores están vinculados a estas tres examinadoras.
Fitch por ejemplo nació en
diciembre de 1993 de la mano de John Knowles Fitch. Un año después introdujo
–según explican en su página web- “la ahora conocida escala de
calificaciones de “AAA” a “D” con el objetivo de atender la creciente
demanda de análisis independiente de títulos financieros”. ¿Quién controla el
accionariado de esta agencia de calificación? The Hearst Corporation tiene
el 40% de las acciones. Es una empresa dedicada al mundo de la comunicación,
participa en revistas, periódicos, televisión por cable, negocios
inmobiliarios. La parte mayoritaria, el 60% restante es de
Fimalac una empresa que cotiza en la bolsa de París y que se dedica al
sector inmobiliario, al de la comunicación y al industrial. Son los dos
accionistas de la agencia de calificación Fitch. ¿Realmente se dejan de lado
los intereses particulares cuando uno es dueño de una agencia de calificación?
En Moody’s la
situación no es muy diferente, si bien su accionariado es más variado. El
11,3% de sus títulos están en posesión de Berkshire Hathaway, que tal vez así
no le suene mucho. Pero su director ejecutivo es Warren Buffet, uno
de los mayores gurús del mercado bursátil. Otro de los accionistas importantes
es The Capital Group que así dicho tampoco tiene por qué sonarles. Sin embargo
si decimos Rockefeller seguro que la cosa cambia. Bien, es
esta familia la que está detrás del grupo. Por poner un ejemplo más, la gestora
Vanguard Group también forma parte del accionariado de esta agencia de
calificación. Es curioso que no vaya a utilizar su influencia en los títulos
que ella misma compra. La última participación que ha ampliado en España es en
Telefónica donde ya posee el 1,64% del capital de la operadora.
Standard and
Poor’s tiene como
principal accionista a McGraw-Hill, esta compañía dedicada sobre todo a
las publicaciones educativas, tiene además intereses en otros ámbitos.
Curiosamente su accionariado es en parte el de Moody’s: The Capital Gruop,
Vanguard Group o BlackRock se encuentran entre sus accionistas.
Bajo el
prisma del accionariado de las agencias de calificación y de los posibles
intereses que supuestamente podrían encubrir, se han escrito multitud de
libros tanto fuera de nuestro país como en España. El último lo firma el
periodista Bruno Cardeñosa para quien estas empresas son una
“estafa". Las críticas les llegan incluso desde ámbitos institucionales
puesto que Europa ha expresado la necesidad en más de una ocasión de crear una
Agencia de calificación en el Viejo Continente que tenga fuerza y poder como
las norteamericanas, pero de momento Europa sigue bailando al son que marcan
las tres agencias al otro lado del Atlántico.
Las voces en
contra de las agencias de rating son de lo más variopintas, incluso el
FMI ha criticado su actitud, cuando rebajan la calificación de un país
hacen un efecto dominó, tienen un “efecto de contagio” que puede tener como
consecuencia que se “extienda la inestabilidad financiera”. También la
Unión Europea se ha mostrado crítica o incluso Alemania, pero…, parece que
con la boca pequeña. En realidad los mercados se mueven si ellas determinan una
rebaja de calificación. La memoria se torna débil y no recordamos cómo
otorgaron la máxima calificación a las hipotecas ninja, a las hipotecas basura
origen de la crisis financiera en EEUU. Se las critica pero son las que mandan.
De momento.
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/
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