Por
José Antonio Gómez | Ya cansa el machacón discurso de la Recuperación. Cansa
porque es falso, porque es el modo en que el Partido Popular piensa que los
españoles no les castigaremos en las urnas.
nuevatribuna.es | José Antonio Gómez
Hernández | 24 Octubre 2013 - 21:07 h.
Rajoy el Foro Económico del Mediterráneo Occidental.
Ya
cansa el machacón discurso de la Recuperación. Cansa porque es falso,
porque es el modo en que el Partido Popular piensa que los españoles no les
castigaremos en las urnas (la única institución democrática en la que creen).
Cansa porque la Recuperación es para las élites y los mercados. Cansa
porque es el discurso del fracasado que se lanza como un kamikaze en busca del
éxito que no supo alcanzar con buena praxis. En fin, que piensan que los
españoles somos gilipollas, tal y como piensan los partidos ultraconservadores
del pueblo al que gobiernan o al que piensan gobernar porque sólo de esa manera
se puede entender que tengan la desvergüenza de presentarse a unas elecciones
con un programa que cualquier persona con un mínimo de raciocinio sabía que era
una patraña.
La
recuperación de la que tanto alardean ahora los ministros, el Presidente del
Gobierno, los Presidentes Autonómicos del PP, los Alcaldes del PP o los
miembros de la Ejecutiva de Génova más de lo mismo: mandar mensajes optimistas
sobre la mejora económica que puedan calar en el pueblo y así tener un
argumento que suavice la mala gestión que están haciendo. Posiblemente sea
cierto que la economía española esté mejorando, que, como dijo el Banco de
España, se haya salido de la recesión técnica con un pírrico y ridículo
crecimiento del 0,1%. Es posible que las exportaciones estén soportando ese
mezquino crecimiento mientras el mercado interno se desmorona. Es posible que
en un gran titular los datos de la EPA digan que el desempleo en España haya
bajado en 72.800. Posiblemente la Prima de Riesgo se haya estabilizado y la
financiación de la deuda es más baja. Sin embargo, el mantra de la recuperación
es una nueva falacia del Gobierno de Mariano Rajoy, porque ¿para quién es esa
recuperación? ¿Quién se está beneficiando de esa recuperación? Desde luego ni
los trabajadores ni los ciudadanos de a pie son quienes se están aprovechando
de esa recuperación. Se benefician las grandes empresas, los especuladores de
los mercados, la banca y las grandes fortunas. El dato lo encontramos en el
incremento de millonarios en un 13%, dato que se puede contrastar con los más
de 3 millones de personas que han caído en la pobreza severa. Esta es la España
de Rajoy: los ricos más ricos y los trabajadores empobrecidos hasta niveles de
países en desarrollo.
Hasta
el día de hoy todas las reformas del Gobierno de Mariano Rajoy para combatir la
crisis económica han ido en contra de la clase trabajadora, de las clases
medias, de las pequeñas y medianas empresas que, por una cuestión del principio
de vasos comunicantes, han beneficiado a las grandes empresas, a la banca, a
los mercados y a las grandes fortunas. Estas medidas, como se puede comprobar
en los resultados en la economía real, no en la economía de los grandes centros
y la que se maneja en los mercados. Mariano Rajoy ha implementado medidas y
reformas solicitadas por la Troika, por la banca, por los empresarios fijándose
en el modelo alemán que salió de la crisis económica provocada por la
Unificación. Sin embargo, aplicar esas medidas en un país con un tejido
empresarial basado en la PYME y no en la gran industria, como ocurre en
Alemania, es suicida, como se está demostrando.
La
reforma pendiente, la que no se atreverá a crear Mariano Rajoy porque atentará
contra los intereses de los que le sostienen, debe estar basada en la
generación de puestos de trabajo. Esto parece de Perogrullo, pero, al parecer,
el gobierno del Partido Popular no lo entiende. La reforma pendiente y la
creación de empleo olvidándose de la ratio de crecimiento del PIB es la
implementación de medidas que consigan devolver a este país que las empresas
han deslocalizado en países de economías emergentes o en países con regímenes
laborales cercanos a la esclavitud, países que se están convirtiendo en el
ejemplo a seguir para atraer inversiones extranjeras por la precarización del
empleo y de los salarios.
Pondré
como ejemplo el sector de la Atención al Cliente o Contact Center. Las grandes
compañías en España tienen deslocalizado un 80% de su actividad en países de
Hispanoamérica. Una compañía de telefonía, para cubrir sus necesidades de
atención telefónica a sus clientes precisa, actualmente, de más de 6000 puestos
de teleoperación, sin contar con los puestos dedicados a actividades
comerciales. Si multiplicamos estos puestos por 2,3, que es el número de turnos
que se realizan por puesto tenemos un total de 13800 puestos de trabajo, de los
cuales está deslocalizado un 80%.
Si
el gobierno de Rajoy hiciera como se ha hecho en otros países europeos y
obligara a que los servicios de atención al cliente se ofrezcan en España se
recuperarían cerca de 300.000 puestos de trabajo, sin apenas inversión por
parte de las empresas, dado que la gran inversión ya la hicieron cuando
deslocalizaron.
En
el sector industrial ocurre lo mismo y ahí el impacto es mayor dado que se
absorberían puestos de trabajo que podrían ejecutar aquellas personas que en un
momento se dedicaron a la construcción y que actualmente no encuentran salidas,
además de ser el mayor número de parados de larga duración. Las empresas
españolas han deslocalizado cerca de 1.000.000 puestos de trabajo en países
emergentes y del Este de Europa que se podrían ejecutar aquí si el gobierno
pusiera las medidas adecuadas e incentivar a las empresas a que retornaran sus
actividades.
En
el sector servicios, aunque no lo parezca, también están deslocalizadas
actividades, aunque no de modo tan exagerado y se calcula que son “apenas”
50.000 puestos de trabajo que inciden en España y que se ejecutan desde países
de Hispanoamérica o India. Tales puestos están referidos a servicios contables
o a servicios informáticos.
En
el sector primario estamos a cero, prácticamente. La agricultura y la ganadería
española está abandonada y ahí sí que hay un nicho importante siempre que el
gobierno de Rajoy lo quisiera incentivar dando a los productores sistemas por
los cuales estas actividades sean atractivas, tanto a nivel del trabajador como
del empresario. Un estudio realizado por asociaciones y partidos ecologistas calculó
que se podrían generar más de 1.000.000 de puestos de trabajo con una serie de
reformas que incentivaran la reactivación del sector primario.
Ante
esta perspectiva nos encontramos con que 2.500.000 de puestos de trabajo que se
podrían estar realizando en España se ejecutan fuera del país o, simplemente,
no se generan. Con esta cantidad de puestos de trabajo el Estado se ahorra una
cantidad cercana a 1.500 millones de euros mensuales en prestaciones de
desempleo y la Seguridad Social recaudaría una cantidad aproximada de 700
millones mensuales. Con estas cantidades el Estado no tendría que realizar la
labor de destrucción de las clases obreras y medias.
Sin
embargo, no se está haciendo nada de esto. Sólo se mantienen políticas de
recorte y de austeridad cuando la solución está ahí. Si trayendo a España lo
que está fuera se puede eliminar casi la mitad de los empleos perdidos, ¿por
qué no pone el gobierno de Rajoy los medios para que esto sea así? Se trata de
soluciones que se pueden aplicar en el corto plazo y que con ayuda
institucional los empresarios se pondrían a ello. Y aunque las empresas
tuvieran que invertir algo y renunciar a parte de sus márgenes de beneficio, ya
es hora de que el ataque se centre en las élites y no en los más débiles.
Sin
embargo, Mariano Rajoy no se atreverá a esta reforma y seguirá mintiendo sobre
una recuperación macroeconómica que no se nota en la economía real y que, por
supuesto, le importa muy poco que no se note.
Fuente:
http://www.nuevatribuna.es/
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