domingo, 23 de febrero de 2014

TAMBORES DE GUERRA: GUERRA, PAZ, LA IZQUIERDA, EL INTERNACIONALISMO, LA REVOLUCIÓN E IDEOLOGÍA Y SENTIMIENTOS

Artículos de Opinión | Arkaitz González* | 21-02-2014 |

En la actualidad, vivimos tiempos que sacuden los mismísimos cimientos de la tierra. La historia es una rueda que no se puede detener, y tiene momentos en los que rueda con más virulencia que nunca. Los más diversos acontecimientos generan una situación que no solo no se hace esperar, sino que cada vez nos llama con más fuerza, y aunque, queramos permanecer ajenos a ella, la situación no perdonará. Ante esta situación, solo hay dos caminos: o actuar, o dejarnos que los acontecimientos sigan su curso gracias a los mismos actores de siempre, y que los sucesos nos arrollen todo a su paso cual tren blindado, entre ellos a nosotras mismas y mismos, mientras nos pasa por encima. Los acontecimientos internacionales, nos traen noticias tensas y noticias menos tensas.
En Venezuela, se intentaba reeditar el escenario de golpe de estado de abril del 2002, con el fin de generar un choque y pedir una intervención extranjera. Se han sucedido bloqueos de carreteras, ataques a instituciones públicas, quema de coches, muertos y heridos, e incluso, se han quemado neumáticos frente a la televisora estatal con el fin de impedir la salida de sus empleados y amedrentarlos. Estos grupos fascistas poseen un soporte de 120 mil millones de bolívares. Todo mientras los líderes opositores, Leopoldo López –autor intelectual comprobado-, María Corina Machado y H. Capriles instigaban la “democracia” y su derecho a la protesta “pacífica. Se han expulsado 3 funcionarios de la embajada de los EE.UU. que estaban colaborado en la organización de los hechos. Leopoldo López se entregó al a justicia porque había un plan para asesinarlo para luego culpar a los chavistas, y así generar desestabilización. Ayer, una marea roja tomaba las calles en rechazo a todo esto, pero a pesar de todo, los actos vandálicos persisten en algunos lugares.
Al otro lado del océano tenemos los sucesos de Ucrania y Bosnia. Del último no se sabe demasiado, pero buena parte de Ucrania, está en manos de grupos que portan simbología nazi, y toda clase de armas y material policial de defensa. El linchamiento de opositores a estos grupos y hasta de policías, está a la orden del día, así como la toma de sedes o empresas del gobierno y de partidos opositores. El descontento por las políticas del gobierno de los últimos 20 años, ha generado el caldo de cultivo perfecto para que tales movimientos tengan calado. Las filas del presidente del país, Viktor Yanukovich, están divididas ya que estás están acostumbradas a funcionar a golpe de dinero, con los nuevos sobornos no han dudado en pasarse a las filas enemigas. El objeto de desacuerdo está en que el gobierno Ucraniano renunció a los acuerdos económicos con la UE y los hizo con Rusia.
Mientras, todo esto pasa/pasaba, medios occidentales hacen eco de las llamadas a la “libertad” en ambos países, siguiendo las declaraciones de los EE.UU. y la UE y de sus funcionarios que se han podido ver participando activa y descaradamente en Ucrania, llamando a negociar, mientras decían que debían de atenderse las demandas de la oposición.
Quién no cierre deliberadamente los ojos, podrá ver claramente que bajo estos acontecimientos no hay más que una lucha por el reparto económico del mundo. El planeta se debate entre la vida y la muerte. Mientras todo esto sucede, los EE.UU. y servicios secretos de otros países, inundan los mares del mundo con sus buques de guerra. Esta es la actitud del mayor representante del capital, al que si no se le obedece está dispuesto a montar una guerra internacional, incluso a costa de millones de vidas e incluso de la extinción del planeta. Esto nos llama a la reflexión y a la acción:
En Venezuela los acontecimientos han ido acompañados de una guerra inflacionaria y de acaparamiento. Mientras la corrupta 5ª columna inserta en las filas internas y organismos del estado, ayuda a generar cansancio en el pueblo. Es preciso crear la unidad junto con el resto de fuerzas revolucionarias y el pueblo más allá de lo electoral, para que sea el mismo pueblo quién depure responsabilidades, y no solo pillarlos, sino perseguirlos y vigilarlos sin piedad para que no tengan oportunidad de moverse. Urge comenzar a expropiar y someter el poder económico de los ricachones. Si no se comienza a hacer esto de inmediato, tarde o temprano tendrán una oportunidad de triunfo.
Hoy me invadía cierto sentimiento, de mezcla entre tristeza e impotencia, al mismo tiempo que reflexionaba. Explico porque…
Las reacciones en la izquierda no se han hecho esperar respecto al caso Venezolano. De Ucrania, apenas se ha reproducido algunas declaraciones de las organizaciones revolucionarias del este. Mientras, se mira con recelo a Rusia, producto de la propaganda anti rusa de los principales medios del capital internacional, porque supone un freno a los intereses de rapiña norteamericanos. Por otro lado, no veo que haya fuertes campañas organizadas en favor de la paz y la solidaridad en favor de los pueblos. Me duele el eco débil de la paz y silencio, si es que se puede tratar de tal cosa, de los principales bloques de izquierda del sur de Europa, mientras nos jugamos el destino del planeta. Y por supuesto, que me duele ver las inservibles acusaciones de unos hacia otros -cada uno de ellos auto otorgándose la mayor pureza- de unas izquierdas hacia otras, así como las luchas intestinas o de egos, incluso los aparatismos y todas esas cosas que impiden un avance fluido. Urge dejarnos de estupideces y cegueras sin sentido. Urge la acción y la unidad en torno a aquello que nos une. Es hora de crear un frente común de solidaridad con los pueblos, que enfrente los designios de conquista de nuevos mercados por parte de los capitales, que intentan garantizar su reproducción, y más en concreto, los estadounidenses, principales promotores y garantes del sistema económico vigente en el mundo, quienes en su pérdida de hegemonía, intentan recuperar la posición perdida.
Urge hacer política, y dejarnos de pequeñeces, pues nos jugamos la vida misma, y si no actuamos ni lo hacemos como es debido, seremos los principales culpables de lo que pueda suceder, y más, los que somos conscientes, puesto que tenemos mayor responsabilidad ante la situación. En Venezuela y en los más diversos procesos revolucionarios de América Latina, nos jugamos la esperanza de un mundo mejor, donde el ciudadano tenga la posibilidad de su libre desarrollo, libre de trabas económicas. En Europa nos jugamos una posible guerra internacional, que pudiera acabar con el destino de la humanidad. Es una ingenuidad creer que la situación no nos afecta.
La impotencia procede de las situaciones explicadas, porque mientras veo como sucede esto, pareciera que nada se mueve, ni incluso entre los conscientes. Profundo dolor es el que se siente y otro sentimiento de prisión ante la situación, que la mira casi como espectador, sin poder hacer grandes cosas mientras todo sucede, cuando lo que gustaría es estar en primera línea de combate, fuese donde fuese; y si fuese en el lugar de los hechos, incluso dispuesto a sacrificarse hasta la muerte, con tal de ver un mundo mejor.
Algo para la moraleja: "…y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario." Ernesto Che Guevara. Carta de despedida a sus hijos.
Sin la anterior cualidad sería imposible sentir la necesidad no solo de situarse al frente, ni siquiera de movilizarse al ver tanta injustica, sentimiento que me llevó a escribir estas líneas.
















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